Recientemente, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha generado preocupación al clasificar un utensilio de cocina, que todos usamos diariamente, como un agente cancerígeno. Se trata de un material que se encuentra en la mayoría de las sartenes y ollas. Tras analizar este componente, la OMS ha descubierto que puede liberar sustancias químicas perjudiciales para la salud.
El material en cuestión es el perfluorooctanoico (PFOA), un polímero desarrollado en los años 40 que revolucionó el mercado de los utensilios de cocina. Su capacidad para resistir el calor y repeler casi cualquier tipo de sustancia lo convirtió en un elemento clave en la fabricación de sartenes y ollas.
A pesar de sus claras ventajas, los peligros relacionados con el PFOA, especialmente en cuanto al desarrollo del cáncer, no son tan conocidos por la población general. Cuando estos utensilios, recubiertos con perfluorooctanoico (PFOA), son expuestos a temperaturas superiores a 260°C, el recubrimiento empieza a degradarse, liberando compuestos cancerígenos.
Los riesgos asociados al PFOA
Uno de los mayores peligros de las sartenes que contienen este material es la liberación de sustancias perfluorooctanoicas (PFOAS). Diversas investigaciones han demostrado que estos compuestos tienen efectos negativos para la salud. Las sustancias perfluorooctanoicas (PFOAS) son conocidas como «químicos eternos» debido a su dificultad para descomponerse, tanto en el medio ambiente como en el cuerpo humano.
Este compuesto se libera al someterlo a calor, lo que aumenta el riesgo de desarrollar diversos problemas de salud, incluyendo algunos tipos de cáncer. Por esta razón, varios países han comenzado a regular su uso, y muchas compañías han decidido fabricar utensilios sin estos químicos. Sin embargo, aún se encuentran presentes en numerosos hogares de todo el mundo.
La decisión de la OMS de clasificar este material como un posible cancerígeno se basa en estudios a largo plazo que evidencian los efectos perjudiciales de las sustancias químicas empleadas en su producción. No obstante, es importante señalar que el riesgo de desarrollar cáncer no es inmediato. El verdadero peligro se encuentra en la exposición prolongada y el mal uso de las sartenes.
¿Cómo reducir el riesgo?
A pesar de los riesgos potenciales, no es necesario alarmarse ni deshacerse inmediatamente de todas las sartenes que contengan perfluorooctanoico (PFOA). Para continuar utilizándolas de forma segura, basta con evitar someterlas a temperaturas extremadamente altas. De este modo, el perfluorooctanoico (PFOA) no se descompondrá, ya que solo lo hace al superar los 260°C.
Además, es fundamental no calentar las sartenes vacías y utilizar siempre fuego medio o bajo cuando cocines con este tipo de material. También es recomendable emplear utensilios de cocina como espátulas de madera o silicona para no rayar las sartenes, ya que los utensilios metálicos pueden dañar el recubrimiento y provocar que se libere el PFOA.