Se puede decir que el tejón melero, tejón de la miel o ratel es un animal que no le teme a nada. A pesar de su pequeño tamaño, este carnívoro propio de África, Oriente Medio y el subcontinente Indio, es conocido por sus feroces habilidades defensivas y su naturaleza agresiva.
No en vano, en 2002 fue incluido en el libro Guinness de los récords como: «most fearless animal in the world» (el animal más valiente del mundo).
Incluso es capaz de luchar contra depredadores mucho más grandes como leones y hienas.
Una de muchas evidencias
En un vídeo extraordinario grabado en 2019, se pudo evidenciar la valentía de esta especie cuando un grupo de turistas realizaba un safari en Chobe Park (Botswana).
Mientras grababan el paisaje durante el recorrido, repentinamente descubren un acto cuyo final parecía tener un solo resultado. Un tejón melero estaba siendo enrollado y asfixiado por una enorme pitón.
Las cosas comenzaron a cambiar cuando aparecieron dos chacales atacando tanto al tejón como a la serpiente. De forma inesperada la pitón suelta al tejón, pero este no huye y, por el contrario, decide quedarse para tratar de convertir al enorme reptil en su presa.
Los papeles entonces cambiaron, y la temible pitón pasó de ser victimaria a víctima de los chacales y del tejón melero.
Tal vez el final haya resultado bastante inesperado. La serpiente muere y el tejón parece llevarse el triunfo de esta batalla a tres bandas.
Pero realmente no es un hecho tan fortuito si tenemos en cuenta la reputación que en la naturaleza se ha ganado este mamífero.
Los rateles son considerados el «paradigma de la ferocidad», ya que hacen reflejo de ella en cada acto. Son tenaces, resistentes y nunca dejan escapar una presa.
Su dieta pasa desde grandes presas a, en ocasiones, carroña, aunque su plato preferido lo encuentra destrozando colmenas. Su costumbre de saquear colmenas para alimentarse de miel (de ahí su nombre) le ha llevado a enfrentarse con los apicultores, que a veces le disparan, le ponen trampas o lo envenenan.
Así entonces, la principal amenaza de esta especie (al igual que muchas otras) son los humanos. Por fortuna, la fiereza del tejón melero ha evitado que pase a engrosar aún más la lista de especies en peligro de extinción.