La inicialmente bautizadada como Torre de 300 metros y más tarde conocida como la Torre Eiffel, en honor al ingeniero que la construyó y la inauguró en 1889, es el monumento parisino más conocido a nivel internacional y cumplió 130 años el pasado 31 de marzo.
Su estreno correspondió a la conmemoración del centenario de la Revolución Francesa y se realizó de la mano de una gran exposición que tuvo por objeto exhibir todos los avances de la construcción y las artes de la época, en la que participaron también otros países con sus respectivos pabellones y espectáculos típicos.
Cuentan que la Torre fue levantada en poco más de dos años y que todos los gastos de la obra fueron sufragados por el propio Gustave Eiffel, un ingeniero de renombre internacional que había participado en la edificación de la Estatua de la Libertad.
Lo anecdótico es que Eiffel se prestó a cubrir los gastos de la construcción a cambio de una concesión turística de veinte años de duración. Esta maniobra provocó que, en unas pocas semanas, ya hubiese recuperado el capital invertido en el levantamiento de la torre.
La estructura, que está formada por hierro refinado en hornos a altísimas temperaturas, tuvo muchísima oposición por parte de los intelectuales y artistas plásticos del momento, que la consideraron un adefesio. Sin embargo, la Torre Eiffel se convirtió en icono de la ciudad en poco tiempo y también en el edificio más alto del mundo hasta que, en 1930, fue inaugurada la Torre Chrysler de Nueva York.
Hoy día, la Torre Eiffel es uno de los monumentos más famosos del mundo. Se estima que más de 7 millones de turistas la visitan anualmente y largas colas se forman todos los días con la esperanza de conseguir subir a lo más alto.
El encanto de la Torre Eiffel
Conocer la Torre Eiffel por dentro es obligatorio para los turistas que visitan París, ya que no hacerlo es como no haber estado en la Ciudad de la Luz.
Es un monumento con muchas connotaciones románticas, muchos pactos de amor han quedado sellados en su cúspide, y también ha sido testigo de grandes momentos del cine, como la aquella mítica escena en la que Superman salva a Lois que cae al vacío en el ascensor de la Torre.
La estructura de de la torre cuenta con cuatro niveles: Atrio, Primera Planta, Segunda Planta y Cima. A partir del atrio, se sube a la primera y segunda planta en un ascensor de paredes transparentes y luego, por las escaleras, se llega hasta lo más alto. Cada uno de los niveles cuenta con sus atracciones particulares, siendo lo más espectacular arribar a la cima.
El Atrio
Desde este punto se aprecia la imponente estructura que se cimenta en cuatro puntos: este, oeste, norte y sur, donde se ubican los ascensores y las escaleras para ascender.
También en este nivel se encuentra un busto en honor a Gustave Eiffel y hay tiendas para la compra de souvenirs, lugares de comida rápida y puntos de información.
Primera Planta
La primera planta es memorable por su suelo de cristal, donde la gente se siente como flotando a 58 metros de altura.
Resulta muy seductor el juego gratuito denominado El Expediente Secreto de la Torre Eiffel donde, a través de pistas, se buscan respuestas a diferentes misterios.
En esta planta también se localiza uno de los dos restaurantes especializados en cocina francesa con que cuenta la Torre.
Segunda Planta
La segunda planta está a 125 metros de altura. Aquí se encuentra el otro restaurante y las vistas son un auténtico espectáculo
Se aprecian los principales monumentos de París, como el Louvre y la Catedral de Notre Dame, así como el curso del río Sena y el Campo de Marte.
A lo lejos también se puede ver el barrio bohemio de Montmartre, donde Tolouse-Lautrec inmortalizó la vida parisina de 1880.
La Cima
La cima se ubica a 276 metros de altura. En este nivel se puede ver una interesante réplica de la oficina de Gustave Eiffel con personajes de cera.
Este es el lugar para las promesas de amor, selladas con champán del bar especializado que allí arriba se encuentra.
Solo es cuestión de echarle un poco de imaginación para escuchar en la distancia la voz de Edith Piaf cantando por las calles de Montmartre.
Cómo entrar a la Torre Eiffel evitando las colas interminables
En La ciudad de la Luz hay miles de sitios interesantes para visitar y nadie quiere perder el tiempo haciendo colas para entrar a la Torre Eiffel, sin embargo suele suceder con frecuencia. La gente espera durante horas para comprar la entrada y, en muchas ocasiones, cuando finalmente llegan a la taquilla, ya se han agotado los horarios para ese día.
Quizás muchos desconocen que existen otras opciones que consisten en comprar los billetes online, bien sea a través de la página web de la Torre Eiffel o mediante otras alternativas. Todo depende del tiempo disponible, es decir, si preferimos hacer la cola, del momento en que hayamos decidido viajar, y de hasta dónde queramos subir.
En la web de viajes 365 Sábados Viajando disponen de información muy completa sobre las diferentes formas de conseguir entradas a la Torre Eiffel, incluso de cómo hacer una reserva en cualquiera de sus dos restaurantes de comida francesa.
Debido a que la Torre Eiffel es uno de los lugares más visitados del mundo, hay que reservar las entradas con bastante tiempo de antelación. Por lo tanto, si vamos a comprar la entrada a través de web oficial de la Torre Eiffel, es necesario estar muy pendiente de que abran la venta, ya que solo lo hacen durante dos meses y la demanda es muy alta.
Otro dato a considerar es que las entradas que se compran en la web oficial de la Torre Eiffel no contemplan la subida a la cima, sino únicamente hasta el segundo nivel en ascensor, lo que puede estar bien, pero es una lástima no llegar hasta el punto más alto.
Aquellos que quieran llegar hasta arriba del todo y no hacer la cola tienen otras opciones, al igual que los que no pretenden llegar a la cima pero quieren conseguir una entrada a última hora.
Existen plataformas que ofrecen las entradas que han comprado previamente, por lo que son un poco más caras, pero garantizan la posibilidad de entrar a la Torre Eiffel, pudiendo decidir si llegar solo hasta segunda planta o hasta el último piso, ya que los precios son diferentes.
Si vas a visitar París es muy importante que tengas muy en cuenta todas las recomendaciones posibles antes de intentar entrar en la Torre Eiffel, ya que los poco precavidos no suelen pasar el cordón de seguridad.