Cuando tienes un amigo inseparable, la gente puede decir que estás “como uña y carne” o “a partir un piñon” con esa persona. Esas son metáforas, por supuesto. Al final del día, puedes ir a casa, darte una buena ducha y descansar tranquilamente. Después de todo, no hay dos personas que deseen compartir el 100% de su tiempo juntos.
Pero en ciertos casos, no muy comunes, algunas personas no tienen esos privilegios. Se trata de los hermanos siameses, aquellos gemelos que literalmente son “inseparables” (al menos de forma natural), dado que nacen unidos por el pecho, el estómago o la cabeza.
De acuerdo con el portal All That Interesting, aproximadamente 1 de cada 200.000 nacimientos son siameses. Pero como todos sabemos, hay cosas que no se pueden evitar, y cuando suceden, debemos enfrentar las consecuencias. Tal es la vida de estos gemelos unidos, un par de personas que tienen que decidir y ejecutar todas sus acciones juntas, desde qué ponerse y qué comer hasta qué estudiar y dónde trabajar.
Cada acción supone compromiso y esfuerzo en equipo. Requiere de mucha paciencia, empatía y habilidad para comunicarse. Con seguridad, los siameses desarrollan los atributos que nos hacen falta a muchos para ser mejores personas.
Casos de siameses
Actualmente hay unas 12 parejas de siameses vivos en el mundo, y aunque se desconoce la razón, la mayoría de los casos son mujeres.
A menudo, los siameses comparten órganos, como el corazón o incluso el cerebro. En esos casos aún más extraños, pueden llegar a compartir pensamientos, sentimientos y hasta la visión. La mayoría de ellos aseguran poder terminar las oraciones del otro. Sin embargo, todavía siguen siendo individuos.
Por ejemplo, Tatiana y Krista Hogan, nacidas unidas por la cabeza en 2006, comparten actividad neuronal y algunos procesos mentales. Su conexión en el tálamo ha enlazado su experiencia sensorial, por lo que Krista puede sentir un toque en la pierna de Tatiana. Cuando Krista escribe, Tatiana puede anticipar la siguiente palabra. Son conscientes de los pensamientos del otro y pueden ver a través de los ojos del otro.
Sin embargo, no son una sola mente: todavía mantienen sus propias personalidades y preferencias: Tatiana odia cuando Krista come salsa de tomate.
Pero esas cosas resultan ínfimas cuando se trata de asuntos más personales como el amor y el sexo. Miremos el caso de los hermanos Chang y Eng Bunker (1811-1874), los gemelos unidos que dieron origen al término “Siameses”, del gentilicio de Siam (hoy Tailandia).
Estaban unidos por el esternón y por un cartílago, y sus hígados estaban fusionados, pero, a pesar de ello, eran totalmente independientes entre sí.
Curiosamente, se casaron con hermanas y acordaron construir casas por separado, una para cada pareja de gemelos y esposas. Utilizando lo que se describió como “dominio alternativo”, los hermanos se turnaban para renunciar al control de su cuerpo, permitiendo que al otro tres días de relativa autonomía. Así, cada uno tomaba su turno, viviendo en su propia casa y durmiendo con su propia esposa. Chang y su esposa tuvieron 10 hijos, mientras que Eng y su mujer tuvieron 12.
¿Por qué nacen gemelos siameses?
Todavía no hay una explicación científica para este fenómeno, ni se ha podido probar una predisposición para que unos gemelos se conviertan en siameses, probablemente, tenga causas genéticas recesivas.
Anteriormente se decía que los partos múltiples o cuerpos con partes duplicadas eran producto de un exceso de espermatozoides durante la fecundación. Hoy podría pensarse que los medicamentos que se utilizan para la fertilidad producen este tipo de casos, pero aún no se ha probado que estos guarden alguna relación, aunque sí existe una conexión entre estos medicamentos y los partos múltiples.
Respecto a la prognosis de vida de los siameses, se estima que el 50% nace muerto y el 35% muere durante las primeras 24 horas de vida. El que vivan o no tiene mucho que ver con la forma en que están unidos y la presencia de trastornos adicionales. Otro riesgo que se corre con los siameses es que sufran otras deformaciones en su cuerpo debido al poco espacio que tienen para desarrollarse en el útero.
Separación
En cuanto a la separación de los gemelos siameses, los mejores resultados se consiguen cuando se realiza entre los cinco meses y el año de vida. Pero antes de llevar a cabo la intervención es primordial efectuar un estudio exhaustivo para determinar qué órganos están completos y si es posible hacer la separación.
Pueden presentarse conflictos de tipo ético cuando hay algún órgano compartido y es preciso decidir qué bebé tiene más oportunidades de sobrevivir. La supervivencia a largo plazo de estos niños, una vez separados, es en promedio del 68%.
La calidad de vida es generalmente muy buena tras la operación, aunque los que estaban unidos por la pelvis suelen experimentar problemas genito-urinarios, para lo cual requerirán una nueva cirugía que permita solucionarlos. Indudablemente los adelantos anestésicos y quirúrgicos han mejorado este tipo de intervenciones.
Al final, si bien puede parecer extraño para las personas “normales”, los gemelos siameses son como nosotros, solo manejan un conjunto más amplio de desafíos, y su capacidad para superarlos es algo en lo que todos deberíamos prestar mayor atención.