Entrar en un banco y pedir un préstamo es prácticamente una misión imposible. Mucho más si lo que queremos es que financien un proyecto o negocio. De hecho, muchos emprendedores ni siquiera se plantean la opción de un crédito, porque saben que o bien no se lo van a conceder o les pedirán demasiadas garantías.
No obstante, hay alternativas a las entidades bancarias para conseguir los fondos. Dependiendo de la magnitud del proyecto se puede escoger entre una u otra opción.
La fórmula FFF
Las tres F se corresponden a las siglas en inglés para familiares, amigos y locos. Es decir, que se recurre a los más allegados de nuestro círculo para que sean quienes presten el dinero. Es la principal alternativa cuando se trata de un proyecto de poca envergadura o que está en una etapa inicial.
La ventaja que tiene es que es más fácil encontrar a alguien que preste el dinero. Sobre todo si se convencen de que el negocio va a funcionar. También suele estar exento de intereses y no ajustarse a un plazo estricto. El problema es que si el proyecto no sale adelante, podemos acabar por romper las relaciones, lo cual cuando se trata de familia es aún más traumático.
Ángeles inversores
El inversor de tipología angel business es normalmente una persona que cuenta con capital para apoyar proyectos de diversos tipos, aunque también puede ser una entidad. En estos casos habrá que demostrar la viabilidad del proyecto y posibilidades reales de crecimiento en el futuro, y suelen fijarse en negocios que ya han comenzado.
El ángel inversor presta el dinero a cambio de participar en el negocio. Lo bueno es que también suele ayudar a quienes están desarrollando la idea a alcanzar los objetivos marcados. Después, suelen vender su parte para recoger beneficios una vez que consideran que les interesa. Muchas empresas tecnológicas han financiado sus proyectos a través de este sistema.
Subvenciones y ayudas estatales
Dependiendo del sector al que se dirija el proyecto, puede que haya algún tipo de subvención o ayuda para emprender. Algunas de ellas son a nivel nacional, mientras que otras las gestionan las comunidades autónomas.
Para acceder a estas subvenciones se deben cumplir una serie de condiciones, que se publican junto con otra información al respecto. Si cumples con ellas, puedes tratar de financiarte de este modo.
Lo positivo de esta fórmula es que puedes encontrar ayudas a fondo perdido o préstamos a muy bajo interés y un plazo de devolución largo. No obstante deberás tener paciencia, ya que a menudo tardan bastante en concederse e ingresar el dinero. También suele ser obligatorio mantener la actividad durante un plazo de tiempo, de modo que si el negocio no funciona y hay que cerrar se tiene que devolver el dinero. Por eso es importante hacer muy bien las cuentas antes de solicitar alguna ayuda o subvención.
Encontrar un socio capitalista
Esta posiblemente sea la fórmula más antigua de todas. Buscar a alguien que tenga dinero, pero no una idea para rentabilizar el capital. Uniendo fuerzas, se puede conseguir que el proyecto salga adelante. Puede tratarse de alguien conocido o de una persona que responde a un anuncio.
Para evitar problemas, es muy importante fijar bien los roles de cada uno. En caso de que solo uno aporte el capital o de que ponga la mayor parte, seguro que querrá tomar decisiones que afecten al negocio. También suele ocurrir que sólo quien tenga la idea ponga el esfuerzo, mientras que el socio simplemente espere ver crecer sus beneficios. En cualquier caso, es mejor dejarlo todo claro y por escrito para que no haya malos entendidos más adelante.
Crowdfunding
También llamado micromecenazgo, consiste en lograr que muchas personas hagan pequeñas aportaciones hasta conseguir el dinero suficiente para lanzar el proyecto. Aunque hoy está sujeto a un regulación bastante estricta, muchas ideas, sobre todo tecnológicas, se han convertido en realidad gracias a esta fórmula. También la han usado cantantes para grabar un disco o escritores que quieren publicar alguna obra. Lo que importa sobre todo es que le intereses a suficiente gente como para que lo apoyen.
Estas 5 fórmulas de financiación pueden ayudarte a poner en marcha tu idea de negocio. ¿Has puesto alguna de ellas en práctica? ¿Por cuál te gustaría empezar?