Actualmente ya no podemos vivir sin el agua caliente. No en vano, los fabricantes nos ofrecen diversas alternativas para disfrutar de una buena ducha caliente después de un día de mucha actividad. Y es que, cada vez es más sencillo cubrir esta necesidad en el hogar.
En el mercado existen distintas prestaciones para todos los gustos, desde calentadores a gas hasta modelos eléctricos. Las calderas de gas suelen ser más complejas, mientras que los eléctricos disponen el agua caliente inmediatamente. Un calentador eléctrico instantáneo tarda de 2 a 3 minutos en calentar el agua. Sin duda, es una comodidad a la que difícilmente podríamos renunciar.
Pero, además del tiempo y la comodidad existe otra justificación por la que deberías considerar la compra de un calentador de agua ¿Sabías que ducharte con agua caliente puede ser beneficioso para tu cuerpo y mente? Aquí te presentamos 6 razones.
Relaja los músculos del cuerpo
Una buena ducha de agua caliente puede servir como terapia. Con una temperatura que no supere los 37 grados y que no dure más de 15 minutos, viene muy bien para relajar tus músculos. Esto es posible porque hace que los vasos sanguíneos se dilaten y haya mayor oxigenación.
También puede aliviar el dolor muscular y el cansancio por actividades cotidianas como subir escaleras o cargar objetos pesados. El agua caliente actúa como un relajador natural que además te ayuda a desinflamar los músculos contracturados por el estrés.
Reduce la fatiga de tu cerebro
Nuestro cerebro también necesita descansar ya que todo el tiempo estamos pensando, interpretando lo que vemos o tomando decisiones, lo cual deriva en cansancio mental.
La forma más común de liberarnos es haciendo ejercicio, pero también podemos relajarnos mediante un baño de agua caliente.
Descongestiona tus fosas nasales
Bañarte con agua caliente es perfecto en época de frío, cuando eres más propenso a enfermarte. Esto te ayudará a descongestionar las fosas nasales y sentirte mejor.
Calma la ansiedad
Debido a que una ducha caliente calma los músculos y la mente, también sirve como tratamiento contra el estrés y la sensación de ansiedad. En España, el 42 % de los habitantes sufre estrés con frecuencia. Así que esta rutina se convierte en una perfecta alternativa para relajarnos.
Sirve como exfoliante
El agua caliente abre tus poros sin irritar la piel. Esto también permite que tu cuerpo elimine toxinas. Al final usa agua fría para ayudar a cerrar los poros y complementar la exfoliación. Por último, necesitas secar tu piel delicadamente para no maltratarla.
Estimula la circulación
El agua caliente dilata los capilares sanguíneos de tu cuerpo, por tanto, la sangre realiza una mejor oxigenación de las células. Para aumentar el estímulo a la circulación y al sistema linfático puedes utilizar una esponja para recorrer tu cuerpo.