La silla de ruedas: Pasado, presente y futuro de un ícono de independencia

La silla de ruedas ha estado presente desde que apareció la rueda. Pero los adelantos tecnológicos han transformado completamente su uso.

Bath, en Inglaterra, no sólo era el epicentro de romance y murmuraciones que se ven en las novelas de Jane Austen , sino también un refugio para aquellos con dificultades de movimiento que buscaban el poder sanador de sus baños romanos.





Estos visitantes normalmente arribaban en un «asiento para personas con discapacidad» o «silla de Merlin», un precursor de la silla de ruedas. Estos revolucionarios artefactos les otorgaban la liberación necesaria para participar de la vida social de la ciudad, a menudo con la asistencia de sirvientes que los desplazaban de un lado a otro.

Aunque proporcionaban una movilidad nunca antes vista, estas sillas de madera y mimbre se veían como un símbolo de discapacidad y dependencia, algo muy diferente a las sillas de ruedas actuales que brindan aún más opciones de desplazamiento. ¿Cómo pasaron las sillas de ruedas de ser engorrosas a manejables? La respuesta está en los propios usuarios de sillas de ruedas.

‘Sillas Merlin’ y otras tempranas sillas de ruedas

Los asientos con ruedas han estado presentes desde que se inventó la rueda, pero tardaron muchos años en popularizarse. En sus inicios, las personas con problemas de movilidad eran trasladadas en dispositivos parecidos a carretillas o en muebles con ruedas, empujados por asistentes de salud o sirvientes. Cuando Felipe II de España , quien padecía de gota y artritis, pidió una silla de ruedas a finales del siglo XVI, se le denominó «silla para inválidos».

No sería hasta 1655 cuando aparecería la primera silla de ruedas autopropulsada. Stephan Farffler, un relojero que perdió la movilidad de sus piernas en un accidente de infancia, inventó el dispositivo para poder desplazarse hacia y desde la iglesia en Nuremberg, Alemania. Su invento se asemejaba a una moderna bicicleta reclinada, que se impulsaba mediante una manivela. Hoy se le considera como un antecedente del triciclo , pero en aquel entonces, este único invento insinuaba los posibles usos de los artefactos autopropulsados con ruedas.

'Sillas Merlin' y otras tempranas sillas de ruedas
El primer triciclo fue construido en 1655 o 1680 por un parapléjico alemán llamado Stephan Farffler, que vivía cerca de Nuremberg.

La invención de Farffler promovió la tecnología de las sillas de ruedas y varios inventores desarrollaron dispositivos parecidos. Uno de ellos, el empresario belga John Joseph Merlin , diseñó una «silla para la gota» que se movía mediante engranajes y manivelas. Este diseño se hizo tan famoso que durante más de un siglo, las sillas de ruedas se conocieron como «sillas Merlin».

Sin embargo, incluso estas primeras sillas de ruedas fueron utilizadas mayoritariamente por personas adineradas que contaban con sirvientes para moverlas. Esto sucedía porque eran difíciles de fabricar, pesadas, complicadas de manejar y casi totalmente inútiles en exteriores, pareciendo más a muebles de interior que a dispositivos de asistencia. Como menciona la historiadora de arte y de discapacidades, Elizabeth Guffey , «Era una silla delicada para personas delicadas».

invención de Farffler
Silla de ruedas accionada por cadena con manivela, inglesa 1910-1920.

La primera silla de ruedas de fabricación masiva

Con el paso del tiempo, las sillas de ruedas se volvieron más comunes, en especial tras la Guerra Civil y las dos Guerras Mundiales, que dejaron a innumerables veteranos con dificultades de movilidad. Sin embargo, las sillas de ruedas eran vistas como instrumentos médicos, no como herramientas para una vida independiente, principalmente debido a su tamaño y coste.

Durante la década de 1930, Herbert Everest, un ingeniero de minas paralizado, lamentó el peso de su pesada silla de ruedas a otro ingeniero, Henry Jennings. Juntos, en el garaje de Jennings en Los Ángeles, dieron vida a una silla de ruedas plegable , mucho más liviana y de menor coste de producción. Esta se convirtió en la primera silla de ruedas fabricada en serie y fue el modelo más popular de la época. De repente, los usuarios de sillas de ruedas podían desplazarse al exterior, entrar y salir de coches e ir a donde deseaban con poca o ninguna asistencia.

La primera silla de ruedas de fabricación masiva
Silla de ruedas plegable.

