En 1922, un hombre de Iowa llamado Charles Osborne se estaba preparando para matar un cerdo. Mientras levantaba el animal de 350 libras, se cayó. No informó ningún dolor a su médico. Pero se fue con una extraña condición médica que le valió un lugar en el Libro Guinness de los Récords Mundiales: el episodio más largo de hipo.
Osborne tuvo hipo durante 68 años consecutivos. En total, tuvo hipo aproximadamente 430 millones de veces, a una velocidad de hasta 40 hipo por minuto. Probó numerosos remedios caseros. Ninguno funcionó. Luego, un año antes de su muerte en 1991, su hipo se detuvo misteriosamente.
Ese es un ejemplo extremo de un ataque de hipo. Pero incluso para episodios mucho más cortos, llamados hipos transitorios cuando se resuelven en 48 horas, puede ser difícil encontrar un remedio casero que funcione de manera confiable, si es que se encuentra uno.
Recientemente, se puso a prueba un nuevo remedio para curar el hipo. La “herramienta de deglución y succión inspiratoria forzada”, comercializada como HiccAway.
Básicamente, se trata de un dispositivo para beber con una pajita especializada que requiere una succión enérgica para extraer líquido.
La idea es estimular las mismas partes del cuerpo que ejecutan la respuesta de hipo involuntario, tanto que dejen de desencadenarlo. (El término médico oficial es singultus, de la palabra latina “singult”, que significa jadear mientras llora).
¿Qué ocurre durante el hipo?
Cuando tienes hipo, tu diafragma, un gran músculo en forma de cúpula debajo de los pulmones, se contrae involuntariamente. Este espasmo provoca el cierre repentino de la epiglotis, un colgajo de cartílago en la raíz de la lengua que se cierra al tragar para que los alimentos y los líquidos no entren en los pulmones. El cierre de la epiglotis es lo que hace el particular sonido del hipo.
Dos nervios principales están involucrados en el proceso del hipo. El nervio frénico ayuda a contraer el diafragma, mientras que el nervio vago cierra la epiglotis. Al succionar con fuerza la pajita de la herramienta y luego tragar agua, contrae el diafragma y cierra la epiglotis. Estas dos acciones estimulan los nervios frénico y vago, lo que interrumpe el arco reflejo del hipo.
Así lo explica en su web la compañía creadora del dispositivo:
HiccAway puede detener instantáneamente el hipo al generar suficiente presión mientras bebes del dispositivo para bajar el diafragma y al mismo tiempo activar el colgajo en forma de hoja en la garganta, conocido como epiglotis. Hacer esto estimula dos nervios clave, el nervio frénico y el nervio vago, que son responsables del hipo. Esto permite que el cerebro se reinicie y detenga el hipo.
Probando el dispositivo para curar el hipo
Para probar la eficacia de la herramienta, los investigadores del Centro de Ciencias de la Salud de la Universidad de Texas en San Antonio enviaron el HiccAway a más de 600 personas que informaron tener hipo al menos una vez al mes. Los resultados mostraron que la herramienta detuvo el hipo el 92 por ciento de las veces para los 249 participantes cuyas respuestas fueron validadas en el estudio. Más del 90 por ciento de los participantes dijeron que era más eficaz que los remedios caseros.
Así lo explicaron los investigadores en un estudio publicado en JAMA Network Open:
Muchos remedios caseros consisten en maniobras físicas diseñadas para estimular la contracción del diafragma y / o el cierre de la epiglotis. Estas maniobras carecen de instrucciones claras y estandarizadas y pueden ser engorrosas de realizar, y hay pocos estudios científicos, si es que hay alguno, de su efectividad.
Aún así, vale la pena señalar que los resultados se basaron en datos autoinformados y el estudio no contó con un grupo de control. La investigación futura podría comparar la eficacia de HiccAway con un dispositivo que se ve similar pero no funciona.
También vale la pena señalar que no necesitas un dispositivo de $ 14 para estimular los nervios vago y frénico. Es posible que solo necesites un vaso de agua y una pajita. Un artículo de 2006 publicado en el British Medical Journal señaló que:
Tapar ambos oídos con fuerza, empujar el trago derecho e izquierdo y beber todo el vaso de agua a través de la pajita sin pausa, sin liberar la presión sobre los oídos, es un método para curar el hipo casi infalible.
¿Y si nada detiene tu hipo?
Considera consultar a un médico: el hipo persistente puede indicar afecciones médicas subyacentes, como pancreatitis, embarazo y cáncer de hígado, entre otras.
