Pertenece la provincia de Huelva, El Rocío se encuentra en el término municipal de Almonte, a orillas de unas marismas plagadas de una riquísima flora y fauna en gran parte autóctona, y es especialmente conocido por albergarla romería mariana más importante y multitudinaria del mundo, llegando a acoger hasta un millón de personas durante el fin de semana que dura esta fiesta en honor a la Virgen del Rocío, que se encuentra en la aldea y le da nombre.
Solo el hecho de caminar por sus calles de arena, dar un paseo a caballo como un lugareño más o degustar su gastronomía con productos típicos de la zona,hacen que el visitante sienta que se para el tiempo y los siglos de historia que atesora este lugar no hayan pasado y que todo siga igual que antaño. Simplemente maravilloso.
Un oasis de lujo en pleno paraíso natural
Por otro lado, uno de los atractivos más grandes que tiene la zona es la posibilidad de visitar y conocer el Parque Nacional de Doñana, uno de los humedales más importantes de Europa y Reserva de la Biosfera, que alberga una gran biodiversidad de aves acuáticas muy apreciada por expertos y aficionados,que encuentran en este parque el lugar idóneo para la observación y estudio de aves.
Desde el Hotel La Malvasía, situado frente a las espectaculares marismas rocieras y tras el Santuario de la Virgen, bajo el cobijo de Su manto, podemos disfrutar de todo lo bueno y mucho que nos ofrece El Rocío.
En un ambiente exclusivo, este selecto establecimiento hotelero ha recuperado todo su esplendor de la mano de Kaizen Hoteles para ofrecer el mayor confort, calidad y servicio para satisfacer al cliente más exigente y que no tiene nada que envidiar a cualquier hotel de 5 estrellas. Además, su oferta se ve complementada con un Restaurante al nivel del establecimiento, con una seleccionada carta donde tiene especial protagonismo el producto de la zona, de magnífica calidad y que se ve incluso incrementada con las cuidadas elaboraciones del Chef.
Su decoración exquisita, el servicio profesional y personalizado, unidos a la tranquilidad del enclave, hacen de este hotel con encanto un oasis y un remanso de paz dentro de unos de los paraísos naturales más peculiares y pintorescos de la geografía española. Ya lo decía la sevillana… «El Rocío es el mismo cielo, poquita es la diferencia…”.
Cómo nació una devoción universal
Cuenta la leyenda que, en el siglo XV, un hombre que cuidaba del ganado en un lugar conocido como La Rocina, advirtió que se ocultaba tras los matorrales de la zona algo distinto a lo normal de la maleza. Penetró entre las plantas y, en medio de las espinas, halló la Sagrada Imagen intacta de las espinas, de la misma manera que la Zarza Mística ilesa en medio de los ardores del pecado original. Era una imagen de la Reina de los Ángeles de estatura natural, colocada sobre el tronco de un árbol.
«Hallazgo tan precioso como no esperado, llenó al hombre de un gozo sobre toda ponderación, y, queriendo hacer a todos patente tanta dicha, a costa de sus afanes, desmontando parte de aquel cerrado bosque, sacó en sus hombros la soberana imagen a campo descubierto.
Pero como fuese su intención colocar en la villa de Almonte, distante tres leguas de aquel sitio, el bello simulacro, siguiendo en sus intentos piadosos, se quedó dormido a esfuerzo de su cansancio y su fatiga. Despertó y se halló sin la sagrada imagen, penetrado de dolor, volvió al sitio donde la vio primero, y allí la encontró como antes.
Vino a Almonte y refirió todo lo sucedido con la cual noticia salieron el clero y cabildo de esta villa y hallaron la Santa Imagen en el lugar y modo que el hombre les había referido, notando ilesa su belleza, no obstante el largo tiempo que había estado expuesta a la inclemencia de los tiempos,lluvias, rayos de sol y tempestades.
Poseídos de la devoción y el respeto, la sacaron entre las malezas y la pusieron en la iglesia mayor de dicha villa, entre tanto que en aquella selva se le labraba templo. Hízose, en efecto, una pequeña ermita de diez varas de largo, y se construyó el altar para colocar la imagen, de tal modo que el tronco en que fue hallada le sirviese de peana. Aforándose en aquel sitio con el nombre de la Virgen de las Rocinas.»
La zona donde se erige el Santuario estuvo poblada en otras épocas. Yacimientos y restos arqueológicos así lo demuestran: paleolítico, tartessos, romanos, visigodos y árabes. En 1.582, el Concejo de Almonte adquiere las tierras denominadas Madre de las Marismas, junto a la Ermita.
Toda esta tierra señorial, estaba atravesada por caminos muy transitados que se cruzan a escasos metros de ésta, convirtiéndola en lugar de encrucijada que será vital para que se propague con facilidad la devoción a la Blanca Paloma.
