Especialistas de España detectaron cuáles son los microbios más habituales que suelen alojarse en la superficie de los ‘smartphones’. El calor que emiten estos aparatos, el contacto frecuente con áreas contaminadas al que se exponen y la rutina de estar llevándolos a todo lugar proporcionan el ambiente ideal para el desarrollo de una gran variedad de bacterias con gran potencial de riesgo para la salud, según señaló en 2019 la doctora Mikele Macho, integrante de la Asociación de Microbiología y Salud de España.
La especialista, quien desempeña el cargo de médica adjunta del Hospital Universitario de Basurto (País Vasco), explica:
Los dispositivos móviles están compuestos de superficies lisas e irregulares, a menudo protegidos con protectores de plástico, que generan nichos donde puede acumularse suciedad y sudor. Además emiten calor, por lo que propician condiciones favorables para el crecimiento de microorganismos.
Macho indica que entre los agentes infecciosos más comunes sobresalen muchos tipos del género “Staphylococcus”, al que se le atribuyen enfermedades de la piel como la celulitis y el impétigo e infecciones del canal del oído externo.
La doctora resalta que en menos proporción se identificaron microorganismos del género “Streptoscoccus”, que se establecen en las mucosas mediante la nariz o la boca, causando neumonía o faringitis. Además, la deficiente limpieza de las manos después de hacer uso del baño y el hecho de tomar inmediatamente el móvil es causante de la presencia de enterobacterias como la ‘Salmonella’ o la ‘Escherichia coli’, reconocidos agentes de infecciones en el intestino.
Gérmenes como ‘Pseudomonas aeruginosa’, ‘Acinetobacter baumanii’ o ‘Klebsiella penumoniae’, fueron también identificados en las pantallas de los teléfonos. Estas bacterias hacen parte de un género responsable de enfermedades infecciosas oportunistas, llamadas así porque generalmente atacan a las poblaciones más vulnerables o en estado de depresión inmunológica.
La norma preventiva de “mayor importancia”
Investigaciones han comprobado que los móviles, aparte de ofrecer las condiciones propicias para albergar bacterias, pueden también actuar como transmisores de virus y hongos en el entorno, afectando principalmente las vías respiratorias en temporada de epidemias.
De cualquier modo, la doctora Mikel Macho concluye que la norma preventiva más efectiva e importante para reducir el riesgo de infección pasa por un adecuado aseo personal, y más aún cuando se trata de las manos, las cuales deben mantenerse limpias con agua y jabón durante la jornada diaria. Por otra parte, es fundamental desinfectar el teléfono móvil con cierta frecuencia empleando un paño de microfibra humedecido con alcohol.