En el verano de 2008, una extraña criatura apareció en la costa en Long Island, Nueva York. Tumbada sin vida en una playa cercana al distrito de Montauk, la criatura hinchada y sin sangre se asemejaba a un monstruo sacado de un libro de cuentos , lo que inspiró al público a llamarla el ‘Monstruo de Montauk’.
No tardó mucho para que las noticias sobre el monstruo y las teorías sobre su origen comenzaran a difundirse. La gente especuló que podría ser el resultado mutante de un experimento realizado en el cercano Centro de Enfermedades Animales de Plum Island. Otros postularon que era una entidad alienígena que había sucumbido a los elementos terrestres.
O, tal vez, se trató simplemente de un capcioso plan de marketing.
Rápidamente el director del Museo Internacional de Criptozoología Loren Coleman, a quien se le atribuye en gran medida el haber acuñado el nombre ‘Monstruo de Montauk’, inició una extensa investigación sobre la criatura .
Como experto en animales cuya existencia está en discusión (como por ejemplo el Monstruo del Lago Ness), este criptozoólogo parecía encajar perfectamente en el trabajo, si tan solo los habitantes de Montauk hablaran con él.
Coleman informó que, extrañamente, “estas personas levantaron una pared de ladrillos a su alrededor”.
¿Qué sabían realmente sobre el Monstruo de Montauk? ¿Por qué buscaban ocultarlo?
La aparición del monstruo de Montauk
El 12 de julio de 2008, Jenna Hewitt y sus amigas Rachel Goldberg y Courtney Fruin llegaron a la playa en Ditch Plains. Ese caluroso sábado de verano tenía las condiciones propicias para pasear, y mientras este grupo de nativos de East Hampton lo hacía, se encontraron con una escena perturbadora.
Se asemejaba al cadáver asoleado de un perro con extrañas ataduras alrededor de sus patas. Pero no parecía del tamaño de un perro, y en lugar de un hocico, la criatura parecía tener un pico. Entonces Hewitt tomó una foto del animal muerto, que luego se extendió como la pólvora por Internet.
La fotografía a color que tomó de la criatura fue publicada en blanco y negro en un artículo en The East Hampton Independent con el título de ‘El sabueso de Bonacville’, una parodia que aludía al pueblo nativo Bonackers de East Hampton y a ‘El sabueso de los Baskerville’, un libro de Arthur Conan Doyle de la serie de Sherlock Holmes. El artículo especulaba que la criatura podía ser una tortuga o alguna clase de experimento mutante del Centro de Enfermedad Animal de Plum Island.
Pero las cosas realmente cobraron fuerza el 29 de julio cuando el sitio web Gawker.com puso en línea una publicación de gran exposición con el titular de ‘Monstruo muerto en la orilla de Montauk’.
El artículo de escasas 87 palabras estaba lleno de sarcasmo y sugería mucho que el Monstruo de Montauk era un truco de marketing, pero la extraña foto tuvo un impacto y la historia alcanzó el escenario nacional, apareciendo en medios como Fox News y The Huffington Post.
Los teóricos de la conspiración de todo el mundo se animaron y Coleman, que estaba al tanto de los extraños descubrimientos de animales, figuraba entre los que querían saber más.
Pero cuando Coleman llegó a Nueva York para inspeccionar la criatura, su cadáver no se encontraba por ningún lado.
Investigar el monstruo de Montauk genera más preguntas que respuestas
Coleman no pudo ver a la criatura con sus propios ojos. Según un lugareño, la criatura se descompuso más allá del reconocimiento. Sin embargo, esta persona no identificó el lugar del hallazgo para una inspección. Hewitt dijo a los medios que “un muchacho lo recogió y se lo llevó al monte, al jardín trasero de su casa”, aunque no aclaró ni quién ni dónde.
Desde entonces, Hewitt se ha negado a conceder cualquier otra entrevista.
