Ante determinadas circunstancias en la vida cotidiana un préstamo puede llegar a hacerse necesario. Por ello existen distintos tipos de préstamos, algunos más adecuados para ciertas situaciones que otros.
Existen distintos tipos de préstamos que pueden ser útiles para distintos tipos de situaciones. Por sus características, algunos son más adecuados para cubrir importes más grandes, mientras que otros se destinan a gastos imprevistos que no suponen considerables cantidades de dinero.
Por las diferencias que unos y otros presentan es recomendable conocer sus particularidades antes de decidir solicitarlos, y saber qué condiciones presenta cada cual.
Los préstamos
En primer lugar, están los préstamos tradicionales. Como los demás son operaciones financieras mediante las cuales una entidad financiera le otorga a una persona física o jurídica una cantidad determinada de dinero.
Con esta operación, se establece un acuerdo entre las dos partes en el que pactan los intereses y comisiones (en el caso de que las hubiera), el valor de las cuotas y el plazo de tiempo para su devolución.
Es común que éste tipo de operaciones sean utilizadas para cubrir inversiones de dinero importantes, como la compra de un vehículo, el pago de cuotas estudiantiles, la construcción de una casa.
Ahora bien, muchas veces los préstamos suelen confundirse con los créditos. Aunque son operaciones similares presentan algunas diferencias importantes. Los préstamos, por su parte, suponen una cantidad fija de dinero que debe ser devuelta obligatoriamente en un tiempo predeterminado. Su devolución suele realizarse con cuotas regulares, y por lo general, se extiende a un largo plazo.
Al ser solicitado en un banco, es usual que el préstamo venga acompañado de intereses, aunque también es posible acceder a préstamos rápidos sin intereses.
A estos puede accederse usualmente mediante entidades o agencias con modalidad online, y permiten al cliente disponer del dinero de manera inmediata, mientras que al ser otorgado por un banco puede llevar semanas, o incluso meses.
Minicréditos
A diferencia de los préstamos y los créditos, los minicréditos se emplean en el corto plazo, y suponen importes menores que no suelen superar los 900 euros, aunque pueden llegar a variar dependiendo de la entidad.
Al significar un costo menor la devolución puede ser solicitada por parte del banco o prestamista en un sólo pago. Los minicréditos pueden ser fáciles de confundir con los microcréditos. Aunque lleven nombres similares, su principal y más importante diferencia radica en el importe. Los microcréditos pueden llegar a elevarse a los 3000 euros.
Es más sencillo acceder a los mini créditos inmediatos porque no implican las mismas complejas gestiones que otro tipo de operaciones. Están pensados especialmente para simplificar la devolución de los clientes y que éstos no acaben en situación de deuda.
Además, se usan para situaciones urgentes e imprevistas, como la reparación de algún aspecto del hogar o la reposición de un electrodoméstico para la que no se tiene el dinero en ese momento. Por ese mismo motivo, se aconseja no hacer un uso recurrente de los minicréditos.
Los créditos
Como mencionamos es usual la confusión entre los préstamos y los créditos. Ahora que hemos aclarado en qué consiste un préstamo, podemos especificar que, en el caso de la otorgación de un crédito, la entidad o banco se encarga de abrir una cuenta para el solicitante.
Será en esta cuenta donde depositarán el capital acordado y a través de la cual el cliente irá retirando las cantidades que pueda necesitar. Normalmente, después pagará el crédito de manera periódica con los intereses pactados por la entidad. Contrario a lo que pueda pensarse, conseguir créditos rápidos y faciles no conlleva ningún tipo de dificultad.
Como sucede con otros tipos de operaciones es posible obtenerlos de distintas maneras y te recomendamos hacerlo a través de agencias online.
Muchas veces veces es más fácil acceder a una más amplia variedad, mayor flexibilidad en los plazos de devolución, y pudiendo elegir las condiciones de la misma.
