Un grupo de biólogos moleculares estadounidenses encontró que los mosquitos perciben el olor del sudor humano a la hora de rastrear a sus víctimas, hallando de esta forma, aunque solo en teoría, un método para hacer a las personas “indetectables” para estos hematófagos.
Según informa el portal EurekAlert, se conocía que los mosquitos hembra utilizaban múltiples datos sensoriales al seleccionar a las personas que pican: calor, olor corporal, humedad, señales visuales y dióxido de carbono. Pero una investigación de 2019 publicada en la revista Current Biology se enfoca en la importancia que tiene el olor de los elementos volátiles de la sudoración humana en el comportamiento de estos insectos.
¿Y cómo los mosquitos pueden detectar la sudoración humana?
Lo hacen por el efecto de un gen olfativo denominado Ir8a. Los científicos encontraron que los mosquitos que no poseen un tipo funcional de este correceptor sienten poco deseo de picar a los humanos.
El descubrimiento despeja el camino a nuevos proyectos que busquen producir repelentes más efectivos contra los mosquitos. Así lo explicó el biólogo Matthew DeGennaro, autor principal de la investigación:
Eliminar la función del Ir8a elimina aproximadamente el 50 % de la actividad de búsqueda de huéspedes.
Encontrar formas de engañar a los mosquitos
En cuanto a las estrategias que se pueden implementar con el nuevo hallazgo, el especialista detalla que se pueden encontrar olores para disfrazar la vía Ir8a y así optimizar la eficacia de insecticidas como la picaridina o el DEET. Con esto, se espera ayudar a las personas a “desaparecer” frente a la acción de estos bichos.
De modo opuesto, el método Ir8a podría también emplearse para elaborar aromas atrayentes desarrollados con el propósito de apartar a los insectos de comunidades específicas e incluso para hacer que estos caigan en trampas.