Dirigida por Juan Antonio Bayona, ‘La sociedad de la nieve’ se convirtió en un éxito destacado de Netflix. Su éxito se debe no solo a su impresionante calidad cinematográfica y la poderosa forma de contar una historia trágica, sino también a cómo aborda con sensibilidad y respeto uno de los eventos más trágicos de América Latina en el siglo XX. A pesar de que los hechos son tan impactantes que podrían parecer sacados de una película de terror, la película logra capturar su intensidad y crudeza.
La película cuenta la verdadera historia del vuelo 571 de la Fuerza Aérea Uruguaya, que se estrelló en los Andes el 13 de octubre de 1972. A bordo iban miembros de un equipo de rugby uruguayo y sus familiares, de los cuales algunos sobrevivieron al impacto y resistieron durante dos meses en condiciones extremas. Enfrentando heridas graves y el peligro de morir de hambre o congelados, recurrieron al canibalismo como último recurso para mantenerse con vida.
Esta historia impactó profundamente en su momento y sigue haciéndolo. Por eso, ‘La sociedad de la nieve’ de Juan Antonio Bayona ha sorprendido y emocionado al público, primero en cines y ahora en Netflix. Sin embargo, surgen interrogantes sobre cuánto de lo presentado en la película es fiel a los hechos reales. A continuación, te presentamos detalles clave sobre la historia verdadera.
Un vuelo trágico que marcó la historia
El vuelo 571 de la Fuerza Aérea Uruguaya transportaba 45 pasajeros, además del piloto y la tripulación. La mayoría eran miembros del equipo de rugby del Christian Club, y el vuelo iba desde Montevideo a Santiago de Chile para un partido. Entre los pasajeros también había amigos de los jugadores y una mujer que viajaba a la boda de su hija.
Varios factores condujeron al desastre que se narra en ‘La sociedad de la nieve’. El principal fue el modelo y tamaño del avión, un Fairchild FH-227D, que no estaba preparado para las fuertes tormentas de la cordillera. Las condiciones adversas, sumadas a fallas en el avión y un colapso total de la máquina, fueron agravadas por el peso de los pasajeros, el equipaje y la altitud. Esto último se complicó aún más al cruzar las altas montañas bajo condiciones atmosféricas extremas.
Finalmente, otro gran desafío fue la ruta del vuelo. Los intensos vientos y la nieve obligaron al piloto a tomar decisiones difíciles en ruta, incluyendo un aterrizaje en Mendoza, Argentina, para esquivar el mal clima. Sin embargo, debido a restricciones del alquiler del avión, que no podía permanecer más de 24 horas en Argentina, tuvieron que volver a despegar.
El piloto trazó una nueva ruta hacia Santiago, que incluía sobrevolar la cordillera de los Andes y el Paso de Planchon , un camino menos peligroso. Pero en medio de la tormenta, confundió su ubicación y, pensando que estaba sobre Curicó (Chile), solicitó permiso para descender. Al momento de darse cuenta de que aún estaba en los Andes, ya fue demasiado tarde y el avión chocó contra la montaña.
Inicia una extensa etapa de supervivencia y horror
El impacto destrozó el avión, arrancando la cola, las alas y una parte del fuselaje. Doce personas murieron en ese primer choque, mientras que los demás sufrieron heridas graves. A pesar de las bajas temperaturas y el clima adverso, la mayoría logró sobrevivir esa primera noche.
Entre los fallecidos iniciales estaban el teniente Ramón Martínez (navegante), el sargento Ovidio Ramírez (auxiliar de vuelo), y varios estudiantes y profesionales. Daniel Shaw (ganadero) y Carlos Valeta (estudiante) cayeron del avión durante la ruptura del fuselaje. Valeta no murió en la caída pero quedó atrapado en la nieve y se asfixió. Su cuerpo fue encontrado el 14 de diciembre.
Las otras víctimas incluyen a Francisco Nicola (médico del equipo de rugby) y su esposa, entre otros. Treinta y tres pasajeros sobrevivieron, aunque con heridas graves, incluyendo a Nando Parrado, quien sufrió una contusión cerebral severa.
Luchando por la vida en condiciones extremas
Para sobrevivir, los supervivientes convirtieron el fuselaje en un refugio, utilizando maletas, ropa, asientos y restos de metal para construir un muro protector. Como se muestra en ‘La sociedad de la nieve’, en la primera semana consumieron toda la comida disponible, incluyendo chocolate, galletas y pan. Para la segunda semana, se habían quedado sin provisiones, rodeados de nieve y aislados de cualquier civilización, sin posibilidad de desplazamiento.
En ese momento crítico, los supervivientes del accidente aéreo empezaron a consumir cueros de maletas, trozos de tela e incluso su propio cabello. Sin embargo, pronto se dieron cuenta de que estas medidas eran desesperadas e insuficientes. Tras intensas deliberaciones y a pesar de las reticencias iniciales, decidieron tomar una decisión extrema cuando quedó claro que no iban a ser rescatados, algo que se confirmó al escuchar por una radio que los equipos de rescate habían abandonado la búsqueda.
Nando Parrado, uno de los miembros del equipo de rugby, relató en un documental de ABC News que todos comprendieron que enfrentaban la muerte. Por tanto, a pesar de la resistencia de algunos, optaron por consumir la carne de los fallecidos, que estaba preservada en el hielo, para sobrevivir.
Más tragedias y el rescate final, como se muestra en ‘La sociedad de la nieve’
El 29 de octubre, una avalancha golpeó el fuselaje, causando la muerte de ocho personas más: Daniel Maspons, Juan Menéndez, Liliana Methol, Gustavo Nicolich, Marcelo Pérez del Castillo, Enrique Platero, Carlos Roque y Diego Storm. Tras casi morir asfixiados, los sobrevivientes restantes lograron escapar. En medio de la desesperación, tomaron dos decisiones cruciales: volver a recurrir a la carne humana y buscar ayuda.
Nando Parrado, junto con sus compañeros de equipo Roberto Canessa y Antonio Vizintín, comenzaron a prepararse para una ardua caminata. Finalmente, solo Parrado y Canessa emprendieron la ruta. El deshielo les permitió llegar a la orilla de un río, donde se encontraron con el agricultor Sergio Catalán al otro lado. Después de una confusión inicial y de que Catalán regresara con sus hijos, lograron comunicarse mediante una nota.
Según el documental de ABC, la nota, escrita por Nando Parrado, describía brevemente su desesperada situación:
Vengo de un avión que se estrelló en la montaña. Soy uruguayo. Llevamos 10 días caminando. Tengo 14 amigos heridos en el lugar del accidente. Necesitamos ayuda. No tenemos comida. Por favor, ven a buscarnos.
Ya habían pasado 72 días desde el accidente. ‘La sociedad de la nieve’ ya está disponible en Netflix para quienes deseen conocer más sobre esta conmovedora historia de supervivencia.