Quien no jugó de pequeño a ser doctor o doctora y con un fonendoscopio de juguete simuló atender a pacientes. Muchos de esos niños cumplieron ese sueño y hoy son respetables profesionales que salvaguardan la salud de la comunidad. En la actualidad, lo que anteriormente era un simple plástico se convirtió en una herramienta vital para cumplir su función.
Para una persona profesional de la medicina, el equipamiento está conformado de diferentes instrumentos que perfeccionan su conocimiento o especialidad. Uno de esos dispositivos es el fonendoscopio, fundamental en la atención primaria de la salud.
A simple vista parecen unos auriculares o, al menos, tienen una forma muy parecida. En cierta medida, su objetivo es parecido. En ambos casos sirven para escuchar, pero particularmente el fonendoscopio permite agudizar los sentidos auditivos del médico y brindar un diagnóstico más preciso.
En la actualidad, el fonendoscopio posee una alta sensibilidad acústica logrando así un rendimiento superior. Sus propiedades funcionan en pacientes de nivel neonatal, pediátrico y adulto, lo que lo convierte en un dispositivo de gran valor tanto para médicos generales como para especialistas en determinadas áreas.
¿Para qué sirve el fonendoscopio?
Si existe un instrumento que caracterice la imagen que se tiene de un doctor, seguramente sea el fonendoscopio. Seguro en este momento visualices la figura de un médico con una de estas herramientas colgadas de su cuello o en su mano o quizás recuerdes el frío metal tocando tu pecho,
Pero, ¿te lo has preguntado alguna vez para qué sirve? Ahora lo veremos. Su principal función es la detección de síntomas, irregularidades o amenazas a la salud, mediante la auscultación, un método que permite valorar e identificar sonidos normales o patológicos de ciertas áreas del cuerpo.
Por lo general, este instrumento se utiliza para intensificar los sonidos a nivel cardiaco, pulmonar y abdominal. El propósito de esta búsqueda es ubicar con mayor precisión ciertas problemáticas que aquejan al paciente, desde controlar el nivel de la presión arterial o identificar soplos, hasta monitorear ruidos o ronquidos respiratorios.
Entre sus tareas más destacados, el fonendoscopio contribuye a:
- La detección temprana y en tiempo real de enfermedades respiratorias y cardíacas.
- El monitoreo del paciente en el momento para evaluar su evolución.
- Precisar el diagnóstico de un paciente con mayor detalle.
El fonendoscopio flexible biauricular es el más tradicional y conocido. ¡Un clásico! La mayoría de los doctores carga con uno de ellos encima que lo identifica como tal. Se denominan binoculares debido a que el sonido viaja a través de un tubo de goma y llega a los dos oídos.
Algunos modelos de este tipo, están elaborados en aluminio resistente y poseen la capacidad de cambiar el tipo de campana para adaptarse a diferentes pacientes. En relación al tubo, ciertos dispositivos de este estilo poseen tubos individuales para cada oído a fin de lograr un sonido más nítido.
Kit médico para la casa
Si bien en todo caso debes consultar con un profesional médico, contar con un fonendoscopio puede resultar de gran ayuda para controles de rutina o ante la presencia de ciertos síntomas. Es indispensable también que cuentes con conocimientos de primeros auxilios para poder sacar mayor provecho del botiquín de tu casa.
Para completar el kit, tampoco puede faltar un tensiómetro que permite llevar un control de los signos cardíacos. Son instrumentos de gran ayuda a la hora de realizar un seguimiento de la presión arterial, especialmente para personas que sufren de hipertensión o hipotensión. Los modelos más actuales de este dispositivo son fáciles de manipular y muy intuitivos.
Si tienes la posibilidad de hacerte con uno, un desfibrilador para el hogar es una buena manera de cuidar a tus seres queridos. En especial a quienes sufren de alguna cardiopatía o son propensos a tenerla. De igual manera, conocer y practicar las técnicas de reanimación cardiopulmonar pulmonar (RCP) será de gran ayuda en caso de que se presente algún episodio de este tipo.
Completa el kit médico con los medicamentos de venta libre o aquellos que fueron recetados por un profesional de la salud.
Seas médico o no, ¡descubre el mejor fonendoscopio y consíguelo en tu tienda de preferencia!
