🎓 Cómo hacerte rico vendiendo cursos sobre cómo hacerte rico: la guía definitiva del humo

Compra el curso de quien se hizo rico vendiendo cursos.

Vivimos en una era maravillosa: nunca antes en la historia de la humanidad fue tan fácil aprender a hacerte rico en 7 días desde tu sofá, con una taza de café en una mano y tu tarjeta de crédito temblando en la otra. ¿Cómo? ¡Fácil! Solo tienes que inscribirte en el nuevo curso del gurú de turno, ese que empezó desde cero —con nada más que una sonrisa, un dron y un yate de alquiler— y que hoy está aquí para compartir contigo, de forma completamente interesada, su fórmula secreta del éxito.





Porque, claro, cuando tú descubres un método infalible para ganar dinero, lo primero que haces es contárselo a millones de personas en un reel con música motivacional. Nada grita “modelo rentable y exclusivo” como enseñárselo al mundo entero. ¡La lógica empresarial al revés! Es como si un chef guardara su receta estrella… y luego la subiera gratis a TikTok con subtítulos y llamado a la acción incluido.

💸 Cómo ganar miles de dólares al mes enseñando a otros cómo ganar miles de dólares al mes

El modelo es impecable: primero te prometen una vida sin jefes, sin horarios, sin estrés… y sin evidencia. Luego, te venden un curso donde aprenderás a vender cursos como ese mismo curso. Es el ciclo del humo sagrado. Una cadena de favores digitales donde el conocimiento real es opcional y el entusiasmo sobreactuado es obligatorio.

Pero no te confundas: esto no es una estafa. No, no. Es marketing educativo disruptivo. Aquí no se enseña desde la experiencia, sino desde el branding. Lo importante no es saber, es parecer. Si tienes un fondo con luces LED, una frase en inglés mal traducida y un micro de solapa, ya estás a medio camino de convertirte en mentor certificado de la Universidad de la Vida™.

Y luego están los testimonios. Ah, esos seres místicos que aseguran haber pasado de vivir en una habitación sin ventana a facturar cinco cifras en una semana, gracias al “módulo 3: cambia tu mentalidad y cambia tu cuenta bancaria”. ¿Casualidad? No lo creo. Milagro digital, sí. Realidad, bueno… tal vez si defines “realidad” como un vídeo grabado con filtro de piel de bebé.

🚀 El humo como modelo de negocio escalable

Lo mejor de todo es que estos cursos se reproducen como hongos: uno toma el curso, aprende a crear su propia landing page, y lanza su propio curso para enseñar a otros a crear su landing page. Si te parece enredado, imagina el algoritmo de Instagram intentando descifrar quién es el alumno y quién es el gurú (a veces es la misma persona con dos cuentas).

Y claro, todos estos cursos tienen lo mismo: acceso a un grupo privado de WhatsApp lleno de emojis, plantillas con frases como “rompe tus creencias limitantes”, y masterclasses que duran tres horas, pero podrían resumirse en dos frases: “cree en ti” y “comparte este curso con más gente”. Pero si te atreves a dudar, eres un “miedoso programado para fracasar”. Porque cuestionar es de pobres, y pagar sin pensar es de valientes visionarios.

No falta el detalle emocional. Siempre hay una historia triste al principio del curso: el gurú fue rechazado por todos, vivió en un coche, comía arroz con aire… hasta que un día se iluminó y entendió que su misión era enseñarte que tú también puedes salir de la ruina, siempre y cuando pagues en tres cómodas cuotas.

Y qué decir de los “bonos exclusivos por tiempo limitado”: una masterclass de regalo, una guía en PDF de 4 páginas mal traducidas, y un acceso a una mentoría en vivo… con 400 personas más. Pero eso sí, atención personalizada, porque tú eres único (como los otros 399).

🧠 Del conocimiento al espectáculo: la educación como show

En este nuevo orden mundial, el conocimiento ya no se transmite, se vende con efectos especiales. El plan de estudios es secundario; lo importante es que el vídeo tenga intro con música épica, testimonios llorando, y una promesa que desafíe todas las leyes de la lógica económica. ¿Un curso sobre cómo invertir en bienes raíces sin tener capital? ¡Claro que sí, campeón!

La ironía suprema es que muchos de estos gurús hacen dinero únicamente vendiendo cursos sobre cómo hacer dinero. Es un ecosistema tan cerrado que podrías extraer energía de él. Se alimenta de desesperación, promesas y PowerPoints color pastel. Y si no te funciona, no es culpa del curso. Es culpa tuya. Porque no “accionaste” lo suficiente. Porque no te “alineaste con la frecuencia de la abundancia”. Porque no vibraste alto.

En definitiva, hemos pasado de la educación como herramienta de transformación, al curso exprés como entretenimiento motivacional. Una mezcla entre taller de autoestima, fórmula piramidal y coaching con fuegos artificiales. ¿Resultado? Miles de personas más confundidas, más endeudadas… pero eso sí, con diplomas digitales y nuevos sueños a plazos.

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