Los patógenos de la nueva lista de la OMS que amenazan con desatar una nueva pandemia

Un equipo de más de doscientos expertos dedicó cerca de dos años al análisis exhaustivo de 1.652 especies de patógenos para determinar cuáles deberían figurar en una lista actualizada.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la cantidad de patógenos con el potencial de iniciar una pandemia ha ascendido a más de 30.





En su lista recientemente actualizada , la entidad incluye el virus de la influenza A, el virus del dengue y el virus de la viruela del mono, señalando un avance significativo en la identificación y priorización de riesgos para la salud pública global.

Patógenos prioritarios

El reciente informe del 30 de julio sobre los patógenos prioritarios seleccionó aquellos con la capacidad de provocar crisis sanitarias globales, como pandemias. Esta decisión se fundamentó en pruebas de su alta capacidad de transmisión y virulencia, junto con la escasez de vacunas y tratamientos disponibles.

La lista de ‘patógenos prioritarios’ orientará a las entidades en la focalización de sus recursos hacia el desarrollo de nuevos tratamientos, vacunas y métodos diagnósticos. Este proceso es vital para identificar y abordar las brechas críticas de conocimiento que requieren atención inmediata, optimizando así la utilización de recursos.

Por lo tanto, es esencial actualizar regularmente estas listas para adaptarse a cambios globales significativos como el cambio climático, la deforestación, la urbanización y los desplazamientos internacionales.

En esta última actualización, un grupo de más de 200 expertos dedicó alrededor de dos años a examinar la información de 1.652 especies de patógenos , mayoritariamente virus y algunas bacterias, para seleccionar los incluidos en la lista. Entre los más de 30 patógenos seleccionados se encuentran los coronavirus conocidos como Sarbecovirus, que incluyen el SARS-CoV-2 —el causante de la pandemia global de COVID-19 — y los Merbecovirus, que engloban al virus responsable del síndrome respiratorio del Medio Oriente (MERS).

Nuevas inclusiones y amenazas persistentes

Además se añadieron a la lista el virus de la viruela del mono, que desencadenó un brote global de mpox en 2022 y sigue activo en algunas áreas de África Central. Este virus es prioritario, así como su relacionado, el virus de la viruela, erradicado en 1980. La falta de vacunación rutinaria contra este virus ha hecho que la población pierda inmunidad, y un escape accidental podría desatar una pandemia.

Varios subtipos del virus de la influenza A , como el H5, que ha causado brotes en ganado en Estados Unidos, también figuran en la lista. Asimismo, se han añadido cinco bacterias responsables de enfermedades como el cólera, la peste, la disentería, la diarrea y la neumonía.

Dos virus de roedores han sido incorporados tras evidenciarse su capacidad de contagio esporádico entre humanos. Factores como el cambio climático y el aumento de la urbanización podrían incrementar el riesgo de transmisión a humanos, según el informe. El virus Nipah, transmitido por murciélagos, continúa en la lista por su letalidad y alta transmisibilidad en animales, sin tratamientos disponibles actualmente.

Aunque muchos de los patógenos prioritarios se limitan a regiones concretas, poseen el potencial de extenderse a nivel mundial. Esto significa que ningún lugar está exento de enfrentar estos riesgos.

Preparación para la emergencia

En un entorno global interconectado y en constante cambio, es crucial que la comunidad científica y los organismos de salud pública se mantengan vigilantes. Por ello, no es suficiente con elaborar una lista de patógenos prioritarios: también se ha desarrollado una lista de «patógenos prototipo».

Los «patógenos prototipo» son microorganismos seleccionados como modelos para investigaciones fundamentales y el desarrollo de nuevas terapias y vacunas. Aunque no representen los mayores riesgos inmediatos, su estudio aporta conocimientos esenciales que se aplican a otros patógenos de la misma familia, promoviendo investigaciones en áreas poco exploradas y facilitando descubrimientos útiles para otros patógenos relacionados.

Este enfoque permite estar mejor preparados ante futuras emergencias sanitarias. Por ejemplo, antes de la pandemia de COVID-19, no existían vacunas para los coronavirus humanos, pero el desarrollo de la vacuna contra el SARS-CoV-2 ha mostrado que es posible elaborar vacunas para otros coronavirus en el futuro. Además, muchos antivirales son efectivos contra varios virus de la misma familia, lo que significa que el desarrollo de tratamientos para un patógeno prototipo podría resultar en terapias efectivas para múltiples virus relacionados. En definitiva, los patógenos prototipo optimizan el impacto de la investigación y fortalecen la preparación y respuesta ante futuras crisis de salud pública.

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