Puedes pensar que la boca de un perro es asquerosa, y en cierta forma lo es, pero no es mucho peor que la tuya. Un ambiente cálido y húmedo convierte a las bocas tanto humanas como caninas en atractivos hogares para diversas especies de bacterias, y el constante flujo de alimentos hace que estos microorganismos prosperen.
Tanto así que cualquier tipo de mordisco, incluido el de otro humano, puede resultar peligroso, por lo que no sorprende que las heridas causadas por los canes en ocasiones se vuelvan un problema. Incluso hasta una simple lamida de tu hermoso perro puede llegar a complicarse.
A comienzos de 2019, una mujer de Ohio (EE.UU.) contrajo una extraña infección tras ser lamida en una herida abierta por su pastor alemán. Al poco tiempo tuvo que ser trasladada a un hospital donde le descubrieron un caso muy grave de Capnocytophaga que obligó a los médicos a amputarle parcialmente sus brazos y piernas.
La bacteria Capnocytophaga habita de manera natural en la boca de los perros, y a pesar de no representar ningún riesgo para los mismos caninos, es un agente patógeno para los humanos. Desde el punto de vista microbiano, la mayoría de las mordeduras de perros no son peligrosas. Y las lameduras son aún menos propensas a causar infecciones.
Solo cuando un germen peligroso penetra en una herida profunda las personas pueden enfermarse. Incluso las infecciones por Capnocytophaga en su mayoría provocan síntomas menores: el paciente en Ohio fue una anomalía extrema. En general, solo las personas con sistemas inmunes muy débiles pueden enfermarse realmente por Capnocytophaga.
A continuación mencionaremos los riesgos más comunes y lo que debes tener en cuenta en caso de sufrir una mordedura de perro, o incluso una simple lamida.
Pasturella
Más del 50% de las heridas provocadas por mordeduras de perros presentan Pasturella, el género de bacterias infecciosas más común en estos casos. Los síntomas suelen ser enrojecimiento, hinchazón y sensibilidad en el área afectada.
Aunque puede complicarse si no es tratada: la inflamación de los ganglios linfáticos y fiebre están entre las manifestaciones más leves, pero los niños más pequeños corren el riesgo de contraer meningitis o neumonía.
SARM
El Staphylococcus aureus resistente a la meticilina (SARM) es una bacteria que puede contraerse por lo general en hospitales, pero en ocasiones también puede vivir en la boca de los perros. No es muy común, por lo que SARM no es una preocupación importante para las heridas por mordedura. Sin embargo, puede llegar a complicar las cosas si se infecta.
La mayoría de las infecciones por SARM se limitan a la piel y pueden tratarse con bastante facilidad. La alerta de los médicos surge cuando la bacteria ingresa al torrente sanguíneo, algo que es mucho más probable que ocurra a través de una herida profunda. Eso puede provocar sepsis, y puede causar la muerte.
Tétanos
El tétano es una enfermedad que suele relacionarse con heridas provocadas con algún metal oxidado. Pero en realidad no es donde se aloja la Clostridium tetani. Esta bacteria habita comúnmente entre la suciedad y el polvo, y algunas veces en la boca de los perros.
Las infecciones por tétano no son tan frecuentes, pero alrededor del 10% resultan fatales. Si ya han pasado más de 10 años desde la última vez que te vacunaste contra el tétano, lo más recomendable es buscar su refuerzo. Es una vacuna muy fácil de adquirir en cualquier centro médico.
Rabia
Está comprobado que la rabia es 100 por ciento letal. Casi todas las personas que adquieren esta infección mueren, a menos que reciban una dosis de vacuna dentro de las 24 horas siguientes a la exposición. Se trata de una medida profiláctica que puede salvar vidas, por lo que la mayoría de los médicos suministran la vacuna a cualquier persona que haya sufrido una mordedura de perro. Es por eso que debes ir a un hospital siempre que un perro te ocasione heridas en la piel, sin importar qué tan grave creas que es.
Y si tienes algún otro tipo de herida abierta, como rasguños, cortes o picaduras de insectos, considera evitar el contacto con las babas de tu perro hasta que sane tu lesión. Un buen cuidado de las heridas con antisépticos y vendas ayuda a minimizar cualquier riesgo.