Los gatos tienen la fama de ser muy independientes y ariscos. ¿Te ha pasado alguna vez que llamas a tu felino y no te presta ni la más mínima atención? Sí, puede ser que simplemente no le importe la orden que le estás dando, pero también puede deberse a un factor muy ajeno a su personalidad: el no reconocimiento de su nombre.
El nombre significa mucho
Elegir un nombre adecuado para tu gato es muy importante, sobre todo para su relación contigo. Y es que incluso esa dinámica ha cambiado con el pasar de los años. Antes, por ejemplo, Kitten solía ser uno de los más comunes, así como Bigotes.
Muchos gatos llevan vidas largas y felices, pero cuando sus dueños los llaman parecen hacer caso omiso o no muestran nada de interés. Hay quienes lejos de llamar Kitten a sus mininos, les nombran como personajes de las historias de P.G. Wodehouse u otros libros. El problema está, según Burstyn, médico veterinario de Helpful Vancouver Vet y experto en gatos, en que los estamos bautizando mal.
Los sonidos agudos son la clave
Burstyn explicó en un vídeo que el oído los gatos ha evolucionado hasta el punto de estar en sintonía con los sonidos agudos. Esto quiere decir que si tu gato se llama Lancelot y responde a tus llamados no quiere decir que le gusten las leyendas de los caballeros de le mesa redonda, sino que su oído está configurado, por decirlo de una forma, para reaccionar de manera específica a el sonido “Lan-SSSSEY”.
Básicamente los felinos responden mucho mejor a ciertos sonidos que contengan íes prolongadas o siseantes eses. Entonces te puedes dar cuenta de que Kitten no cuenta con estas características, así que no es culpa de tu gato tener un nombre que su oído no capte bien.
Si tuvieras una Kitty o un Bertie o un Georgie de seguro creerías que son los gatos más obedientes del mundo, pero la verdadera razón de su disciplina es que fueron mejor bautizados. Y si ya es demasiado tarde y le pusiste a tu gato uno de estos nombres que no van ni al caso, entonces puedes emitir un sonido agudo para que, por lo menos, voltee a mirarte. Con el tiempo puede identificarlo como un llamado especial.