El déficit de alimentos en algunas regiones del mundo podrá disminuir cuando se comience a incorporar una dieta basada en insectos comestibles. Así lo señaló Giulia Muir, portavoz de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y Agricultura (FAO) en un reportaje de 2019 para el medio ruso Sputnik.
“Comida extraña”
Esta escasez alimentaria sumada al creciente interés por productos que además de nutritivos son también ecológicos, impulsan a la humanidad a ensayar “comidas extrañas”, entre las que se encuentran algunas especies de insectos. Al respecto, señaló Muir:
Para muchas regiones no es una novedad, sino una práctica normal, ya unos 2.000 millones de personas los consumen.
La experta explicó que el valor nutritivo de estos animales varía según su especie, etapa de crecimiento y hábitat.
En general son ricos en proteína, al igual que el pescado, contienen ácidos grasos saturados, que son beneficiosos para los niños desnutridos, así como fibra, fósforo, magnesio y zinc.
Los insectos como nuevas fuentes de proteína
Por su parte, Ivan Albano, director de la granja de grillos Italian Cricket Farm situada en Turín, reitera también la necesidad que existe de encontrar nuevas fuentes adicionales de proteína. Y al respecto, advirtió:
Si echamos un vistazo a la estadística de consumo, resulta claro que para 2050 no habrá proteína suficiente para todos si no encontramos otra fuente.
Albano indicó que no hay nada en la naturaleza con un contenido de proteína del 60-70% en peso seco. El dióxido de carbono generado al producir un kilogramo de proteína de grillos equivale solo al 1% del que se genera para obtener esa misma cantidad de proteína a partir de animales como las vacas o los pollos. Como si fuera poco, los grillos ingieren 2.000 veces menos agua que las vacas, entre otros beneficios.
En cuanto al sabor, comer grillos es similar a degustar nueces, mientras que la harina derivada de estos insectos deja en el paladar la misma sensación que producen las avellanas.
Italian Cricket Farm posee un programa de contenedores dedicados a la cría de grillos, que cuentan con la alternativa de ser instalados en cualquier lugar del planeta bajo contextos humanitarios.
El alimento del futuro
La portavoz de la FAO, Giulia Muir, prevé que en los próximos años el Programa Mundial de Alimentos podrá incorporar ingredientes obtenidos de insectos en paquetes de alimentos nutritivos. Según la experta, una buena señal sería que los países europeos comenzaran a autorizar el consumo de insectos.
Quizás veremos en los mercados más productos con ingredientes invisibles producidos de insectos como, por ejemplo, harina de grillos o polvos, en los últimos 10 años aparecieron barritas energéticas y aperitivos, que serían más atractivos para el Occidente.
En el futuro, Muir pronostica que alimentarse con insectos será toda una tendencia en los países desarrollados, mientras que en los países donde esto ya es una costumbre, se continuará comiendo insectos como parte de la dieta tradicional.