Historia de una ermita, historia de El Rocío
La primera Ermita fue levantada aproximadamente hacia los años 1295 – 1300 por Alfonso X. Tenía diez varas de larga y estaba orientada al sur, era de un sencillo mudéjar,con techumbre de madera a dos aguas y compás. A lo largo de la historia esta Ermita sufre ampliaciones y reformas importantes, no obstante, permanece levantada hasta mediados del siglo XVIII cuando el terremoto de Lisboa de 1755 casi la destruye.
En 1.760 se bendice un nuevo Santuario con mayor dimensión y distinta planta orientado de Este a Oeste, inspirado también en el mudéjar con algunos elementos barrocos en su fachada y en su espléndido retablo.
En 1915 se cambió la techumbre y se modificaron algunas dependencias, y en los años cuarenta se decoró la fachada con azulejos. Esta ermita era de pequeñas dimensiones y en su interior, al fondo, se encontraba el antiguo retablo del siglo XVIII, destacando en su hornacina central la imagen de la Virgen.
Por fin la urgente necesidad de levantar un nuevo Santuario en el Rocío recibió el impulso definitivo del primer obispo de Huelva, Monseñor Cantero. La idea encontró ambiente propicio en pueblo almonteño, y en cabildo general celebrado por la Pontificia y Real Hermandad Matriz de Almonte el 31 de julio de 1961 se acordó levantar un nuevo y más amplio santuario a la Virgen.
La primera piedra de la nueva iglesia fue solemnemente bendecida y colocada el domingo 26 de enero de 1964 y fue proyectado por los arquitectos D. Antonio Delgado Roig y D. Antonio Balbontín Orta.
Mientras duraron los trabajos del nuevo templo, la Virgen fue situada en una pequeña capilla provisional, que se levantó en la parte izquierda de la fachada.
El 12 de abril de 1969 entraría la Virgen del Rocío en su nueva casa. Su blanco y llamativo Santuario es una preciosa obra con planta de cruz latina a orillas de la marisma, donde se mezclan el estilo religioso con el andaluz, dando la bienvenida a los peregrinos con una simbólica concha que sirve de portada.
Cabe destacar la visita que hizo a la ermita el Papa Juan Pablo II el 14 de junio de 1993, arrodillándose y rezando ante la Blanca Paloma y bendiciendo a los miles y miles de rocieros que no quisieron perderse esta histórica cita.
En la actualidad, la Virgen luce en un espectacular retablo dorado de estilo barroco que fue acabado totalmente en el año 2006 y, desde 2014, se puede visitar el Museo del Tesoro de la Virgen que recoge el valiosísimo patrimonio la Virgen, además de conocer toda la historia de una de las imágenes marianas que despiertan más devoción en el mundo.
Doñana, el humedal de Europa
La Historia de Doñana puede comenzarse con los asentamientos romanos del siglo II a.C. que se prolongaron hasta el V d.C., dedicados fundamentalmente a la pesca y a la salazón, y que debían situarse en torno a lo que actualmente conocemos como Marismas del Guadalquivir.
Sin embargo, no es hasta el siglo XV con la organización del territorio, cuando comienzan el dominio señorial, los primeros límites y acotamientos, y la prohibición de cualquier aprovechamiento que perjudicara a la caza.
El nombre de estas tierras se consolida un siglo después, con la construcción por parte del séptimo duque de Medina-Sidonia de un palacio para su esposa, Doña Ana Gómez de Mendoza y Silva, en pleno corazón del monte. Las tierras circundantes pronto comienzan a ser conocidas como el Bosque de Doña Ana, el Coto de Doña Ana, etc., hasta que finalmente la denominación se acorta a la que actualmente conocemos.
El interés científico y naturalista arranca en el siglo XIX, con la publicación de un catálogo de aves observadas en algunas provincias de Andalucía, realizado por Don Antonio Machado y Núñez. Es también el comienzo de una intensa búsqueda de huevos y pieles por parte de naturalistas y cazadores, lo que llega a poner en grave peligro las poblaciones de algunas especies.
En el siglo XX los nuevos propietarios de Doñana introducen especies animales, plantan pinos piñoneros y organizan monterías de forma habitual. Pocos años después, en 1940, se constituye la Sociedad Cinegética del Coto del Palacio de Doñana. La inmensa riqueza faunística de estas tierras atrae también a ornitólogos de todo el mundo, que proponen en 1952 la internacionalización de su propiedad.
Es el comienzo de una conciencia conservacionista dentro y fuera de nuestras fronteras, que culmina en 1963 con la adquisición de unas 7.000 hectáreas por parte del Estado Español, en colaboración con el Fondo Mundial para la Conservación de la Naturaleza (WWF) y la creación de la Reserva Biológica de Doñana.
Seis años después se creael Parque Nacional de Doñana, que será ampliado y reclasificado por su Ley de Régimen Jurídico en 1978 y que posteriormente ha ampliado sus límites en 2004.Desde entonces, diversas figuras de protección internacional confluyen en este territorio.
Hoy en día podemos disfrutar, aunque de manera restrictiva, de este espectacular espacio donde confluyen marismas, playas, pinares, lagunas, dunas, aves, ciervos, etc. Pero donde la estrella es principalmente su habitante más protegido, el lince ibérico.