Cuando vemos los casos de insolvencia desde fuera, siempre suele surgir la pregunta de cómo es posible llegar a cargar la cuenta económica de deudas e impagos que ahogan y dejan la nómina de cada mes en números rojos. Pero la realidad es que el mercado crediticio, en sus múltiples ofertas, contiene a menudo cláusulas y comisiones abusivas que mes tras mes van acumulándose y haciendo crecer la deuda. Para volver a ser dueño de la propia solvencia económica es necesario dejar estos problemas en manos de profesionales.
Comienza a respirar gracias a la gestión profesional
Al igual que existen cientos de empresas crediticias que ofrecen múltiples ofertas de financiaciones económicas, con todo tipo de comisiones y pagos finales, también se pueden encontrar empresas que luchan para ayudar a combatir todos estos problemas de solvencia. Es el caso de Repagalia, una organización que puede reparar cualquier tipo de deuda existente de un particular.
Esta empresa está formada por asesores económicos profesionales que analizan cada caso minuciosamente y de forma personal, planteando las alternativas y los mejores caminos para finiquitar cualquier deuda existente. El equipo que forma Repagalia, a su vez, cuenta con abogados capaces de negociar con la ley en la mano, reclamando todos los derechos que nos protegen de los abusos que algunas empresas crediticias y fiduciarias imponen a los particulares.
En el caso de no poder pagar las deudas por tratarse de varios pagos con una carga económica importante, es posible acogerse a la Ley de Segunda Oportunidad. Antiguamente solo podían acudir a esta ley las empresas, pero hoy en día es posible que particulares y pequeños autónomos también acudan a esta alternativa legal. La Ley de Segunda Oportunidad permite librarse del 100% de la deuda para poder volver a empezar de cero sin ningún tipo de lastre económico. Esta protección fiscal tiene ciertas características y ventajas, pero del mismo modo, también precisa de ciertos requisitos.
Beneficios y requisitos de la Ley de Segunda Oportunidad
El principal beneficio que es posible encontrar tras acogerse con éxito a la Ley de segunda oportunidad, es la posibilidad de volver a ser dueño de lo que se genera con trabajo y de no volver a caer en el mismo error de solicitar préstamos con comisiones e intereses abusivos.
Por otro lado, normalmente las personas que tienen una gran cantidad de deudas, ven como sus formas de pago se limitan drásticamente al dinero en metálico, ya que las empresas acreedoras cancelan las tarjetas de créditos de los adeudados. Sin embargo, acogiéndose a esta ley, es posible recuperar ese crédito, pudiendo volver a utilizar las tarjetas y olvidando todas esas llamadas que se realizan para recordar el pago de la deuda.
Finalmente esta ley supone la recuperación de la libertad económica pertinente, ya que con la gestión de estos asesores fiscales, se pueden abandonar las listas y ficheros de morosidad como ASNEF.
Desde Repagalia, sin ningún compromiso, analizan específicamente cada caso para averiguar cuáles son las probabilidades de éxito de beneficiarse de esta ley. Aunque al igual que esta protección brinda ventajas especiales, también será necesario cumplir ciertos requisitos mínimos.
El primero de ellos tiene que ver con el nivel de deuda y la incapacidad para poder pagarla. Es decir, es necesario que sea una situación de total insolvencia, en la que sea imposible con las condiciones individuales del adeudado, acarrear con gran parte o la totalidad de la deuda.
El segundo requisito tiene que ver con los antecedentes por delitos socioeconómicos, ya que si se ha defraudado de alguna forma vulnerando la ley, no será posible beneficiarse de la Ley de Segunda Oportunidad. El último requisito reside en la frecuencia, no será posible acogerse varias veces a este mecanismo legal para librarse de las deudas, tienen que pasar al menos más de cinco años para poder volver a utilizar este derecho.
No obstante, podamos o no acogernos a esta ley, desde Repagalia pueden ayudar a reparar las deudas, cuando una vez dado el visto bueno al plan económico personalizado, adquieren la libertad para administrar el dinero y pagar las deudas sin tener que preocuparse de nada.
