La manzanilla es una infusión que rara vez falta en los hogares de España. Desde pequeños la asociamos con el bienestar digestivo, siendo la primera opción para combatir molestias puntuales como los gases o las indigestiones. No obstante, sus propiedades van mucho más allá de los beneficios para la digestión. Hay muchas cualidades que pasan desapercibidas para buena parte de la población, como su efecto diurético .
La manzanilla o camomila es una planta de la familia de las asteráceas, similar a las margaritas, aunque en realidad engloba más de 30.000 especies. De ellas, las más comunes para preparar infusiones son la Matricaria chamomilla , conocida como manzanilla alemana, y la Chamaemelum nobile , o manzanilla romana.
Aunque no existen estudios científicos de peso que demuestren un efecto directo de la manzanilla en órganos específicos o en funciones concretas del cuerpo, sí se han comprobado sus propiedades antiinflamatorias y sedantes, especialmente en el ámbito digestivo. Consumida de forma regular, puede tener un efecto diurético, lo que explica su relación con la función renal.
Evitar la retención de líquidos
El efecto diurético de la manzanilla puede ser útil para prevenir un problema importante: la retención de líquidos o edema. Este trastorno implica un aumento del líquido intersticial, es decir, una acumulación excesiva de líquidos en los tejidos del cuerpo. Las causas de esta condición pueden ser variadas, desde problemas de circulación hasta insuficiencia cardíaca congestiva, enfermedades renales o hepáticas.
La mala alimentación y una hidratación inadecuada suelen estar detrás de muchos casos de retención de líquidos. Además de beber la cantidad de agua recomendada , es fundamental complementar la hidratación con otros líquidos saludables, como la manzanilla. A nivel alimenticio, es clave mantener una ingesta adecuada de frutas y verduras, reducir el consumo de sal y hacer ejercicio de forma regular.
El buen funcionamiento de los riñones es esencial para evitar la acumulación de toxinas o líquidos en exceso en el cuerpo. Si los riñones están en condiciones óptimas, existe un equilibrio adecuado entre sales y minerales, y además, estos órganos producen hormonas que regulan la presión arterial, generan glóbulos rojos y ayudan a mantener una buena salud ósea.
Cuándo evitar el consumo de manzanilla
Aunque parece una infusión completamente inofensiva, la manzanilla puede ser perjudicial en determinadas situaciones. En primer lugar, aquellas personas que sean alérgicas o sensibles a plantas como los crisantemos o la ambrosía pueden experimentar reacciones adversas. En segundo lugar, las mujeres embarazadas o en periodo de lactancia deberían consultar con su médico antes de consumirla habitualmente. Por último, tampoco se recomienda si se están tomando ansiolíticos o anticoagulantes.
