A estas alturas, no es ningún secreto que el mundo digital tiene una importancia capital en nuestras vidas. Durante los últimos años, hemos vivido una implantación vertiginosa del sector virtual en nuestro día a día, hasta convertirse en una parte fundamental de nuestra cotidianidad, tanto en lo que tiene que ver con el trabajo, como cuando hablamos del ocio.
Para muchos científicos, en este preciso momento nos encontramos en un punto de inflexión de tal envergadura que podría compararse con la invención de la rueda, el descubrimiento del fuego o el nacimiento de la imprenta. Muy pronto, las empresas tecnológicas nos ofrecerán dispositivos tan atractivos como gafas de realidad virtual pequeñas y accesibles, diademas que podrán conectarse directamente con nuestro cerebro o artilugios inteligentes que se encargarán de gestionar nuestros hogares y automóviles.
Por supuesto, existe una importancia evidente en cómo se producen estos cambios y en cómo los adaptamos a nuestras vidas; pero cabe preguntarse por qué, cuál es el motivo que lleva a las empresas tecnológicas a invertir cada día más dinero en investigación y desarrollo para crear hardware y software que nos permita vivir experiencias cada día más reales e inmersivas a través de sus dispositivos y aplicaciones. La respuesta es sencilla, pero esconde complejidad: somos los propios compradores quienes motivamos esta evolución del mercado tecnológico.
Desde hace años, el ser humano ha expresado abiertamente sus anhelos de disponer de una realidad virtual que sea lo más parecida a la experiencia física, y lo ha hecho a través de la literatura, el cine, las series de televisión… y también a través de nuestras tendencias a la hora de comprar productos y consumir servicios.
Este afán por adentrarse en el mundo virtual se ha materializado en diferentes sectores de maneras obvias. No hay más que ver cómo ha ido evolucionando, por ejemplo, la industria los juegos de casino. Plataformas como VegasSlotsOnline, donde encontramos una gran variedad de tragamonedas gratis, infinidad de reseñas sobre casinos y una experiencia cada día más variada y realista constituyen una buena muestra de ello. Los desarrollares han hecho tan bien su trabajo, a la hora de proporcionar al usuario una experiencia cada vez más parecida a la real, que el sector se ha convertido en uno de los que más crece dentro del mundo del ocio digital, convirtiéndose en una alternativa mucho más popular que los establecimientos físicos, y también en un negocio mucho más rentable.
Sin duda, otro de los sectores que destaca especialmente a la hora de intentar saciar la sed virtual de los usuarios es el mundo de los videojuegos. Cuando plataformas de referencia como Vandal se detienen en describir los juegos con mejores gráficos de 2022 queda patente esta intención por parte de los desarrolladores de proporcionar una experiencia audiovisual que no solo se parece a la realidad, sino que en muchas ocasiones la supera, tanto en lo que respecta a la percepción de los detalles como en lo que tiene que ver con la propia experiencia del usuario, que suele ser más excitante y atractiva de lo que normalmente es su vida cotidiana. Aspectos fotorrealistas, repletos de detalles; paisajes mágicos de ensueño, dignos de algunos de los clásicos de ciencia ficción, e historias muy elaboradas, con guiones llevados cabo por auténticos profesionales.
Durante los próximos años, veremos cómo esta tendencia continúa creciendo gracias al Metaverso y a los diferentes dispositivos de realidad virtual que están en desarrollo. No es ningún secreto que todos los gigantes tecnológicos están destinando ingentes cantidades de dinero para poner en el mercado el dispositivo que termine de cautivar al gran público. El Metaverso será la plataforma, el papel donde se escribirá esta evolución; y los dispositivos de realidad virtual serán la herramienta que posibilite su importancia.
Solo nos queda por descubrir cómo se sucederán estos avances, probar los diferentes dispositivos que saldrán al mercado durante los próximos años y ver si el paradigma digital cambia tan rápido como se espera.