El covid-19 ha representado uno de los más grandes retos de la época, no solo a nivel personal sino económicamente hablando. Por esta razón es necesario que PYMES y emprendedores se reenfoquen por igual en atacar las nuevas necesidades de los clientes, reinventándose para sobrevivir.
Emprender en tiempos de pandemia es posible, pero requiere un cambio de paradigma considerable, planificación, buena gestión financiera y no temer a la tecnología.
A continuación, algunos consejos vitales para el emprendedor poscovid:
Partir de una nueva necesidad
El Covid ha traído grandes cambios que seguramente se volverán parte de las costumbres arraigadas en el ser humano, por ende, al plantearse un nuevo emprendimiento es importante considerar qué nuevas necesidades tienen los clientes que, además, se puedan cubrir con lo que se tiene a la mano.
Este es un punto de partida sólido, ya que la aparición de nuevas variantes amenaza con eliminar los vestigios de los negocios convencionales. Ir por lo clásico puede que no sea lo mejor justo ahora.
No importa si se tiene una PYME establecida o un emprendimiento en marcha, siempre se puede reorientar hacia la nueva realidad.
Definir el proyecto
Para sobrevivir en pandemia, un emprendedor o pequeño empresario debe comenzar a definir un proyecto sólido, presupuestar y establecer un plan de acción que pueda controlar.
Esto puede parecer básico, pero cuando se aplica en actividades que ahora son imposibles a causa de la pandemia, se llega a descubrir que el nivel de reeducación de clientes y personal es complejo.
Para conseguir los mejores porcentajes de éxito, la organización y los planes definidos son fundamentales.
Buscar financiación
Se entiende que para muchas empresas y emprendedores el capital necesario para reinventarse no es algo que se puedan permitir de la noche a la mañana.
Las soluciones más atractivas resultan ser los microcréditos: fáciles de conseguir y pensados para financiar proyectos a largo plazo, lo que le permite al negocio tomar forma.
Como consejo general hay que enfocar los créditos hacia perspectivas reales como, por ejemplo, establecer un límite de intereses que se puedan cubrir incluso antes de poner la idea en marcha.
Reforzar los hábitos de ahorro
Aunque cueste creerlo, muchas buenas ideas han fracasado por malos hábitos financieros, que no eran un problema antes, pero que resultan devastadores en tiempos de pandemia.
Para que un emprendimiento surja es importante mantener un control mucho más estricto en el dinero y reeducarse en cómo manejar las finanzas en tiempos de pandemia.
Mantenerse apegado a los presupuestos, economizar materiales, reciclar y apostar por la fidelización de clientela pueden ser buenos ejemplos.
Diversificar los ingresos
En la variedad está la fortaleza financiera. Crear emprendimiento o modelos de negocios basados únicamente en un solo ingreso es letal para cualquier marca, sobre todo en esta época tan volátil.
Aunque pueda sonar un poco drástico para algunos nichos en particular, la implementación de plataformas tecnológicas puede ser una gran ayuda.
El establecimiento de una marca en la red para promocionar contenido o anuncios, la creación de vínculos comerciales con afines (no competencia) y la creación de bienes personalizados son alternativas bastante populares.
Enfocarse en los entornos digitales
Finalmente, es crucial concordar en que la digitalización se ha convertido en un proceso obligatorio para todas las marcas, de cualquier tamaño.
La presencia en medio digitales, la creación de apps, el diseño de una página web, aceptar todos los métodos de pago posibles, asociarse con medios de entrega y plantearse la asesoría digital (en caso de profesionales de cualquier área) suelen ser opciones ganadoras.
En conclusión, es vital para todo emprendedor concentrarse en los desafíos de la nueva época y las barreras a las que sus clientes se enfrentan todos los días para plantear soluciones acordes y crear planes serios que puedan hacerlas posibles.