Tras las primeras semanas en las que la rápida propagación del coronavirus paralizó todo, en la fase de desescalada, la actividad económica normal se intenta retomar para seguir donde se quedó.
Es el caso de la empresa de servicios inmobiliarios Renta Corporación en Barcelona que ha reanudado las operaciones que se habían quedado paralizadas en la segunda semana de marzo.
La COVID – 19 transformará el uso de los edificios
Las consecuencias de la COVID – 19 se han visto en todos los sectores, también en el inmobiliario, pero no sólo por la congelación de grandes operaciones o la paralización de los movimientos en el mercado si no también ha marcado – o marcará – la nueva ruta que seguirá el mercado en los próximos años.
Las grandes ciudades, sobre todo Barcelona y Madrid, van a ser en las que se vean más estas transformaciones porque tendrán que adaptarse a esa nueva normalidad de la que se habla constantemente en tertulias familiares y en medios de comunicación.
Esta adaptación es transversal y va desde la planificación urbanística hasta la forma que tienen los habitantes de interactuar con todo lo que encierra la ciudad.
Este nuevo contexto se regirá ,sobre todo, por la resiliencia que inundará todas las esferas de la vida pública y privada, también en el uso que se dé de los espacios, con lo que se estima que las operaciones de compra – venta de edificios sean mucho más ágiles, porque esa flexibilidad se trasladará también a su uso y transformación.
Renta Corporación, que creó un comité de crisis apenas se produjo el estallido de la COVID -19 y que también ha retrasado su junta general de accionistas de abril a junio de forma telemática, ha retomado su actividad de forma paulatina en un ambiente marcado por esa fuerte flexibilización.
25 años de experiencia adaptándose a las necesidades del mercado
La compañía cerraba 2019 con un margen en las operaciones de cerca de 30 millones de euros, habiendo crecido en un 12 % respecto a 2018. Entre las operaciones más destacadas durante ese año han sido las realizadas en Barcelona – Provença, Pelai-Tallers, Passatge de la Pau, Gran Vía, Badajoz, y Rosselló, diversificando su actividad de compra de edificios para los sectores de oficina, comercial y residencial.
En este último, cabe destacar en Madrid las operaciones de Vivenio en Avenida San Luís, Vallecas y Nuevo Mahou-Calderón.
La cartera de Renta Corporación cerraba en diciembre de 2019 en 211,3 millones de euros, aumentando casi en un 60 % su valor respecto al año precedente. Es probable que el impacto de la COVID -19 no deje indiferente las operaciones de venta de edificios, pero el mercado da pequeños signos de recuperación en torno a esa transformación que se dará de oficinas que se conviertan en hoteles o viceversa o espacios polifuncionales.
En este sentido, los más de 25 años de trayectoria de Renta Corporación transformando edificios y dotándoles de un gran valor añadido que va al encuentro del cliente y las necesidades del mercado, será la principal baza de la empresa, ya acostumbrada a anticiparse y a exprimir las oportunidades que ofrece el mercado.
