Eric Topol, el cardiólogo que sacude a la ciencia: “No solo podemos vivir más, también rejuvenecer”

Descubre sus 7 claves para una vida saludable.

Durante siglos, el envejecimiento ha sido considerado un destino inevitable, asociado a la pérdida de energía y la aparición de enfermedades. Sin embargo, en la actualidad, gracias a avances médicos y tecnológicos sin precedentes, esta percepción está cambiando.





Eric Topol, cardiólogo innovador y fundador del Scripps Research Translational Institute, afirma con convicción respaldada por la evidencia:

La ciencia ha demostrado que es posible revertir el envejecimiento, no solo prolongar la vida.

Topol no es un simple defensor del bienestar ni promotor de soluciones milagrosas. Es uno de los científicos más citados a nivel mundial y autor de «Super Agers», un manifiesto que combate la pseudociencia disfrazada de salud.

Desde su perspectiva, observa con preocupación cómo la industria de la longevidad, que se espera alcance los 44.000 millones de dólares para 2030, se ve inundada de charlatanes. Sin embargo, también ve esperanza: tecnologías emergentes, intervenciones clínicas y cambios simples en los hábitos están ofreciendo la posibilidad no solo de vivir más años, sino de vivirlos mejor. Estas son sus siete recomendaciones:

1. La genética no determina tu destino

Aunque tener antecedentes familiares de enfermedades graves puede parecer una condena, la genética solo explica un 20% de nuestra longevidad. El otro 80% está en nuestras manos: lo determinan nuestros hábitos, el entorno en el que vivimos y nuestras decisiones cotidianas.

2. El ejercicio: la herramienta más efectiva contra el envejecimiento

Mientras algunos promueven terapias costosas y modas pasajeras, la ciencia es clara: moverse es lo más eficaz para frenar el envejecimiento. Basta con caminar a paso rápido 150 minutos por semana para añadir hasta 4,5 años de vida. Y si se incorpora entrenamiento de fuerza, los beneficios se multiplican: se previenen fracturas, se reduce el dolor articular y se mantiene la masa muscular, vital para una vejez independiente.

Además, según Topol, ejercicios simples como sentadillas, flexiones o subir escaleras también cuentan.

3. Adopta la dieta mediterránea

Entre todas las dietas estudiadas, la mediterránea —rica en frutas, verduras, legumbres, granos enteros y grasas saludables— destaca por su capacidad para reducir inflamación, controlar el azúcar y combatir las principales enfermedades crónicas.

Un estudio reciente publicado en Nature ha confirmado que esta alimentación no solo prolonga la vida, sino que mejora su calidad. Eliminar los ultraprocesados es otro paso fundamental: estos alimentos están vinculados a más de 30 trastornos de salud, incluyendo diabetes, depresión y enfermedades cardiovasculares.

4. Prioriza un sueño reparador

El sueño no es un lujo, es una necesidad biológica. Dormir mal no solo afecta el ánimo, también acelera el deterioro físico y cognitivo. Al dormir, el cerebro limpia desechos tóxicos y repara tejidos. Sin ese descanso, los daños se acumulan.

Topol recomienda rutinas de sueño regulares, evitar las pantallas antes de dormir y no cenar tarde. Solo siete horas por noche pueden marcar la diferencia entre una vida prolongada y una salud quebrada.

5. Fomenta relaciones sociales significativas

La soledad es tan peligrosa como fumar medio paquete de cigarrillos al día. Así de claro. Las relaciones sociales activan procesos químicos que mitigan el estrés, refuerzan la inmunidad y protegen el cerebro del deterioro. Incluso una sola conexión significativa puede marcar la diferencia.

Topol sugiere buscar espacios compartidos en la naturaleza, las artes o la música. “El envejecimiento saludable también se construye entre otros”, dice.

6. Elimina los factores perjudiciales

Además de sumar buenos hábitos, es imprescindible eliminar los que restan. El tabaco y el alcohol son obvios, pero hay otras amenazas más sutiles: la contaminación, los plásticos, pesticidas y compuestos químicos eternos que se filtran en nuestra vida diaria.

Cambios pequeños como cambiar los envases plásticos por vidrio, usar purificadores de aire y preferir alimentos orgánicos pueden ayudar a reducir esa carga tóxica invisible. Eric Topol advierte, sin embargo, que uno de los peores enemigos es la pseudociencia:

No inviertas en productos sin evidencia; invierte en lo que realmente puede cambiar tu destino biológico.

7. Aprovecha los avances tecnológicos en longevidad

Desde algoritmos que predicen enfermedades antes de que se manifiesten, hasta terapias para rejuvenecer células o eliminar las que promueven inflamación, la ciencia está logrando avances sorprendentes.

La inteligencia artificial, la epigenética y los nuevos fármacos están configurando un futuro donde prevenir el envejecimiento será más factible que curarlo. Topol se muestra esperanzado:

Podemos identificar quién está en riesgo y actuar antes de que se manifiesten las enfermedades. Ese será el gran salto.

Un presente donde la edad es solo un número

Aunque algunos aún asocian la longevidad con una promesa remota o con lujos inalcanzables, la realidad es que muchas de las herramientas están ya a nuestro alcance. Cambiar cómo dormimos, nos movemos, comemos y nos relacionamos puede ofrecernos más años, y sobre todo, mejores.

No se trata solo de vivir más, sino de vivir libres del sufrimiento que tradicionalmente hemos asociado con envejecer. Como recuerda Eric Topol:

No necesitamos retroceder el tiempo. Solo necesitamos adelantarnos a la enfermedad.

Y ese viaje comienza hoy.

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