No obstante, de manera irónica, este avance frenó el desarrollo de las sillas de ruedas durante años, debido al monopolio de los inventores sobre el diseño plegable y las actitudes dominantes acerca de la discapacidad, que sugerían que los usuarios de sillas de ruedas debían ser protegidos del mundo. Incluso los profesionales médicos rechazaban diseños alternativos que subrayaban la independencia del usuario.

«Tal vez [los profesionales médicos] creían que sabían más», apunta Nicholas Watson , profesor de estudios sobre discapacidad y director del Centro de Investigación sobre Discapacidad de la Universidad de Glasgow.

Sillas de ruedas diseñadas por y para sus usuarios

El uso de sillas de ruedas aumentó con la pandemia de polio de los años 40 y el creciente número de víctimas de la guerra moderna, así como el desarrollo de antibióticos que permitieron a más personas sobrevivir a las lesiones de la médula espinal, indica Watson.

Una vez más, una nueva generación de usuarios de sillas de ruedas pedía más, y terminaron revolucionando la utilización y la importancia de las sillas de ruedas. Algunos no sólo querían sentarse en las sillas, sino también disfrutar en ellas. A partir de los años 60, los atletas en sillas de ruedas que buscaban mejorar su rendimiento deportivo empezaron a modificar sus sillas para hacerlas más ligeras y manejables.

El creciente movimiento por los derechos de las personas con discapacidad alimentó aún más la demanda de mejores sillas de ruedas por parte de los propios usuarios. «Cuando las personas ven a alguien con discapacidad, la silla de ruedas es lo que más resalta, y tienden a olvidar que es una persona», declaró a Los Ángeles Times en 1982 la atleta Marilyn Hamilton, quien perdió el uso de sus piernas tras un accidente de parapente.

silla de ruedas deportiva
‘Shadow Racer, silla de ruedas deportiva ligera, inglés, 1993-1995.

Hamilton fue una de las deportistas que abogó por mejores sillas de ruedas, incluso fabricando las propias. Los deportistas disminuyeron el peso de las sillas eliminando las asas que otros usaban para empujarlas, un gesto de independencia y un modo de aligerar las sillas. Luego, empezaron a alterar las ruedas, incrementando la velocidad y la maniobrabilidad con cambios que contradecían los diseños creados para «proteger» a los usuarios del entorno exterior.

Finalmente, apunta Watson, los atletas en sillas de ruedas estaban prácticamente construyendo sus propias sillas de ruedas. Durante los años 70 y 80, las sillas de ruedas con nombres como Quadra y Quickie estaban transformando la manera en que los usuarios interactuaban con su entorno, otorgándoles un acceso sin precedentes tanto en interiores como en exteriores.

«Nuestras sillas son tan atractivas estéticamente que ayudan a romper [las barreras entre personas con distintas capacidades]», mencionó Hamilton, quien colaboró en el diseño de la silla de ruedas ultraligera Quickie. «Es un gran beneficio para las personas con discapacidad».

Por otro lado, las sillas de ruedas eléctricas , introducidas por primera vez en Canadá en los años 50, también estaban cada vez más accesibles, permitiendo que las personas con limitaciones de movilidad en los brazos también pudieran usar sillas de ruedas.

El legado de las innovaciones en sillas de ruedas

Estas sillas más ligeras y manejables no solo modificaron la vida cotidiana de las personas que las utilizaban, sino que transformaron su autopercepción. La historia del desarrollo de las sillas de ruedas «muestra a las personas con discapacidad como agentes activos que dirigen sus propias vidas», señala Watson, vidas que se vuelven más móviles e independientes.

 silla de ruedas de fibra de carbono
La silla de ruedas de fibra de carbono de Phoenix Instinct.

Entonces, ¿qué nos depara el futuro del diseño de sillas de ruedas? Watson augura que la inteligencia artificial tendrá un papel cada vez más destacado en la navegación en sillas de ruedas. Los ingenieros también están trabajando en formas de prevenir los peligrosos vuelcos de sillas de ruedas, incluso incorporando tecnologías como radares y cámaras. En la actualidad, todo, desde sillas de ruedas para sentarse o pararse hasta diseños personalizados de llantas y ruedas, satisface las necesidades individuales de los usuarios y aporta un toque de estilo a su recorrido.

¿Hacia dónde llevarán las sillas de ruedas a sus usuarios? La respuesta solo es cuestión de tiempo, tecnología y confianza en las capacidades innatas de los usuarios de sillas de ruedas.

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