Un grupo de científicos liderado por el reconocido David Sinclair, experto en antienvejecimiento de la Facultad de Medicina de Harvard, ha publicado recientemente un estudio . En este, se ilustra cómo una mezcla específica de sustancias químicas puede devolver a las células a un estado más joven en tan solo cuatro días.
Aunque la propuesta suena prometedora, hay que tratarla con cautela. Los resultados solo se han obtenido en células humanas de laboratorio, por lo que aún estamos a una gran distancia de poder comprobarlo en animales y mucho más lejos aún de realizar pruebas en seres humanos.
Este novedoso planteamiento captura sin duda la atención, aunque el hecho de que se haya logrado retroceder el tiempo en células individuales no implica que podamos mejorar los factores de salud vinculados con la edad en seres vivos.
Así lo anuncian Sinclair y otros 17 investigadores en la revista Aging:
Detectamos seis mezclas químicas que, sin comprometer la identidad celular y en menos de una semana, devuelven a las células a un estado juvenil y revierten la edad.
De este modo, la recuperación de la juventud celular no solo es posible por medios genéticos, sino también a través de la química.
Pero esta afirmación resulta audaz al extraerla del contexto celular, teniendo en cuenta lo temprano que se encuentra este estudio. Por tanto, no es sorprendente que ya haya polémica en torno a él. Profundicemos un poco más.
La investigación se centra en cómo las células pierden información a medida que envejecen, concretamente información epigenética.
Conforme envejecemos, nuestras células pasan de tener un potencial ilimitado cuando somos embriones a convertirse en un tipo específico de célula y, finalmente, a volverse senescentes, perdiendo su funcionalidad.
En 2012, Shinya Yamanaka y Sir John B. Gurdon ganaron el Premio Nobel al demostrar que este proceso puede revertirse. Descubrieron que la activación de los llamados factores Yamanaka (OCT4, SOX2 y KLF4) en mamíferos puede convertir las células adultas en células madre pluripotentes inducidas con potencial ilimitado.
Pocos años después, un conjunto de investigadores mostró que incluso la activación temporal de estos factores de Yamanaka en ratones aumentó la salud de los roedores.
Desde ese momento, se ha abierto una carrera por aplicar lo mismo en seres humanos, pero sin que las células se conviertan en cancerosas, lo cual es un peligro cuando las células adquieren la capacidad de dividirse indefinidamente.
El laboratorio de Sinclair ha obtenido resultados iniciales alentadores , utilizando los factores de Yamanka para restaurar la visión en ratones y monos con daño en el nervio óptico.
No obstante, todo este trabajo implica la terapia génica, es decir, la introducción de genes del factor Yamanka mediante un virus , lo que es costoso, controvertido y no está libre de complicaciones.
El desafío radica en encontrar una forma de obtener los mismos resultados utilizando productos químicos que puedan convertirse en un fármaco o una terapia. Este es el avance que Sinclair afirma haber realizado.
Hasta hace poco, lo máximo que podíamos hacer era retrasar el envejecimiento. Los nuevos hallazgos sugieren que ahora podemos revertirlo.
Este proceso ha requerido hasta ahora terapia génica, lo cual limita su uso generalizado.
Para superar este obstáculo, el equipo desarrolló un sistema para distinguir las células jóvenes de las senescentes.
En vez de centrarse únicamente en los factores genéticos relacionados con el envejecimiento, buscaron tasas en tiempo real de compartimentación de proteínas nucleocitoplasmáticas (NCC). Descubrieron que las células viejas tienen membranas nucleares permeables.
Con este método de detección, el equipo demostró que podían revertir las tasas de NCC en células humanas senescentes para que volvieran a ser como células jóvenes, usando seis cócteles diferentes de productos químicos.
El equipo mantiene la receta de estos cócteles en secreto por ahora, aunque Sinclair ha declarado en Twitter que desde entonces han encontrado más de los seis que aparecen en el papel.
The team identified six chemical cocktails (and more now) that restore NCC and genome-wide transcript profiles to youthful states and reverse transcriptomic age in less than a week 4/17 pic.twitter.com/ECRCtximYl
— David Sinclair (@davidasinclair) July 12, 2023
La controversia sobre el estudio no está tanto en el estudio mismo, sino en la afirmación de que han encontrado una especie de elixir antienvejecimiento cuando, en realidad, aún no se han probado modelos animales.
Esto dijo Sinclair en un comunicado de prensa:
Este nuevo descubrimiento ofrece la posibilidad de revertir el envejecimiento con una sola pastilla, con aplicaciones que van desde mejorar la vista hasta tratar eficazmente numerosas enfermedades relacionadas con la edad.
Pero, aunque los investigadores afirman que la nueva técnica desarrollada para examinar las células es prometedora, es demasiado pronto para llegar a esas conclusiones.
El biogerontólogo Matt Kaeberlein, que dirige un laboratorio en el Centro Médico de la Universidad de Washington, habló con el Daily Mail y en Twitter sobre los riesgos de exagerar esta investigación.
This is a preliminary report of a new screening method in one cell line using indirect measures of epigenetic state. There is no evidence here for reprogramming in a tissue, organ, or whole animal
— Matt Kaeberlein (@mkaeberlein) July 15, 2023
Así lo afirmó Kaeberlein en Twitter:
Este es un informe preliminar de un nuevo método de detección en una línea celular que utiliza medidas indirectas del estado epigenético. Aquí no hay evidencia de reprogramación en un tejido, órgano o animal completo.
Sin embargo, ahora que muchos de nosotros vivimos más tiempo que nunca, los investigadores siempre buscarán formas de ayudarnos a mantenernos saludables por más tiempo, y este podría ser un paso importante. Solo tenemos que tratarlo con escepticismo.