Puede que muchos lo vean como solo un reloj, pero es común preguntarse por qué los relojes Rolex son tan extremadamente caros. Parece que estar catalogado en las tiendas bajo la etiqueta de lujo es suficiente para que un producto mantenga márgenes de costes a los que la mayoría de las personas no podrían acceder.
¿Verdaderamente se justifica su precio? La marca suiza es una de las más famosas en artículos de lujo en el mundo, reconocimiento que ha obtenido a lo largo de los años. Quien porte un Rolex se le considera una persona de éxito, además de poseer mucho dinero.
Por cierto, el proceso de desmontaje de un Rolex Submariner es muy interesante y se puede ver en el siguiente vídeo:
Observar cómo un relojero experto desarma meticulosamente lo que muchos considerarían una pieza de arte, en la que se engranan miles de pequeñas partes como se muestra en el vídeo, da cuenta de la complejidad de su ensamblaje y rigurosa fabricación. Los detalles únicos, la tecnología de avanzada y su diseño atrayente, solo demuestran que no se trata de un artículo “normal”, sino muy especial.
Otra cosa a tener en cuenta es el tiempo que la compañía dedica a la fabricación de cada uno de estos relojes mecánicos, difícil de superar por otro artículo debido a la calidad de sus partes.
Los elevados costes tienen mucho que ver con su ensamblaje perfecto y la exactitud de su rendimiento. Además, con la meticulosa fabricación y el material de sus piezas. Incluso en otras marcas, los relojes mecánicos también son muy costosos, pero en el caso particular de Rolex se agrega el diseño y la artesanía de su desarrollo interno.
Investigación y desarrollo tecnológico
Así como ocurre en el campo automotriz y en otras industrias del mercado de lujo, esta compañía de relojes dispone de un amplio laboratorio de investigación y desarrollo, donde sus ingenieros experimentan y perfeccionan la eficiencia del mecanismo de tiempo, avanzando en la renovación de técnicas de fabricación que los mantengan en la vanguardia tecnológica.
La calidad de cada una de esas pequeñas piezas debe estar comprobada, tanto que son sometidas a pruebas individuales de resistencia, para garantizar su perfecto funcionamiento. La sofisticación de sus procedimientos se demuestra con la utilización de elementos delicados como espectrómetros de gas y microscopios electrónicos.
Además de una mano de obra especializada de alto coste, desarrollar los ciclos del mecanismo interno del reloj también es caro. La utilización de pequeñísimas piezas elaboradas en Suiza, con delicados procesos de acabados y pulidos a mano, generan una elevada tasa de fallos durante la fabricación de cada parte y ensamblaje completo del reloj, lo que hace que se eleven los costes de producción.
La utilización de los mejores materiales es otra característica distintiva de estos relojes. Para empezar, utilizan el acero 904L, un elemento que es más resistente, brillante y, por lo tanto, más costoso que la aleación 316L, generalmente usada por otros fabricantes de piezas de lujo similares. La empresa no escatima en presentar un producto de fabricación casi exclusiva, agregando un componente de platino con chorro de arena en los números, diales hechos en oro blanco y biselados en cerámica.
Lo curioso de todo es que los relojes Rolex, aunque siempre han sido muy bonitos y tecnológicamente eficientes, no fueron tan costosos en sus inicios. Su cotización y preferencia entre el público comenzó a subir a partir de la década de los 60.
