El término chatarra significa algo compuesto por trozos metálicos antiguos que proceden de otros objetos. La palabra proviene del vasco “txatarra”, que significa “lo viejo”. Sin embargo, las personas acostumbran a utilizar esa palabra con un sentido negativo: “A ver si limpias de una vez la chatarra de tu cuarto”. No obstante, estos materiales todavía pueden reutilizarse mediante el reciclaje, y así ayudar a proteger el medio ambiente.
La función de la chatarrería es procesar estos materiales y tratan de darles una segunda vida. Su trabajo es primordial para la gestión de residuos en las grandes ciudades, además de ayudar a la preservación de nuestro planeta. Cada vez, la gente está más concienciada con la procedencia de muebles y de los bienes de consumo en general, por lo que la gestión de la chatarra se convierte en un proceso de suma importancia. En este artículo, repasamos la importancia de gestionar los residuos correctamente.
Tipos de chatarra
Aunque mucha gente no conoce esta distinción, existen dos grandes tipos de chatarra. En primer lugar, está la chatarra de metales ferrosos. Esta proviene de materiales como el hierro, el acero y otros elementos. Puede provenir de muebles antiguos y materiales de obra desechados. En segundo lugar, está la chatarra de metales no ferrosos. Nos referimos a la que procede de elementos como el aluminio, el zinc, el cobre, el magnesio, estaño, plomo y níquel. La chatarra de metales no ferrosos puede proceder de gran variedad de lugares, como tejados, tubos, cañerías… Ambos tipos de chatarra puede originarse en tres orígenes distintos. Dentro de la propia fábrica, generada en procesos de refinería o fundición, de origen industrial; generada en la construcción de electrodomésticos, barcos, automóviles, y por último, puede provenir de objetos obsoletos como teléfonos móviles o coches antiguos.
La importancia del reciclaje de chatarra
Provenga de donde provenga la chatarra, y sea ferrosa no ferrosa, puede reciclarse. Las plantas de reciclaje se ocupan de recoger los materiales donde sea necesario con una flota de vehículos equipados con grúa. En las plantas, los residuos se clasifican y se procede a su tratamiento. Las actividades industriales y de construcción generan gran cantidad de residuos, que, si no se reciclaran, ocasionarían un gran impacto ambiental. La industria de la gestión de chatarra resulta muy importante y se trata de la principal industria que reutiliza materiales no biodegradables. Sea cual sea la calidad del metal, acaba en la fundición y puede gozar de una nueva vida. La actividad de estas empresas, además de contribuir a la conservación del medio ambiente, suponen un ahorro muy importante en agua y materias primas, además que reducen la contaminación del agua y del aire.
La industria de la gestión de la chatarra realiza una función muy importante para la sociedad. Gracias a estas empresas, materiales que acabarían olvidados pueden ser reutilizados de forma infinita en nuevas construcciones, ayudando así a la conservación del planeta. Por esta razón, es curioso que la definición de chatarra sea “lo viejo”, ya que, gracias al reciclaje, cualquier barra de metal olvidada puede gozar de una vida nueva.
