Sí, los jugadores necesitan cada vez más habilidades para triunfar en el balompié y los aficionados acumulan muchos datos para analizar cada jugada. Sin embargo, no nos referimos aquí a ese tipo de inteligencia, sino a una relacionada con la tecnología que está empapando hasta los últimos resquicios de este viejo deporte.
Las entradas ya no se eligen como antes
Si echamos la vista atrás, no quedan nada lejos los tiempos en los que los aficionados se asentaban en gradas de cemento desprovistas de medidas de seguridad y sin el menor confort a la vista.
Esto es cosa del pasado, algo de lo que pueden dar cuenta empresas como Global-Tickets. Los responsables de esta compañía se encargan de conectar con los clubes y ligas profesionales para adquirir entradas específicas y ponerlas a la venta.
Es curioso que una empresa como Global-Tickets esté especializada en la venta de entradas early bird para partidos de fútbol y otros muchos eventos deportivos. Estas entradas son siempre más económicas que las normales, ya que la acción de una empresa como esta lo que hace es que las saca a la venta en ventanas temporales en las que los gastos son inferiores a los que van a ofrecer después los propios clubes.
Estadios abiertos los 365 días del año
Pero la entrada de la tecnología en el mundo del fútbol no ha venido solamente a modificar la experiencia que tienen los aficionados cuando van al partido. También se ha intentado, y conseguido en muchos casos, que los estadios tengan vida todos los días.
Es curioso encontrar recintos deportivos que incluso generan energía para los barrios que los rodean o que evitan inundaciones en su zona, algo que sucede con el de los Falcons en Atlanta. Al margen de estas utilidades, hoy los estadios están repletos de áreas multimedia, espacios dedicados a los eSports o zonas vips en las que es posible disfrutar de todo tipo de adelantos tecnológicos.
Como ejemplos cercanos en España tenemos el Wanda Metropolitano del Atlético de Madrid, aunque pronto veremos llegar al nuevo Bernabéu y al prometedor Espai Barça para sumarse a esta lista de estadios convertidos en pequeñas ciudades inteligentes.
El espectáculo también es más inteligente
Toda esta inversión en tecnología que rodea al fútbol no podía dejar de lado lo que al final es lo más importante: los partidos. Las antiguas polémicas en torno a decisiones arbitrales están convirtiéndose cada vez más en cosas del pasado.
Los sistemas VAR son capaces de analizar cada jugada en cuestión de segundos para decidir si el árbitro acierta o no en sus decisiones. Es más, los goles fantasmas, esos en los que no se sabe si el balón entra o no, son un cuento para los niños. Hoy, los balones avisan al árbitro cuando superan la línea d gol, por lo que este sabe al momento lo que tiene que señalar.
Y los avances no han hecho más que comenzar. Se rumorea que en poco tiempo los fueras de juego serán señalizados de forma automática, algo que seguro que viene acompañado de otros muchos adelantos.
En definitiva, el fútbol hoy tiene mucho que ver con la tecnología, algo que ha beneficiado al espectador sin la menor duda.