La biomasa como combustible ecológico y sostenible

Debido a que la protección ambiental es una acción que incluye a todas las personas y cada vez se hace más urgente, diferentes empresas se han unido al movimiento verde para generar productos que sean ecológicos y sostenibles.





Las calderas de biomasa han sido una solución efectiva para atender la demanda de calefacción y agua caliente sanitaria a hogares e industrias. Son una fuente de energía renovable y desde un punto de vista del ahorro, reducen el consumo de energía eléctrica, volviéndose más económica.

Una fuente de energía alternativa

Al hacer referencia a la biomasa, se tienen en cuenta las diversas materias orgánicas que son producidas por las plantas o los animales, como las hojas de los árboles, los frutos secos, la madera, el excremento de animales y muchos otros desechos.

Ahora bien, desde un enfoque de producción ecológica, la biomasa es el proceso que se le aplica a toda esa materia orgánica para generar energía, que a su vez se aprovecha para transformarla en combustible.

En la actualidad, la biomasa es una fuente de energía alternativa que tiene un gran potencial y su crecimiento cada día es más notorio, siendo éste uno de los recursos renovables que más se utiliza en el mundo.

¿En qué se aplica la biomasa?

Este recurso se utiliza generalmente como combustible para la producción de energía térmica y eléctrica, bien sea para producir agua caliente o dar calefacción a los hogares, ahorrando dinero y contribuyendo con el medio ambiente.

La caldera de agua caliente de biomasa es cada vez más utilizada en los hogares o en sistemas colectivos para surtir a cada una de las viviendas, y que a su vez los habitantes tengan una vida sostenible. Asimismo, estas calderas son más económicas que las habituales y consumen menos energía eléctrica.

La aplicación de la biomasa también es dirigida a la generación de vapor con calderas diseñadas para esto, también existen las de aceite térmico y los generadores de aire sobrecalentado. 

Clasificación de calderas de biomasa

De manera general existen cuatro tipos:

  • Las convencionales adaptadas, que son las más antiguas y se usaban con carbón o pellets. Aunque son económicas, su rendimiento es menor que los otros sistemas.
  • Las estándar son bastante eficientes y tienen sistemas de limpieza automatizados, originalmente el combustible que utilizan son los pellets.
  • Las mixtas tienen la peculiaridad de funcionar con varios tipos de biocombustibles, por lo que pueden cambiarse de uno a otro sin ningún problema.
  • Las calderas de condensación son más pequeñas y solo funcionan con pellets. Utilizan un intercambiador para calentar el agua y así poder recuperar la energía, ahorrando mucho combustible.

También existen varios tipos de biomasa que se deben tener en cuenta para saber cuál es la mejor para la caldera:

  • La natural, que viene directamente de la naturaleza, puede ser intervenida, como las hojas o las cáscaras de frutos secos.
  • La residual, que se obtiene de los deshechos de trabajos agrícolas, ganaderos o industriales.
  • Los cultivos energéticos, por su parte, son combustibles tratados, derivados de productos agrícolas, como los aceites vegetales. El material que se utilice va a depender del tipo de caldera que se posea, ya que hay factores como la densidad, la cantidad de humedad y las cenizas, que pueden afectar el funcionamiento del sistema.

Ventajas de la biomasa como combustible

Es un material considerado como la fuente alternativa de energía más efectiva del mundo, utilizada tanto para la producción de calor como de frío. Pueden combinarse sistemas de energía solar para producir agua caliente, las calderas de biomasa generan calor auxiliar de las placas solares, por lo que siempre se dispone de energía renovable para cubrir la demanda de calefacción.

El precio de este combustible es más estable gracias a que no depende de mercados internacionales, siendo más económico porque es una energía limpia generada de recursos locales, lo que la vuelve inagotable. También, al extraer la biomasa forestal, se contribuye a la limpieza de los montes, previniendo incendios.

Y no conforme a esto, la generación de biomasa crea una gran fuente de empleo en las zonas rurales para todos los habitantes, lo que convierte a este material en la opción más rentable entre la energía ecológica, una fantástica alternativa para un mejor futuro.

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