Los perros, especialmente los cachorros, suelen perseguirse la cola, un comportamiento que resulta en giros constantes. ¿Qué motiva a los canes a actuar de esta manera?
Varias causas podrían explicar este comportamiento, así como maneras de prevenirlo.
Los cachorros y perros jóvenes, por ejemplo, podrían perseguirse la cola simplemente como un juego. Podría ser que los cachorros aún no reconocen que su cola es parte de su cuerpo, según explican los expertos del Schertz Animal Hospital en Texas.
El aburrimiento también juega un papel importante, sobre todo en perros que pasan mucho tiempo solos. Como señala Russell Hartstein, especialista en comportamiento canino y fundador de Fun Paw Care en Los Ángeles:
Un perro que no recibe suficiente estimulación o ejercicio tiende a aburrirse y buscar maneras de entretenerse.
Una medida para evitar que los perros se persigan la cola debido al aburrimiento es involucrarlos en actividades como jugar a buscar o pasear. La mayoría prefiere perseguir una pelota que a su propia cola, según VCA Animal Hospitals de Los Ángeles.
Buscar atención puede ser otra razón. Perseguir la cola puede puede ser estimulado por los dueños al reír o elogiar al perro, según Hartstein. Incluso regañar al perro hacer esto puede resultar en una forma de atención la cual lo lleva a repetir ese comportamiento. Para reducir esta conducta, se recomienda ignorarla y proporcionar al perro una dosis adecuada de atención.
Algunas razas de perros son más propensas a perseguir su cola. Los bull terriers y los pastores alemanes, por ejemplo, son conocidos por su tendencia a desarrollar esta acción de manera compulsiva, mencionó Hannes Lohi , genetista de la Universidad de Helsinki.
Diversas afecciones físicas también pueden estar relacionadas con la persecución de la cola. Los expertos afirman que problemas como lesiones en la cola, irritaciones por parásitos o pulgas, glándulas anales impactadas o alergias alimentarias pueden llevar a un perro a lamer, morder o perseguir su cola. Y recomiendan que si un perro comienza repentinamente con este comportamiento, lo mejor es visitar cuanto antes al veterinario.
Finalmente, la persecución de la cola puede estar vinculada con trastornos neurológicos , como el trastorno compulsivo canino, similar al trastorno obsesivo-compulsivo en humanos.
Un estudio de 2012 realizado por Lohi y su equipo analizó 368 perros de cuatro razas propensas a perseguir la cola. El comportamiento usualmente empieza entre los 3 y 6 meses de edad, y casi la mitad de estos perros también mostraban otros tipos de comportamientos compulsivos.
Según explicó Lohi:
Es interesante notar que los perros que recibían suplementos dietéticos, particularmente vitaminas y minerales, mostraban menos tendencia a perseguirse la cola en comparación con aquellos que no recibían suplementos.
Las hembras esterilizadas tendían a perseguir menos su cola, sugiriendo una posible influencia hormonal en este comportamiento.
Además, comparados con perros que no se perseguían la cola, los que sí lo hacían solían ser más tímidos y se habían separado de sus madres a una edad más temprana, agregó el experto.
Por otra parte, Hartstein aconseja que, si el perro está sano, involucrarlo en adiestramiento canino y atender sus necesidades mentales y emocionales puede ser efectivo para detener la persecución de la cola. Señala además que:
Ampliar el entrenamiento de tu perro y asegurarte de que se sienta plenamente satisfecho y estimulado en todos los aspectos posibles es beneficioso.
Involucrar al perro en comportamientos que sean incompatibles con la persecución de la cola también puede ser útil. Por ejemplo, si el perro está a tu lado, sentado o en posición de descanso, o esperando instrucciones, es menos probable que persiga su cola.
En conclusión, la persecución de la cola en los perros es un comportamiento multifacético que abarca desde una simple manifestación de juego y curiosidad en los cachorros hasta posibles indicadores de problemas físicos o neurológicos. Entender las causas subyacentes de este comportamiento no solo nos permite cuidar mejor de nuestros amigos caninos, sino también profundizar en la comprensión de su bienestar mental y físico. Al prestar atención a las necesidades de ejercicio, estimulación mental y cuidado veterinario, podemos ayudar a asegurar que la persecución de la cola sea solo una parte divertida y saludable de la vida de un perro, y no un síntoma de algo más serio.