Existen mentes que han sido tan brillantes, que las artes, la historia y la ciencia han dejado de lado sus imperfecciones, para recordarlos por sus logros y hazañas.
Hombres que trascendieron por sus actos históricos, innovaciones tecnológicas, científicas o su desempeño en las artes, motivo por el cual la humanidad siempre estará agradecida, y por lo que, ellos y sus inventos, innovaciones y proezas, se han perpetuado a través del tiempo.
Sin embargo, las biografías más profundas de algunos de estos genios indican que en realidad fueron personas crueles con sus allegados o, incluso, abanderados de ideologías hostiles y discriminatorias hacia grupos minoritarios.
La lista negra de Elia Kazan
Su labor como fundador del Actor´s Studio y como director de clásicos como On the Waterfront, East of Eden y A Streetcar Named Desire, ayudó a que algunas estrellas del cine consiguieran la fama, pero este estadounidense con raíces griegas también evitó que otros actores lograran el éxito.
Existen relatos de que en 1952, en un mundo inmerso en la Guerra Fría y el senador Joseph McCarthy perseguía a los comunistas en los Estados Unidos, Elia Kazan fue increpado ante el Comité de Actividades Antiamericanas de la Cámara de Representantes, sobre unos actores comunistas, con los que había trabajado, como fue publicado en la revista especializada The American Scholar.
Se conoció que Kazan acusó al menos a ocho personas, tal vez para salvarse a sí mismo, haciendo que sus excompañeros no volvieran a trabajar profesionalmente y ver arruinadas sus carreras, mientras la de él seguiría en ascenso. Se afirma que Kazan nunca se arrepintió por lo que hizo, e incluso dos días más tarde publicó un anuncio en el New York Times para conminar a otros liberales a seguir sus pasos y señalaran a sus enemigos políticos.
En un momento en el que no existía controversia, solo pasarían tres años para que consiguiera su primer gran logro profesional, al ganar el Oscar al mejor director por la película On the Waterfront, que habla del arrepentimiento de un hombre que confiesa los delitos de su jefe criminal.
Su percepción ante el mundo cinematográfico se tornó en su contra en 1999, cuando le fue otorgado el Oscar vitalicio por su trayectoria profesional, recibiendo la crítica de muchos. Esa misma noche, un grupo de manifestantes protestaron en las afueras del recinto, mientras que actores de renombre como Nick Nolte, Sean Penn y Ed Harris manifestaron su rechazo. En su autobiografía editada en 1988, Kazan dijo que solo había actuado conforme a sus principios, claro indicio de que no se arrepentía por nada.
Las malcriadeces de Isaac Newton
A Isaac Newton se le atribuyen grandes avances. Entre los que se detallan el descubrimiento y descripción de la gravedad, así como el diseño de tres leyes del movimiento, siendo estas sus innovaciones más destacadas. Además, se le atribuye a Newton la invención del cálculo, pero también hizo esfuerzos por destruir a Robert Hooke, de quien poco se dice en los libros de historia, a pesar de también haber obtenido grandes logros en el campo de la ciencia.
Cuando Newton publicó su teoría de la gravedad se manifestaron las diferencias existentes entre él y Hooke en relación al comportamiento de la luz como onda o como partícula. Años atrás, Hooke junto a otros científicos, describieron las fuerzas que unían a los cuerpos celestes, por lo que Newton no tuvo más remedio que hacerlo merecedor de varios créditos en Principios Matemáticos de la Filosofía Natural.
Y es así como junto a un grupo de científicos hace mención de su nombre en una anotación realizada de la proposición IV del libro I. Por este motivo, los portales web especializados en datos históricos indican que Hooke era un brillante científico, tildado como “el Da Vinci inglés” por el New Historian.
Tantas eran las diferencias que existían entre estos dos científicos, que cuando Newton tomó posesión de la presidencia de la Royal Society, el único retrato que había de Hooke (anterior presidente), fue retirado, y se sospecha que Newton lo mandó a destruir. Pero es una vez que Hooke fallece, Newton tiene camino libre para desprestigiarlo y lo convierte en blanco de las críticas, al ser etiquetado como una persona amargada, envidiosa y patética, además se le da la fama de tomar crédito de los trabajos de otras personas.
El ajedrecista que odiaba a los judíos
En 1972, el estadounidense Bobby Fischer se consagra como campeón mundial de ajedrez al enfrentarse y vencer al soviético Boris Spassky. Hasta ese entonces, es el primer y único norteamericano en obtener el título mundial. A pesar de ser considerado el mejor ajedrecista de su país, Fisher fue un hombre que sentía un gran odio hacia los judíos. Durante los partidos se dedicaba a hablar de manera despreciable, de estas personas. Aunque se sospecha que era un judío.
El distintos portales web hacen referencia a algunas frases dichas por esta eminencia del ajedrez, como cuando exigió excluir su biografía de la Enciclopedia Judaica, alegando que al relacionar su maestría con ese libro, la gente querría convertirse al judaísmo y dijo a los editores, con desprecio, que promovieran la religión por méritos propios, “si es que tenían alguno”. Citando a Jewish Press, Fischer consideraba que los israelíes eran “gente bastarda, sucia y mentirosa”.
