Una de las producciones más recordadas de Steven Spielberg es Jurassic Park (Parque Jurásico), que se estrenó en 1993 y sacó a relucir el paleontólogo que muchos adultos y niños llevaban por dentro. Fue tan popular que algunos expertos aseguran que gracias a esta película se promovieron nuevos proyectos e inversiones en el área de la paleontología.
Parque Jurásico tuvo dos estrenos en Estados Unidos: La primera fue una función exclusiva el 9 de junio de 1993. Y, dos días después, el 11, para el público en general. Aunque ya han pasado más de 25 años desde que se proyectó por primera vez, aún siguen quedando dudas (desde el punto científico) sobre algunas de sus escenas más impresionantes con el Tiranosaurio Rex o el increíblemente ágil Velociraptor.
Phil Tippett, que es experto en efectos visuales y ganador de un premio Oscar por el film, y Steve Brusatte, paleontólogo de la Universidad de Edimburgo, han enumerado tres errores presentes en la producción de Spielberg:
1. ¿Parque Jurásico o Parque Cretácico?
Los desaciertos de la película de Spielberg fueron heredados de la novela del mismo nombre en la que se basa, que fue escrita por el estadounidense Michael Crichton. Brusatte indicó que quizá el nombre Parque Cretácico no hubiera tenido el mismo impacto que Parque Jurásico.
Los períodos Cretácico y el Jurásico pertenecen a la Era Mesozoica. Pero cronológicamente el Cretácico siguió al Jurásico. El primero inició hace 145 millones de años y culminó hace 66 millones de años, aproximadamente; mientras que el último comenzó hace 201 millones de años y terminó hace unos 145 millones de años.
Detalló además que muchos de los dinosaurios que aparecen en el film no vivieron en el Jurásico, como lo sugiere su nombre, sino en el Cretácico. Algunos ejemplos son el Tyrannosaurus rex, el Velociraptor y el popular Triceratops. De hecho, la mayoría de los dinosaurios son del periodo Cretácico, explicó el paleontólogo.
2. Clones sospechosos
Otra de sus imprecisiones es la recreación de dinosaurios a partir de material genético que se ha preservado durante millones de años. Para poder clonar un monstruo de semejantes proporciones, señaló Brusatte, es necesario tener todo su genoma. Y, por desgracia o para suerte de la humanidad, aún no se hallado “ni un poquito” de ADN de algún dinosaurio. A su juicio es algo “muy difícil” o más bien “imposible” de lograr.
Y aunque parezca quisquilloso eso de recalcar los errores de la producción, hay que recordar que Jurassic Park vendió la idea de representar a los dinosaurios más allá que como simples monstruos. En la película de Spielberg definitivamente hay varios errores que cruzan la delgada línea entre lo científico y la ciencia ficción.
3. El problema de las plumas
Para la época en que fue estrenada, recordemos que fue en los 90, Parque Jurásico fue todo un “boom” de efectos y animación animatrónica.
El ganador del Oscar, Phil Tippett, que ya había trabajado en otra gran película llena de efectos espaciales, Star Wars (Guerra de las Galaxias), estuvo a cargo de los efectos de dinosaurios. Quiso, con la ayuda de sus colegas, crear los monstruos “Jurásicos” más realistas posibles. Para ello contrataron a un paleontólogo consultor, aunque Tippett también quiso empaparse del tema. Dijo a la BBC que compró todos los libros que pudo sobre dinosaurios para obtener un poco del punto de vista científico de estos animales.
Ese conocimiento adquirido fue lo que le permitió adaptar algunas de las descripciones hechas en la novela original. Según comentó, en la novela de Crichton un Tyrannosaurus Rex hubiera sido capaz de “levantar un Jeep como Godzilla”, aunque físicamente no es posible. Los Velociraptor también hubieran sido presentados de la pantalla de manera muy diferente con las descripciones de Crichton.
Los Velociraptores, que caminaron sobre lo que hoy es Mongolia, en realidad eran pequeños, del tamaño de un caniche, apuntó Brusatte. Estaban agrupados dentro del gripo de dinosaurios llamados Deinónicos y eran mucho más pequeños que los del film (1,8 m e longitud y 0.5 metros de altura a la cadera). El término Deinónicos, que deriva del griego, significa “garra terrible”. Estos dinosaurios tenían plumas y son los ancestros de las aves que conocemos hoy en día.
En la década de los 90 se hallaron las primeras evidencias de restos de dinosaurios alados (que tienen alas). Desde ese entonces la comprensión científica sobre estos animales ha variado mucho. Aunque en la primera era comprensible, en la secuela de “Mundo Jurásico” estrenada en 2015 volvieron a cometer los mismos errores y mostraron a todos los dinosaurios sin plumas, lo que causó molestia a Brusatte.
Entonces afirmó que la evidencia científica sugiere que tal vez todos los dinosaurios hayan tenido algún tipo de plumaje en su anatomía. Consideró que es “extraño” ver que ninguno de los dinosaurios representados tenga, por lo menos, una pluma.
Tippett concordó con el experto en estas criaturas y admitió que hoy en día haría un film completamente diferente, porque los descubrimientos sobre las plumas son “muy importantes”. No obstante, el paleontólogo manifestó que, aún con las imprecisiones, le gusta la película “Parque Jurásico”.
A su parecer la producción tuvo una incidencia positiva para el mundo de la paleontología. Y aunque contiene varios errores, aseguró que son superados “un millón de veces” por el impacto beneficioso que tuvo la película. Si no se hubiera rodado esa película, Brusatte aseguró que quizá hoy no trabajaría como paleontólogo.