El compromiso de los humanos debe ser mucho más sólido para mitigar cuanto antes los efectos del cambio climático que amenazan hacia final de siglo con una sexta extinción masiva de especies. En el año 2100 no solamente podría ocurrir una pérdida de biodiversidad nunca antes vista, sino el adiós a los arrecifes de coral y la desaparición de playas o ciudades costeras que quedarán sumergidas debido al aumento en el nivel del mar.
Ahora, una nueva investigación advierte los graves riesgos que corre gran parte de la fauna marina: seis de cada diez especies podrían dejar de existir para ese año.
Según informa New Scientist, si las temperaturas globales promedio aumentan en 5 grados Celsius, es muy probable que se extinga el 60% de las especies de peces para el año 2100. Esta información no concuerda con otras investigaciones previas que pronosticaron que los peces resistirían mucho más frente al calentamiento global.
Incluso si la humanidad cumple con el difícil objetivo del acuerdo de París de mantener el calentamiento a 1.5 ° C , aún esto sería demasiado caliente para el 10% de las especies de peces.
Pero el nuevo estudio tuvo en cuenta las larvas de peces, embriones y otras etapas del ciclo de vida de los peces. Y en esas fases, los peces son mucho más vulnerables a las temperaturas más altas.
La principal razón por la que los embriones y los reproductores soportan menos el calentamiento de los océanos se debe que necesitan mayor cantidad de oxígeno. Este elemento vital es más soluble en aguas más frías y menos en aguas más cálidas. Lamentablemente, los mares podrían calentarse tan rápido que no habría tiempo para que se produzca la adaptación evolutiva necesaria.
Por fortuna, el año 2100 todavía parece estar lejos, y los esfuerzos ambiciosos de muchas organizaciones y gobiernos para contrarrestar los efectos del cambio climático podrían significar la salvación de muchas de esas especies.
Seguramente manteniendo los 1.5 ° C no tendremos un paraíso, habrá cambios. Pero podemos limitar esos cambios si logramos detener el cambio climático. Este estudio es un argumento sólido para proteger nuestros ecosistemas y entornos naturales.