Todas las personas han sufrido, al menos un par de veces en la vida, los molestos dolores de espalda. Es un malestar bastante común, tanto es así que afecta a más de 540 millones de personas alrededor del mundo. Sin embargo, hay un par de cambios sencillos que pueden aplicarse para mejorar esta situación.
Por ejemplo, se pueden mejorar los elementos de descanso o realizar actividades que ayuden a aliviar las afecciones musculares. Es muy común que el primer cambio que se recomiende sea comprar un nuevo colchón ortopédico, como los colchones Hypnia, ya que la calidad de la cama en la que dormimos es clave para evitar malas posturas que desencadenen molestias en el cuerpo.
Descansar al estilo de la Bella Durmiente
Los dolores de espalda, lumbagos o problemas cervicales pueden tener diferentes orígenes. Sin embargo, es bastante frecuente encontrar entre las causas el levantamiento excesivo de peso, permanecer sentado en malas posturas por largas horas y un descanso inadecuado.
Muchos usuarios no le prestan atención suficiente a la calidad de sus colchones, a su higiene de sueño o las posiciones en las que se realizan actividades importantes. Para el año 2020, solo la mitad de la población aseguraba estar satisfecha con la calidad del sueño que tenían.
Si sufres dolores de espalda pero ya fuiste al médico para determinar que el problema no deriva de complicaciones médicas o afecciones psicológicas (como estrés o ansiedad), no es mala idea revisar el estado de tu colchón. El confort necesario para descansar al mejor estilo de la Bella Durmiente está relacionado con la calidad del espacio destinado para que el cuerpo repose toda la noche.
Se recomienda que cada diez años, aproximadamente, se renueven los colchones del hogar. Esto se hace para preservar la efectividad, el soporte y los objetivos de cada una de estas piezas. Cada tipo de cuerpo, cada rutina de vida y las necesidades especiales de cada persona van a determinar si se necesita de una cama más flexible, más firme, con más o menos soporte cervical, o incluso el tipo de tecnología implementada.
La actividad física como remedio natural para el dolor
Como mencionamos anteriormente, algo que puede ayudar notoriamente a evitar los dolores de espalda es la actividad física. Algunos beneficios del deporte se asocian directamente a la movilidad muscular, a las articulaciones y a la corrección de posturas.
La mayoría de los expertos en materia de rehabilitación física coinciden en que la natación es ideal para este tipo de casos. Los movimientos rítmicos y coordinados, sumados a la estimulación de los músculos en un entorno de bajo impacto convierte a esta disciplina en el deporte rey para prevenir lesiones en la columna vertebral.
Pero no se trata de solo salir a nadar en ocasiones, sino de hacer conciencia del estado físico propio y de las necesidades particulares. Es importante combinar una vida activa, un descanso apropiado y una vida saludable. Las prácticas deportivas sin contacto, de tonificación o estiramiento son las más recomendadas para prevenir molestias en la zona lumbar.
Alternativas caseras que pueden ayudar
Comprar un nuevo colchón o empezar una rutina de estiramientos constantes son las alternativas más recomendables para prevenir, evitar y tratar los dolores de espalda (siempre que estos no tengan como origen alguna patología determinada). Sin embargo, percibir los resultados es estas medidas es un proceso a medio plazo. No es una mejora inmediata.
Pero mientras el cuerpo comienza a sentir los efectos, hay un par de cosas que pueden hacerse en casa para aliviar los malestares musculares en esta área. Es importante recordar, por supuesto, que estas son recomendaciones genéricas y que no reemplazan un diagnóstico médico profesional.
Algunos remedios o prácticas fáciles que pueden aplicarse desde casa, son las siguientes:
1. Terapia de calor y frío
Esta es la estrategia de toda la vida para cuando existe un dolor. Consiste en alternar compresas de calor y frío en la zona afectada (la parte baja de la espalda, por ejemplo) para reducir la molestia.
2. Usar una crema analgésica o probar con tratamientos tópicos a base de árnica
Estos productos son fáciles de encontrar en las farmacias y ofrecen un alivio temporal de la zona que adolece.
3. Reposar sobre una superficie plana
En ocasiones el dolor de espalda proviene de malos movimientos que afectan la postura de la columna vertebral. Especialmente si se pasa mucho tiempo sentado. En estos casos es buena idea recostarse sobre una colchoneta, esterilla de yoga o incluso el suelo, con la espalda pegada totalmente a la superficie. Esta postura ayuda a recuperar la posición correcta.
4. Meditar o descansar
A veces las molestias musculares tienen su origen en una situación de estrés, ansiedad, angustia o preocupación. A veces solo suceden por haber pasado una mala noche. En estas situaciones es bueno tomarse un momento para escuchar el cuerpo y dedicarse unos minutos a estar en paz, meditar, respirar profundamente e intentar descansar un poco.
Lo primordial de un dolor, sea cual sea la razón de ser, es entender por qué se produce y cómo puede afrontarse. En el caso de los dolores de la zona cervical o lumbar, una vez que se descarten las patologías médicas, es posible llegar a una solución adecuada con solo aplicar un par de cambios en la rutina.