Nagoro, el pueblo japonés donde los muertos son reemplazados por muñecas de tamaño natural

La artista Tsukimi Ayano ha fabricado al menos 400 muñecas para repoblar esta remota aldea en la isla de Shikoku.

Las calles de la pequeña aldea de Nagoro, en la isla de Shikoku (Japón), están muy lejos del ser bulliciosas. De hecho, muchas cosas por allí suelen estar bastante quietas. De repente, observas una figura de aspecto humano, y luego un grupo de varias de estas mismas figuras acurrucadas.





Entonces te das cuenta que las hay por todas partes.

Pero no se trata de personas. Realmente son muñecas de tamaño natural, y constituyen la mayoría de la “población” de Nagoro. En la aldea hay más de diez muñecas por cada residente.

Estas figuras elaboradas a mano son el intento de una mujer de llenar la soledad que se vive en Nagoro. A medida que pasa el tiempo, allí hay menos personas. Los ancianos mueren y los jóvenes se mudan a las ciudades. Ni siquiera un supermercado local permanece abierto.

Las muñecas de Nagoro
KAZUHIRO NOGI / AFP a través de Getty Images

El pequeño poblado, conocido también como Aldea del Espantapájaros de Nagoro, no es diferente a otras zonas rurales de Japón que enfrentan esta tendencia de despoblación. Según el diario thejapantimes, el país ha perdido cerca de 1,4 millones de habitantes desde 2010, y esto está causando un enorme impacto tanto en la economía como en la sociedad.

No obstante, en Nagoro es como si nadie se hubiera marchado. Cada muñeca parece albergar el alma de los aldeanos que ya no están. Incluso las figuras, con sus descripciones detalladas, han sido incluidas dentro de los registros del censo de la aldea.

Así entonces, la presencia de las muñecas es mucho más notable que las mismas personas que viven en el pueblo de Nagoro.

Tsukimi Ayano, la creadora de las muñecas

En 2001, Tsukimi Ayano regresó a Nagoro, su tierra natal, luego de pasar gran parte de su vida en Osaka, la ciudad más grande de Japón.

Tsukimi Ayano
Tsukimi Ayano estima que ha hecho alrededor de 400 espantapájaros.

Encontró que la población de 300 personas en la que creció se redujo a solo 30. Se sintió triste al saber que muchos de los residentes se habían marchado o habían fallecido.

La inspiración para elaborar muñecas realistas que llenaran la población surgió por accidente. Ayano primero hizo un espantapájaros para su huerto y por bromear un poco lo creó a imagen de su padre.

Al ver que llevaba puesta su ropa y se parecía a él, los vecinos en un comienzo pensaron que mi padre estaba saliendo a trabajar muy temprano en la mañana.

Los residentes continuaron disfrutando de la fantasía del espantapájaros, por lo que la mujer decidió fabricar más. Y a raíz de la pérdida de habitantes experimentada en la aldea, Ayano los hizo a imagen de los aldeanos ausentes o fallecidos.

Hoy lleva más de 400 muñecas fabricadas.

Aldea del Espantapájaros de Nagoro
Las muñecas de Tsukimi Ayano congregadas en una parada de autobús en Nagoro.

Para su creación requiere paja, tela, periódicos y ropa vieja. La artista siempre está haciendo muñecas nuevas para sustituir las más viejas que se deterioran por la exposición a la intemperie.

Las muñecas de Nagoro, Japón

Las particulares figuras se pueden encontrar en casi todas partes del pueblo. Esperando el autobús en las paradas, cultivando o simplemente pasando el rato.

Sin embargo, la mayoría se encuentran sobre la calle principal de la aldea con el propósito de atraer a los visitantes. A través de Google Earth, puedes realizar en la siguiente imagen un recorrido virtual y observar con tus propios ojos a las muñecas de Nagoro.

Actualmente hay cientos de muñecas repoblando todos los rincones de Nagoro, “dándole vida” y convirtiendo a esta región japonesa en toda una atracción turística.

Ayano dice que seguirá haciendo estas figuras mientras pueda. Por lo tanto, es probable que la población de espantapájaros de Nagoro aumente, ya que las personas que viven allí se esfuman lentamente.

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