Era tal el rechazo de Fischer por la comunidad judaica que era asiduo lector de obras que se han considerado las biblias del antisemitismo, como son el Mein Kampf y Los Protocolos de los Sabios de Sión, llegando a coleccionar artículos del nazismo. Estaba tan obsesionado con estos pensamientos que promovió ideas como que nunca ocurrió el Holocausto. Y hasta se dijo, que en una oportunidad durmió con una foto de Hitler en su cama.
Tesla y la pulcritud genética
Se codeó con grandes descubridores como Thomas Alva Edison y George Westinghouse, sin embargo, la historia se ha encargado de sepultar durante mucho tiempo a un genio del que se vuelve a saber gracias a Internet.
Nicola Tesla era un ingeniero mecánico y eléctrico que tenía la capacidad construir diversos aparatos que otros apenas soñaban, lo que convertía a este físico de origen serbio en el santo patrono de la ciencia. También se le reconoce como el joven que se plantó ante grandes mentes, más preocupadas en patentar inventos, mientras él los construía. Genio y todo, se trataba solo de un hombre, que como todos los demás, tampoco era perfecto, según lo describe el portal Smithsonian.
Tesla defendía de teoría de que existían individuos “no aptos” que debían ser eliminados para asegurar la evolución de la civilización humana, que es lo que se conoce como eugenesia. Incluso escribió un artículo para la revista Liberty, en el que predijo que la filosofía social del “perfeccionamiento” de la especie humana sería aceptada para el año 2100. Era apenas 1935, y los movimientos nazis comenzaban a cobrar impulso.
Llegó a expresar que en épocas primitivas, “la ley que rige la supervivencia de más fuerte, más o menos eliminaba a las razas menos deseables”. Se trataba de un movimiento de selección natural implacable con una nueva visión de la compasión por parte del hombre.
Por suerte, los ideales de la eugenesia perdieron fuerza al finalizar la Segunda Guerra Mundial, aunque todavía puedan persistir algunos radicalismos, sin embargo, existe una mayor conciencia sobre el tema y rechazo a este tipo de pensamientos.
Albert Einstein: luz en la calle, oscuridad en la casa
La relación amorosa entre los científicos Albert Einstein y la física matemática Mileva Maric fue algo turbulenta. Algunos biógrafos aseguran que la serbia, quien además fue compañera de estudios de su marido en la escuela de física, aportó en sus primeros trabajos, lo que les hacía mantener fuertes disputas, aunque no hay pruebas de que haya sido así.
Se dice que Einstein cortejó a Maric sin la aprobación de su familia y mantuvieron un romance con muchos problemas, aunque muy rico intelectualmente, como está registrado en las cartas que se escribían.
Uno de los hombres más brillantes, por sus aportes a la humanidad, vio salir sus peores actitudes en medio de un tumultuoso matrimonio a punto de acabarse. Entre las cartas que intercambiaba con su mujer, el hombre de imagen apacible, reconocible con su cabellera canosa y despeinada, llegaba a ser cruel con su familia, según una publicación del New York Times.
Incluso salió a la luz un listado de condiciones que el propio Einstein le exigió a Maric, tras una separación momentánea, para regresar a la casa en un intento por salvar su matrimonio, por el bienestar de sus hijos. En su biografía “Einstein: His life and universo”, escrito por Walter Isaacson, se publicaron estas condiciones:
- “Te encargarás de que: Mi ropa esté en orden, que se me sirvan tres comidas regulares al día en mi habitación, que mi dormitorio y mi estudio estén siempre en orden y que mi escritorio no sea tocado por nadie, excepto yo.
- Renunciarás a tus relaciones personales conmigo, excepto cuando éstas se requieran por apariencias sociales. En especial no solicitarás que: Me siente junto a ti en casa, que salga o viaje contigo.
- Prometerás explícitamente observar los siguientes puntos cuanto estés en contacto conmigo: no deberás esperar ninguna muestra de afecto mía ni me reprocharás por ello, deberás responder de inmediato cuando te hable, deberás abandonar de inmediato el dormitorio o el estudio y sin protestar cuanto te lo diga.
- Prometerás no denigrarme a los ojos de los niños, ya sea de palabra o de hecho”.
Por muy duro que parezca el trato hacia su mujer, tampoco es justo tachar a un hombre por sus peores defectos, como reseña el sitio web Open Culture. Aunque él hizo el intento por salvar la relación, tampoco se entristeció al concretarse la separación.
Se supo que Maric había aceptado las condiciones de su marido, pero el regreso duró muy poco y luego se fue con sus dos hijos nuevamente a Zurich, mientras Einstein disfrutaba de su soledad en su departamento, según relata Manjit Kumar autor de “Quantum: Einstein Bohr, and the Great Debate about the Nature of Reality”. Esta actitud compagina por lo dicho por John Stachel, historiador de este personaje, que hemos hecho de Einstein demasiado ídolo, pero “es un humano, y eso es mucho más interesante”.