La sociedad ha experimentado vertiginosos cambios en muy poco tiempo, lo cual ha permeado en todas las esferas del día a día y, muy especialmente, en lo concerniente a las actividades que se llevan a cabo para ganar dinero.
Surgen modernas especializaciones, nuevos estilos en la contratación de personal; el ámbito de influencia de las empresas ha traspasado las fronteras y conceptos relacionados con novedosas modalidades para generar ingresos se tornan relevantes.
Se impone optimizar la inteligencia, concebida como la facultad de decidir cuál es la mejor opción entre una gran gama de posibilidades para adaptarlas a nuestras necesidades. La inteligencia es la herramienta más poderosa para aprovechar las ventajas de la era tecnológica que nos ha tocado inaugurar.
Hoy es imprescindible ser conscientes de cómo emplear ese recurso finito y no renovable al que llamamos tiempo, por el cual el criterio de productividad resulta de vital importancia en todas las actividades.
Para profundizar en este tema seguiremos las directrices de Agustín Grau, uno de los mayores expertos en la generación de ingresos y en optimizar el tiempo y la forma de producirlos.
Elige entre matarte a trabajar o usar la cabeza
Desde pequeños nos enseñaron a que debíamos ganarnos el pan con el sudor de la frente y eso es lo que comúnmente hacemos. Dedicar muchas horas al trabajo, por lo general, nos hace sentir útiles, productivos y realizados como personas.
Pero si lo analizamos fríamente, no por trabajar más se consiguen mayores resultados. Prueba de ello es que, en las economías más desarrolladas del mundo, el modelo que prevalece en las empresas es el de remunerar a sus empleados por los objetivos alcanzados y no por la cantidad de horas trabajadas.
Trabajar por cuenta propia equivale a auto-emplearse, es decir, nos dedicamos a vender un producto o a ofrecer un servicio para lo cual, además, tenemos que costear los gastos derivados de la operación.
Es igual que si trabajáramos por cuenta ajena, ya que nuestro recurso principal –que es el tiempo– se invierte en generar los beneficios, lo cual conseguimos con una mayor o menor rentabilidad. Sin embargo, hay otras formas de incrementar la productividad.
Basado en la relación tiempo-resultado, se definen tres tipos de ingresos:
- En el modelo tradicional, señalado anteriormente, se requiere presencia física constante, por lo que la ganancia obtenida de esta forma se califica como ingreso activo.
- Luego tendríamos los ingresos por resultado, cuya consecución podría implicar dedicación total o parcial, aunque no necesariamente.
- Y también existen otros modelos destinados a la generación de ingresos pasivos, que consisten en utilizar los recursos disponibles para que se reproduzcan solos. Uno de ellos es el crowdlending.
El crowdlending como modelo ideal para la generación de ingresos pasivos
Desde hace algunos años el crowdlending (o crowlending) ha ganado mucho terreno en el campo de los préstamos y se ha convertido una de las mejores opciones para invertir.
Tanto los emprendedores como cualquier otra persona que necesite un crédito, acuden a este sistema que ofrece rapidez, simplificación y mejores condiciones que las entidades bancarias.
Para los inversores es una forma de obtener beneficios significativos, prestando su dinero a través de plataformas donde se agrupa una gran cantidad de prestamistas, quienes colocan diferentes capitales a partir de cantidades muy bajas, aunque, lógicamente, a mayor inversión mayor ganancia.
Es una forma segura de invertir, ya que se verifican todas las credenciales de quienes aspiran a obtener el préstamo y, por otra parte, la inversión de dinero genera un mayor rendimiento que, por ejemplo, tener los ahorros en el banco, bien sea en un cuenta de ahorro o a plazo fijo.
Existen diversos tipos de plataformas de crowdlending, algunas de las cuales han evolucionado destacando sobre el resto, como es el caso de Mintos, de la cual destacan los siguientes aspectos:
- Como sucede con otras opciones, el inversor elige el tipo de empresa y las condiciones en las que quiere realizar el préstamo.
- La cobertura geográfica de Mintos es muy amplia, lo que permite seleccionar el país y el tipo de moneda en que el que se quiere realizar la inversión.
- Los plazos para recuperar el capital con sus respectivos intereses son menores: el préstamo puede tener una duración incluso de dos meses.
- Existen dos opciones: manual o automática. En el primer caso, se definen las condiciones cada vez que se vence un plazo, mientras que en el segundo, se indican al principio y el sistema trabaja automáticamente permitiendo hacer modificaciones periódicas.
- Al poner el dinero a trabajar de forma automática, la plataforma va construyendo lo que se conoce como “interés compuesto”, es decir, acumula capital e interés al concluir cada periodo y lo asume como nueva inversión, lo que produce un crecimiento exponencial.
- Los rendimientos son muy interesantes y comparativamente superiores a otras plataformas por la diversidad de países que abarca.
El crowdlending es una forma de ahorro muy atractiva, especialmente si se es joven, ya que cuando llega el momento de la jubilación se habrá acumulado una cantidad importante de dinero, significativamente mayor que con otros planes de inversión, eliminándose además la dependencia de una futura e incierta pensión de jubilación.
Una inversión inteligente y planificada en este tipo de plataformas puede permitirnos el retiro a los 40 ó 50 años. Considerándose que la esperanza de vida en España es de 83 años (promediando hombre y mujeres), si logramos retirarnos a los 40 habremos ganado más de la mitad de la vida para disfrutarla.