Mientras tanto, las otras dos mujeres jóvenes que supuestamente habían encontrado al monstruo también parecían desaparecer de los medios. Coleman se quedó con pocas pistas con las que trabajar.
“No era más grande que un gato”, fue lo único que dijeron los lugareños que afirmaron haber visto su cadáver descompuesto antes de que desapareciera, por lo que cualquier conclusión sobre su origen e identidad ahora tendría que ser teórica.
Como tal, algunos expertos han llegado a ver toda la situación como una farsa. Según William Wise, director del Instituto de Recursos Marinos Vivos de la Universidad de Stony Brook, la criatura probablemente era un coyote o un perro que había “estado en el mar por un tiempo”.
Añadió que la alimaña probablemente no era un roedor, oveja o mapache. Otros postularon que la criatura era una tortuga sin caparazón, pero Wise no estuvo de acuerdo. Las tortugas no tienen dientes, donde ciertamente los tenía el Monstruo de Montauk.
Por otra parte, se han difundido rumores de que la bestia era un mutante fugitivo del cercano Centro de Enfermedades Animales de Plum Island. El reportero de cable local Nick Leighton dijo que habló con las tres mujeres antes de que se escabulleran de los medios de comunicación y afirmó que su entrevista del 31 de julio incluyó una charla tímida sobre la narrativa de Plum Island, y que Goldberg le mostró una foto alternativa de la criatura desde un ángulo completamente nuevo.
Nick Leighton visitó las instalaciones de Plum Island dos años después del escándalo del Monstruo de Montauk. Informó que la seguridad era tan estricta que parecía poco probable que algo de allí pudiera escapar.
Tras algunas indagaciones, Leighton dio con lo que podría ser la solución a este extraño misterio.
Luego de algunas “sólidas teorías”, el misterio perdura
Durante su investigación, Leighton escuchó rumores de un animal muerto al que se le ofreció un funeral vikingo, acto en el que fue quemado y enviado al mar. Parecía plausible que la criatura “honrada” hubiera llegado quemada y desfigurada a la costa de Ditch Plains.
Esta teoría ganó credibilidad cuando un lugareño no identificado le dijo al reportero Drew Grant que habían encontrado un mapache muerto en la cercana isla Shelter, a fines de junio de 2008.
Aproximadamente dos semanas después, el Monstruo de Montauk fue encontrado en el otro extremo de South Fork de Long Island.
Finalmente, parecía que la criatura no era más que una especie de mamífero muerto o chamuscado. De hecho, Discovery especuló oficialmente que probablemente se trataba de un mapache.
Sin embargo, respecto a las ataduras en sus patas, una triste teoría especula que el Monstruo de Montauk podría haber sido un pitbull que se vio obligado a participar en una pelea de perros en la que resultó fatalmente herido o muerto. Luego, después de unas dos semanas de chisporrotear bajo el sol e hincharse hasta proporciones inidentificables, la criatura llegó a la orilla de Ditch Plains.
Incluso Coleman estuvo de acuerdo con esta explicación. En su opinión, el Monstruo de Montauk no pertenece a las filas del Yeti y comparte la idea de que probablemente se trató de un mapache.
Pero el cadáver nunca fue examinado, por lo que la teoría del “mapache muerto quemado en una balsa” permanece en disputa. Algunos se mantienen firmes en que la criatura era algo completamente diferente.
De hecho, el extremo aislado de Long Island ha sido el hogar de otros supuestos eventos paranormales, como el Proyecto Montauk, que supuestamente lanzó experimentos de viaje en el tiempo en la Base de la Fuerza Aérea de Montauk.
Cuando Ellen Killoran escribió sobre el Monstruo de Montauk para el Observador en 2008, un conocido le dijo que Montauk es un lugar “con muchos secretos”.
Para el reportero Drew Grant, no hay nada más que hacer que aceptar el hecho de que el misterio del Monstruo de Montauk seguirá sin resolverse. “Va a ser uno de esos misterios para siempre“.