Como último deseo, Evelyn McHale pidió que nadie viera su cuerpo. Deseaba que sus familiares la recordaran tal como era antes de que decidiera saltar desde el mirador ubicado en el piso 86 del Empire State Building.
Pero ese deseo nunca se cumplió.
Solo cuatro minutos después de que su cuerpo cayera sobre el techo de una limusina perteneciente a las Naciones Unidas, aparcada en la acera, el estudiante de fotografía Robert C. Wiles escuchó el impacto y salió rápidamente hacia la escena para tomar una foto que se volvería famosa en todo el mundo.
La foto que cautivó al mundo
La imagen captada por Wiles muestra a Evelyn McHale con un aspecto muy tranquilo, como si estuviese durmiendo, acuñada entre latas retorcidas. Sus pies estaban sutilmente cruzados al nivel de los tobillos y su mano izquierda enguantada posaba sobre su pecho, empuñando su collar de perlas. Cualquiera que observe la foto fuera del contexto conocido, podría creer que se trata de un montaje. Pero la realidad es mucho más oscura que eso.
Desde que fue tomada el 1 de mayo de 1947, la fotografía se volvió tristemente célebre, y aún más cuando fue publicada días después por la revista ‘Life’ bajo el título: «El Suicidio más Hermoso».
Incluso Andy Warhol utilizó la toma de Wiles en uno de sus grabados, Suicide (Fallen Body).
¿Quién era Evelyn McHale?
Pese a que su muerte se hizo popular, sobre la vida de Evelyn McHale no se sabe mucho.
Evelyn nació el 20 de septiembre de 1923 en Berkeley, California, como una de los nueve hijos de Helen y Vincent McHale. En algún momento después de 1930, la depresión crónica de Helen llevó a la pareja a divorciarse, quedando todos los niños bajo custodia de Vincent, quien decidió mudarse más tarde con ellos a Nueva York.
Luego de cursar la escuela secundaria, Evelyn formó parte del Cuerpo de Mujeres del Ejército que la envió a Jefferson City, Missouri. Después, se mudó a Baldwin, Nueva York, donde vivió con su hermano y su cuñada, hasta el día de su muerte.
Allí comenzó a trabajar como contable en Kitab Engraving Company y conoció a Barry Rhodes, un estudiante universitario dado de baja de la Fuerza Aérea del Ejército de los Estados Unidos quien se convertiría en su prometido. Los informes señalan que Evelyn McHale y Barry Rhodes tenían planeado contraer matrimonio en junio de 1947. Pero su boda nunca se realizó.
«El Suicidio más Hermoso»
En cuanto a los motivos que provocaron el suicidio de Evelyn McHale, se sabe aún menos.
Un día antes de morir, Evelyn estuvo visitando a Barry en Pensilvania, pero él afirmó que después de su partida todo parecía estar bien:
Ella se despidió tan feliz como cualquier chica a punto de casarse.
Al día siguiente, llegó al mirador del emblemático rascacielos Empire State Building poco antes de las 10:30, se quitó el abrigo, lo dobló pulcramente y lo colocó sobre la barandilla con una breve nota que había escrito. Enseguida, Evelyn McHale se lanzó al vacío desde el piso 86, a 170 metros de altura para impactar sobre un coche aparcado.
Según el informe policial, un guardia de seguridad se encontraba parado a solo 3 metros de distancia de ella cuando saltó.
La nota de suicidio, encontrada por un detective de la policía, no dio pistas del porqué de su decisión, pero solicitaba la incineración de su cuerpo.
No quiero que nadie dentro o fuera de mi familia vea parte alguna de mí. ¿Podrían destruir mi cuerpo incinerándolo? Les ruego que no me hagan ningún funeral o ceremonia. Mi novio me pidió que nos casáramos en junio. No creo que pueda ser una buena esposa para nadie. Él estará mucho mejor sin mí. Díganle a mi padre que tengo muchas de las tendencias de mi madre.
Cumpliendo con parte de sus deseos, su cuerpo fue incinerado y ningún funeral se llevó a cabo.
La foto del suicidio de Evelyn McHale
La infame fotografía, a pesar de todo, ha perdurado durante más de siete décadas y todavía es considerada una de las mejores imágenes captadas en cámara.
Esa escena de su cuerpo sobre el coche, que fotografió Robert Wiles, ha sido comparada incluso con la fotografía de Malcolm Browne de la autoinmolación del monje budista Thích Quảng Đức en 1963, considerada también como una de las mejores de la historia.
En 2014, el periodista Ben Cosgrove, de la revista ‘Time’, hizo una particular descripción de la «inmortal foto»:
Más allá del misterio de la vida y la muerte de Evelyn McHale, existe el misterio igualmente profundo de cómo una sola fotografía de una mujer muerta puede parecer tan técnicamente rica, visualmente convincente y, hay que decirlo, tan francamente hermosa tantos años después de haber sido tomada.
En la foto de Wiles, Evelyn luce como si estuviera descansando o tomando una siesta, en lugar de estar muerta en medio de vidrios rotos y acero retorcido. Todo sobre su pose: su mano enguantada agarrando su collar; sus tobillos suavemente cruzados; su mano derecha con sus dedos graciosamente curvados sugiere que está momentáneamente tranquila, tal vez pensando en sus planes para más tarde en el día, o soñando despierta con su novio.
