El aceite de oliva es uno de los elementos clave dentro de la gastronomía española. Todo un manjar que ha cruzado las fronteras geográficas para establecerse como todo un referente de la industria alimentaria. No obstante, al igual que sucede con cualquier otro producto de este sector, es importante comentar que existe un amplio volumen de calidades.
El sabor de un buen aceite de oliva no tiene nada que ver con uno de baja categoría y, en aras de saber qué estamos comprando en todo momento, es importante analizar en detalle las características que le van a otorgar un alto nivel al artículo. Nada de conformarse con la mediocridad: en España tenemos a los mejores productores de aceite y es nuestra responsabilidad aprovecharlos.
Qué debemos buscar en las etiquetas de los envases
Antes de gastar un solo euro en una botella o garrafa de aceite, es importante analizar en detalle la etiqueta del producto en cuestión. De hecho, ignora por completo su precio: hay veces que artículos de elevado coste terminan siendo una auténtica decepción. En su lugar, aprende a interpretar la información que se te brinda de antemano, contemplando todas las características que hacen de marcas como Olivarera San Isidro una auténtica delicia hasta para los paladares más exigentes.
Vamos a lo evidente: los aceites de oliva virgen o virgen extra son los de mayor nivel, los cuales mantienen todas las propiedades nutricionales intactas. Pero no te fíes solo de la palabra de este apartado de la etiqueta, fíjate bien en su acidez: menos de 0’8º es virgen extra y menos de 2º es virgen. Asimismo, comprueba si en la misma etiqueta pone aquello de “aceite de oliva suave” o “intenso”. Si es así, debes saber que se debe a una corrección química ante problemas durante la fase de extracción; por lo que se pierde la calidad en este proceso productivo.
Por otro lado, y quizás lo más determinante a nivel cualitativo, es buscar si tiene Denominación de Origen. Un sello que marca la calidad del producto gastronómico (sea el que sea), indicando así que se ha producido en tierras idóneas para dicho artículo en concreto. Tanto los procesos de cultivo, en zonas geográficas estratégicas por su clima y las condiciones del suelo, como los de recolecta y posterior producción se llevan a cabo de una manera única y ejemplar. De hecho, se trata de un certificado de carácter oficial que solo unas cuantas marcas pueden recibir. Sin duda, se trata del principal distintivo que existe para encontrar un aceite de calidad sin margen de error.
Cómo almacenar el aceite de oliva
A pesar de la importancia de adquirir solo botellas de primera calidad, para disfrutar de un buen aceite es fundamental saber cómo conservarlo. De hecho, las propias empresas que venden este producto aseguran un envasado de alto nivel. Motivo por el que otro de los puntos en los que te deberías fijar a la hora de hacer esta inversión es el recipiente; recurriendo a las botellas de cristal oscuras, ya que protegen el producto del aire, la luz y la temperatura.
Ahora bien, tú también tienes mucho que decir en esto de la conservación del aceite. Lo más importante de todo es que lo mantengas alejado de fuentes de olor fuertes, ya que el aceite absorbe con facilidad otros aromas y esto puede condicionar su sabor. En cuanto a la temperatura de conservación, lo ideal es que esté a unos 18ºC, evitando la solidificación que provoca la aparición de partículas blancas en el fondo del recipiente. Asimismo, y siguiendo lo pautado por el diseño de las botellas de cristal, lo mejor es guardarlo en lugares oscuros y mantenerlo siempre herméticamente cerrado para evitar el paso del aire.
Por último, te recomendamos que tengas pequeñas aceiteras de pequeñas dimensiones para el uso diario. De este modo, tendrás la garrafa de aceite en un lugar protegido e irás rellenando estos recipientes según necesites. Porque nada como desayunar con un rico aceite, cocinar las mejores recetas, merendar pan con un chorrito más de dicho aceite e incluso usarlo para cenar una ensalada. Las posibilidades son ilimitadas y depende de ti sacarle todo el partido posible.