Durante varios años, Leigh Wiener fue uno de los fotoperiodistas más destacados de Estados Unidos. Grandes figuras de Hollywood, deportistas de renombre e incluso inquilinos de La Casa Blanca posaron frente a su cámara. Sin duda contaba con un enorme talento, tan extraordinario como su ambición, y cuando alguna foto resultaba difícil, no lo pensaba dos veces para hacer lo que fuera para tomarla.
Al fallecer misteriosamente Marilyn Monroe el 5 de agosto de 1962, su cuerpo fue llevado a la morgue de Los Ángeles. A ese mismo sitio llegó Wiener con su cámara, que aunque tenía acceso restringido, ideó la manera de colarse. Su método terminó siendo tan sencillo como eficaz. Así lo narró Devik Wiener, hijo del periodista, en el documental ‘Escandaloso: la muerte de Marilyn Monroe‘, según informa el Daily Mail:
No era la primera vez que utilizaba un par de botellas de whisky para entrar en un área de acceso restringido. Se las ofreció a un par de chicos [de la puerta], y lo siguiente que sabes es que estaba en la parte de atrás.
Las fotos “impublicables” del cadáver de Marilyn Monroe
De esa gran hazaña resultaron cinco rollos fotográficos, pero solo tres (los menos escabrosos) fueron enviados a la revista ‘Life’ que posteriormente los publicó. Los otros dos, dado que contenían material mucho más explícito e impublicable para la época, fueron guardados por Leigh Wiener en una caja de seguridad.
Ahora que el tema no parece tan susceptible, su hijo decidió comenzar a revelar el material a través del canal Fox News en los episodios del documental antes mencionado.
Dentro de los tres rollos fotográficos que se hicieron públicos a través de ‘Life’ se encontraba la famosa (y espeluznante) foto del cadáver de Marilyn Monroe en la cámara frigorífica del tanatorio donde mostraba el pie de la artista con una etiqueta puesta por los forenses. Una imagen que causó impacto en todo el mundo.
Sin embargo, las fotografías más fuertes y dolorosas fueron cuidadosamente guardadas. El fotoperiodista no quería que fueran vistas, no al menos mientras él viviera.
Leigh Wiener murió en 1993, 31 años después de que perdiera la vida la rubia considerada popularmente como uno de los mayores iconos del Star-System hollywoodiense. Su trágica y misteriosa muerte aún estremece la memoria de un Hollywood que perdió a quien fuera su más brillante estrella hace casi 60 años.