Hay personas que no dominan muy bien el sentido de la orientación. Pueden llegar a dar grandes vueltas para llegar a un sitio, incluso cuando existe una vía más corta. ¿Eres uno de ellos?
También están los orgullosos que afirman no haberse perdido, sino estar algo fuera de orientación. Catherine Loveday, neuropsicóloga de la Universidad de Westminster, ofrece consejos para personas que suelen enfrentar este tipo de situaciones.
Planifica tu ruta
Google Maps ofrece la opción streetview. Lo ideal es revisarlo con anterioridad o mirar fotografías del sitio e imaginarse en esa localización.
En base a ello, se pueden establecer puntos de referencias. En especial, cuando se trata de los cruces que hay que tomar. La memoria los recordará y evitará las pérdidas innecesarias.
Tranquilízate
La preocupación en extremo reduce la capacidad del cerebro de ubicarse. Esto se debe a que se aumenta la carga cognitiva. Por lo que es recomendable bajar los niveles de ansiedad.
Una buena forma de hacerlo es al planificar previamente la ruta.
Concéntrate
Existen distracciones comunes, como mirar el móvil o perderse entre pensamientos. Esto también afecta a la orientación. Por eso, es importante prestar atención al camino que se está tomando y a todo aquello que rodea a la persona.
Busca puntos de referencia
Si algún detalle del entorno capta la atención, es importante tomarlo como punto de referencia. Debe ser distintivo. Lo más común es notar el edificio más alto.
Conocer la ubicación en base a ese punto ayudará a conseguir la ruta de regreso cuando sea necesario.
Observa lo que tienes detrás
Mirar adelante es importante. Pero aquellos que también se fijan en lo que dejan atrás pueden llegar a ubicarse mejor.
Suele ser una buena técnica para las personas que requieran tomar el mismo camino para regresar.
Crea recuerdos
Sucede lo mismo que en el caso anterior. Es una técnica que resulta útil para memorizar el camino de vuelta. Recordar detalles, como un sonido particular, puede aclarar la memoria y generar asociaciones del lugar con un recuerdo. Lo que facilita el reconocimiento de la ruta en caso de que sea necesario volver a realizarla.
Toma fotografías
En ocasiones, es necesario utilizar herramientas externas para ayudar a la memoria. Por lo que tomar fotos en áreas que es necesario volver a transitar resulta útil. Algunos opinan que estas imágenes estáticas ayudan más al sentido de la orientación que la grabación de vídeos.
Recuerda tus pasos
Para mejorar el sentido de la orientación, lo mejor es hacer un recuento mental paso a paso de la vía que fue tomada una vez que se haya terminado el trayecto. Es un ejercicio mental que permite fortalecer las vías neuronales y reforzar los recuerdos.
Si todo falla, el GPS del móvil suele ofrecer una solución. Pero esa confianza extrema en los dispositivos tecnológicos puede afectar el sentido propio de la orientación.
¡Buen camino!