El acelerado incremento de este tipo de relaciones radica en que pasaron de ser vistas como un trabajo a un nuevo estilo de vida, donde la clave del éxito son los mutuos acuerdos entre las partes en torno a lo que esperan de la relación y lo que puedan aportar y recibir del otro.
A medida que el mundo evoluciona, los vínculos amorosos también lo hacen, normalizando aspectos que en el pasado eran completamente tabú. La tecnología pasó a ser el espacio propicio para encontrar todo lo que el ser humano anhela, incluyendo afecto, compañía o aprobación social.
Diversos modelos de negocios se instauraron para facilitar que las personas interesadas en el sugar dating puedan conocerse, por esto surgieron webs como SugarDaddySeek, especializadas en hacer posible la unión de sugar daddies o mommies con sugar babies, donde alrededor de 100.000 usuarios de España, Argentina, Colombia, México, Perú, entre otros logran su match perfecto.
Muchos de los que se unen a estas plataformas suelen ser, en el caso de los hombres, mayores, solteros, viudos o separados, que buscan avivar tanto lo emocional como lo sexual; mientras que las jóvenes suelen ser estudiantes, madres solteras u oficinistas.
No se trata de relaciones transaccionales
Los nexos entre los sugar daddies y las sugar babies van más allá del respaldo económico, ya que, en medio de lo pactado, se desarrollan encuentros románticos, al igual que en cualquier relación, lo que abre las posibilidades de entablar lazos de mayor profundidad y duración, como lo es una unión formal o vivir bajo el mismo techo.
La página para encontrar sugar daddy mencionada anteriormente, explica que el sugar dating es una oportunidad para perseguir los sueños y objetivos que todo ser humano posee de una forma sencilla y segura, adquiriendo felicidad y una vida cómoda.
El sugar daddy no sobrepasa los límites y se preocupa por impulsar la carrera profesional de su chica por medio de sus contactos y complacer sus necesidades, porque el compartir financiero y espiritual les genera placer y realización personal.
Las sugar babies no son escorts
A diferencia de la prostitución, el sugar dating no se fundamenta en recibir dinero a cambio de favores sexuales. Una sugar baby tiene interacciones multidimensionales y no esporádicas, con la libertad de salir únicamente con quien se alinee a sus deseos. Y, aunque el sexo es algo común, muchos sugar daddies no quieren llegar hasta ese nivel, por lo cual algunas parejas ni siquiera llegan a tener citas cara a cara.
Cuando comenzó la pandemia, las búsquedas de la palabra ‘Sugar Daddy’ en España pasaron de 15.000 a 25.000 al día, reseña un artículo del diario la Vanguardia, posicionándose actualmente como el quinto país del mundo con más miembros en aplicaciones de sugar dating, con 400.000 inscritos, según datos de la ONG Diaconía.
En las plataformas y aplicaciones, ocho de cada diez usuarias son menores de 31 años. Diaconía señala que el 63% son jóvenes universitarias de cualquier clase social. Sus campañas de marketing se dirigen a un público de edades comprendidas entre los 18 y los 25 años. Al mismo tiempo, etiquetas como #SugarBabyLife o #Sugardaddies registran más de 1,6 billones de visitas, de acuerdo con las investigaciones de esta ONG.
Testimonios de sugar babies apuntan a que el sugar dating es un camino que requiere constancia y paciencia, porque ni el éxito ni las personas interesantes aparecen en un instante, por lo tanto, se debe demostrar que se está allí por un largo plazo de tiempo y no para pasar una buena noche.