¿Es el Mindfulness una moda?

Parece que en los últimos tiempos la palabra Mindfulness suena por todas partes como si de un descubrimiento o invento reciente se tratara, pero ¿Es en verdad una moda?





Origen

Los orígenes de esta práctica milenaria se encuentran en la meditación budista pero, si bien es cierto, en torno a 1990 llega a occidente de la mano de Jon Kabat-Zinn, catedrático de medicina en la Universidad de Massachussets, quien lo da a conocer por implementarlo en un programa de reducción de estrés con excelentes resultados.

¿Qué quiere decir Mindfulness?

Este término acuñado por Jon Kabat-Zinn no tiene una traducción literal al español, se traduce como “atención plena”, es decir, estar en el aquí y en el ahora, en el momento presente, como dice Eckhart Tolle en su libro “El poder del ahora”.

¿En qué consiste?

La atención plena consiste en observar nuestros estados internos en términos de pensamientos, emociones y sensaciones corporales, así como el exterior que nos rodea en ese momento. Para conseguirlo, la clave es aceptar lo que sucede sin juzgarlo, es decir, sin rechazarlo ni luchar para que cambie, sobre todo cuando la experiencia está siendo desagradable.

Esta observación libre de juicios nos facilita tomar conciencia de nosotros mismos, comprendiendo lo que está pasando a nivel interno sin evitarlo ni reprimirlo, lo cual, nos permite salir del “piloto automático” en el que solemos estar, pasando de ser sujetos pasivos a ser sujetos activos. Aumentar nuestro nivel de autoconciencia mediante la práctica de la atención plena favorece la identificación de nuestros estados emocionales, así como la influencia que pueden ejercer los pensamientos en dichos estados, de modo que podamos cambiar la forma de actuar ante los estímulos que nos generan malestar, pasando de reaccionar de una forma automática a responder de manera consciente.

Mindfulness en la Psicología

Investigadores de la Universidad de Harvard han demostrado que nuestra mente está pensando la mitad del tiempo en algo diferente a lo que estamos haciendo y que las personas somos menos felices cuando nuestras mentes están vagando que cuando no lo están, además del gasto de energía que conlleva.

Entrenarla para que divague menos contribuye a aumentar nuestro bienestar, salud, felicidad, creatividad y eficiencia así como reducir los niveles de ansiedad, estrés y depresión generados cuando está distraída, normalmente entre el pasado y el futuro.

Mindfulness en la Psicología

En los últimos 30 años se ha venido investigando los numerosos beneficios mentales y físicos que aporta la práctica continuada, pero es en la última década donde el interés científico aumenta de forma exponencial. Hasta la fecha existen más de 5.000 estudios que demuestran sus múltiples beneficios y nuevos avances que surgen casi a diario.

De hecho, las más prestigiosas universidades del mundo poseen sus propios departamentos dedicados al estudio del mindfulness (Harvard, Cambridge, Oxford, UCLA….).

Teniendo en cuenta este respaldo científico y sus beneficios, en el ámbito de la Psicología, se incorpora como una técnica dentro del marco de una psicoterapia.

De hecho, la práctica de la atención plena, al aumentar el nivel de consciencia, favorece que los sujetos participen activamente y de forma responsable en su propio proceso de recuperación.

Desde el punto de vista de las neurociencias, partiendo del concepto de neuroplasticidad (capacidad del cerebro de cambiar y reorganizarse a lo largo de toda la vida, incluso siendo adultos) la investigación científica llevada a cabo hasta el momento ha comenzado a validar los cambios funcionales y estructurales en el cerebro que se producen con el mindfulness, es decir, practicarlo de forma regular genera nuevas conexiones nerviosas e incluso permite crear nuevas neuronas (neurogénesis).

¿Cómo influyen estos cambios a nivel cerebral?

Tienen un impacto directo en nuestro pensamiento y conducta, de forma que permite disminuir las respuestas reactivas que ya están automatizadas y posibilita construir nuevas vías de respuesta más adaptativas y funcionales.

Qué quiere decir Mindfulness

Continuando en esta línea, descubrimientos recientes demuestran que aumentar la atención plena mediante una práctica regular, contribuye a reducir la actividad y tamaño de la amígdala (región del cerebro encargada de responder ante el estrés, entre otras funciones). Una actividad alta en la misma se ha relacionado con estados de ansiedad y depresión. Por tanto, la disminución en dicha actividad contribuye a fomentar estados de bienestar físico y psicológico, así como aumentar el umbral de reactividad ante el estrés al disminuir la respuesta emocional ante los estímulos estresores.

Para entender de forma más concreta cómo puede ayudarnos el mindfulness, algunos de sus  beneficios son:

  • Reducción de estrés y ansiedad
  • Mejora la concentración y la memoria
  • Reduce el insomnio
  • Protege el cerebro
  • Control del peso
  • Favorece la regulación emocional
  • Mejora el estado de ánimo
  • Fomenta la creatividad
  • Facilita el control de impulsos
  • Aumenta el rendimiento
  • Mejora los síntomas en las enfermedades crónicas
  • Equilibra el sistema nervioso
  • Incrementa la densidad de la materia gris

Y la lista continúa….. 

¿Cómo practicarlo?

Para introducirnos en la práctica del mindfulness y entrenarlo de forma adecuada hasta generar un hábito, o mejor dicho, hasta que se automatice, lo recomendable sería consultar con un profesional para recibir una orientación personalizada y adaptada a las necesidades específicas de cada persona.

Al igual que podemos desarrollar nuestros músculos haciendo ejercicio con regularidad, nuestro cerebro puede fortalecer y crear nuevas conexiones neuronales mediante la práctica habitual del mindfulness. Eso sí, para conseguirlo son claves la constancia, la paciencia y la regularidad en este entrenamiento.

Debido a la cantidad de ejercicios y formas que hay para practicarlo, se describirá un ejemplo para entender la esencia del mindfulness.

  • Ejercicio de atención plena: Cepillarse los dientes de manera consciente.

Una actividad cotidiana como puede ser cepillarse los dientes, puede convertirse en un ejercicio de mindfulness si lo hacemos de la siguiente manera:

-La consigna es focalizar la atención en cada sensación percibida por cada uno de los cinco sentidos y, cada vez que aparezcan pensamientos (que aparecerán pues no están bajo tu control), imagina que se van con el agua que cae del grifo, reenfoca de nuevo tu atención en tu cuerpo y en las diferentes sensaciones que experimentas. Cada vez que te descubras en algún pensamiento (del futuro o del pasado) vuelve a poner tu atención en el cuerpo y en lo que estás sintiendo, sobre todo sin frustrarte por ello, sé paciente y compasivo contigo mismo cuando te des cuenta de que te has ido del momento presente.

práctica del mindfulness

¿Podemos decir entonces que estamos ante una moda?

Teniendo en cuenta los múltiples beneficios que nos aporta el mindfulness, ya que contribuye a mejorar nuestro estado de bienestar de forma integral y a aumentar nuestro nivel de felicidad en el día a día, podemos enfocar la práctica de dicha disciplina como una filosofía de vida. Esto quiere decir que más allá del fin esperado de la misma, lo verdaderamente enriquecedor es el proceso de autodescubrimiento en el que nos vemos inmersos a la hora de practicarlo.

Rebeca Quevedo Aja, Licenciada en Psicología por la Universidad Pontificia de Salamanca. Miembro del equipo El Prado Psicólogos.

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