Investigadores de la Universidad de Anglia del Este (Norfolk, Inglaterra) han encontrado que la ingesta diaria de 150 gramos de arándanos disminuye en un 15 % el peligro de padecer afecciones cardiovasculares, según señalan en una investigación publicada en la revista biomédica The American Journal of Clinical Nutrition.
A los expertos les llamó particularmente la atención la manera en que esta fruta actúa en los individuos que sufren síndrome metabólico, un conjunto de factores que conllevan un aumento del riesgo de padecer una enfermedad cardiovascular o diabetes mellitus tipo 2 y morir por ello. Estos factores pueden resumirse en presión arterial alta, azúcar elevada en la sangre, exceso de grasa abdominal, y los niveles bajos de colesterol “bueno” HDL en la sangre.
En el estudio se analizaron los efectos del consumo diario de arándanos en 138 personas con sobrepeso y síndrome metabólico, con edades entre 50 y 70 años. El primer grupo consumió 150 gramos de arándanos al día (1 taza), el segundo grupo comió 75 gramos (media taza) y el tercer grupo ingirió un placebo parecido en su sabor y color.
“Media taza de arándanos no es suficiente”
Respecto a los resultados, esto explicó el co-líder del estudio, el Dr. Peter Curtis al portal científico EurekAlert:
Encontramos que comer una taza de arándanos por día resultó en mejoras sostenidas en la función vascular y en la rigidez arterial, lo que representa una diferencia suficiente para reducir el riesgo de enfermedad cardiovascular entre 12 y 15 por ciento.
Extrañamente, los científicos no encontraron beneficios de una ingesta diaria igual o menor a 75 gramos de arándanos (media taza) en el grupo de riesgo analizado. Por lo tanto, se requieren ingestas diarias más altas de este alimento para obtener los beneficios de salud del corazón en poblaciones obesas y de riesgo, en comparación con la población en general.