La pintura y las manualidades con témperas son de ese tipo de actividad que nos traslada directamente a nuestra niñez. La razón de su amplio uso en escuelas primarias se debe a que la pintura al temple, como también se le conoce, es una excelente herramienta para que el niño en edad escolar explore su creatividad, a la par que descubre los colores y las formas.
Sin embargo, muchos creen que la témpera fue creada solo para el uso escolar. Lo cierto es que la pintura al temple tiene una interesante historia a cuestas y ha sido muy recomendada últimamente por parte de algunos psicológicos a los adultos, sobre todo en sesiones de terapia específicas.
¿Quieres adentrarte con tu pequeño o tal vez tú solo, en el mundo de las témperas? Te contamos cómo hacerlo.
La pintura al temple es más antigua de lo que imaginas
Gracias a la popularidad de la témpera en las escuelas durante el siglo XX, muchos hemos creído que se trata de una técnica de pintura novel, en comparación al óleo o la acuarela. En realidad, es el caso contrario.
Esta pintura es la manifestación pictórica más antigua que se conoce hasta la fecha. De hecho, se dice que el origen de la témpera se remonta al Antiguo Egipto y sus sarcófagos. Posteriormente, obtuvo mayor relevancia en las manifestaciones artísticas de estilo gótico y románico en Europa del este durante la Edad Media.
Fue hasta un tiempo después que la témpera fue desplazada por la pintura al óleo, procedente de Afganistán. Pese a ello, la pintura al temple siguió siendo usada en Grecia y Rusia para los íconos ortodoxos. ¿Sabías que existieron grandes artistas de la tèmpera? Algunos de ellos son Giorgio de Chirico, Thomas Hart Benton, William Blake, Otto Dix, Pyke Koch, Eliot Hodgkin y el artista de ciencia ficción John Schoenherr.
Sabiendo la importancia de la témpera en el mundo de las artes antiguas, tal vez sea momento de valorar mucho más este tipo de pintura no solo como una materia esencial en la educación de los más chicos, sino como la oportunidad perfecta para que puedan explorar su expresión artística y saber si es parte de sus vocaciones. En la papelería online de materialescolar.es encuentras un amplio catálogo de marcas y tipos de temperas para aprovisionar a los pequeños.
Características de la témpera a tener en cuenta
Una témpera de buena calidad se caracteriza por lo siguiente:
- Es fácil de mezclar: solo con los tres colores primarios, ya tienes para que tu pequeño y tú exploren juntos los tonos secundarios, y así sucesivamente hasta llegar a mezclar diferentes colores y tonalidades.
- Color brillante: las témperas tienen mucho pigmento, indistintamente de que sea un color claro u oscuro.
- Vienen en varios tipos y presentaciones: puede que el bote de témpera sea el más popular, pero existen témperas sólidas, otras más líquidas y también las hay de tubo.
- No son tóxicas: las témperas de uso escolar vienen identificadas como no tóxicas, lo cual quiere decir que han sido especialmente elaboradas con ingredientes y pigmentos seguros para los niños.
Cómo pintar con témperas
Antes de empezar, ten en cuenta que la pintura al temple seca muy rápido y su color se aclara al secar. Comienza por hacer algunas pruebas de color con tus hijos, diluyendo con agua, cuidando que el color no se vuelva muy líquido. Anímales a que mezclen algunos colores, enséñales a trabajar las sombras extendiendo colores oscuros a la derecha o izquierda de algún dibujo.
Para hacer la experiencia más enriquecedora no te límites al uso exclusivo de pinceles, emplea también los dedos y manos. Con un primer dibujo y habiendo despertado la curiosidad del niño, puedes darle para que realicen primero un dibujo como una cara, nubes o un sol y que luego la pinten. Pueden aplicar una primera y segunda capa y añadir detalles al secar con pinceles de distintos tamaños.
Más adelante, puedes incentivar a tu pequeño a experimentar decorando con sellos hechos con zanahorias, papas y otras verduras o pintando con pintura líquida, soplando por un extremo de una pajilla.
