La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha informado que el número de personas que sufren problemas de salud mental está aumentando en todo el mundo.
El budismo reconoce que el sufrimiento es una parte inevitable de la condición humana. Pero, ¿y si pudieras reconfigurar tu cerebro para superar el sufrimiento? Según el budismo, puedes.
El budismo es una religión y un sistema filosófico que se originó en la antigua India en el siglo V a. C. Se basa en las enseñanzas de Siddhartha Gautama , también conocido como Buda. Se estima que alrededor de 500 millones de personas siguen el budismo en la actualidad.
Según el Buda, el deseo y la ignorancia se encuentran en la raíz del sufrimiento. Ambos conducen al anhelo y al apego a las cosas que son impermanentes, y este apego nos hace sufrir cuando experimentamos pérdidas o cambios, porque nos aferramos a la falsa creencia de que estas cosas nos traerán una felicidad duradera.
El budismo enseña que el sufrimiento mental se puede superar mediante el desarrollo de la comprensión y el cultivo de ciertos estados y prácticas mentales.
Las Cuatro Nobles Verdades proporcionan un marco para comprender el sufrimiento y cómo superarlo. La primera noble verdad es que el sufrimiento existe. La segunda noble verdad es que el sufrimiento es causado por el deseo y el apego. La tercera noble verdad es que se puede acabar con el sufrimiento. Y la cuarta noble verdad es el Óctuple Sendero o Noble Camino Óctuple , que es un conjunto de principios y prácticas a seguir para poner fin al sufrimiento.
La primera noble verdad es que el sufrimiento ( Duḥkha ) es inevitable. Así como identificar un problema es el primer paso hacia su solución, Buda enseñó que el primer paso para superar el sufrimiento es reconocer que el sufrimiento existe. Cuando alguien niega que existe el sufrimiento, se engaña. Cuando una persona no es capaz de aceptar la realidad de su situación, no encuentra la manera de aliviar su sufrimiento. Esto puede conducir a un ciclo de sufrimiento continuo.
La segunda noble verdad busca identificar la causa del sufrimiento ( samudaya ), que es el anhelo y el apego . El sufrimiento surge de nuestro apego a las cosas que son impermanentes. El camino a la iluminación implica comprender y aceptar esta impermanencia . Los deseos y las ansias de placer, bienes materiales e inmortalidad son anhelos que nunca pueden satisfacerse verdaderamente, por lo que desearlos solo puede traer sufrimiento.
Nuestra negación del sufrimiento, nuestro deseo de que las cosas sean permanentes y nuestra resistencia al cambio surge de la necesidad de un sentido de previsibilidad y control. La consistencia y el control pueden brindar consuelo, razón por la cual la gente tiende a negar la realidad de la impermanencia.
La tercera noble verdad del budismo es la comprensión de que, de hecho, es posible terminar con el ciclo del sufrimiento ( nirodha ) y alcanzar un estado de paz interior y libertad. Esto también se conoce como «Nirvana» o «Iluminación», que se puede lograr ya sea en esta vida en la tierra o en la vida espiritual.
Una persona que ha atravesado un período difícil en su vida puede encontrar una manera de comprender y superar su sufrimiento a través del reconocimiento y el uso de la meditación y otras prácticas espirituales como la atención plena (una de las prácticas clave en el budismo, que consiste en prestar atención a el momento presente) para dejar ir los apegos y seguir adelante.
La cuarta noble verdad es el Óctuple Sendero ( magga ) o “Noble Camino Óctuple”. Es el conjunto de principios y prácticas que traza el método para alcanzar la iluminación y acabar con el sufrimiento. Es un conjunto de pautas para el desarrollo ético y mental, que consiste en de la Comprensión Correcta, la Intención Correcta, el Habla Correcta, la Acción Correcta, el Modo de Vida Correcto, el Esfuerzo Correcto, la Atención Correcta y la Concentración Correcta. Estas prácticas están destinadas a ayudarnos a desarrollar sabiduría, compasión y conducta ética.
La Comprensión Correcta , también conocida como “Visión Correcta”, es el primer paso del sendero óctuple . Se refiere a una comprensión profunda de las Cuatro Nobles Verdades, lo que requiere que entendamos que el sufrimiento existe y reconozcamos los factores que lo causan, luego comencemos a tomar medidas para aliviar el sufrimiento siguiendo el Camino Óctuple.
La Intención Correcta , también conocida como “Pensamiento Correcto”, ayuda a guiarnos hacia un comportamiento ético y moral. Las intenciones sanas o virtuosas se caracterizan por la renuncia a la codicia, el desapego de los deseos mundanos, la evitación de causar daño (a uno mismo oa los demás) y la promoción del bienestar, la felicidad, la compasión y la bondad hacia todos los seres.
La Intención Correcta está estrechamente relacionada con el concepto de karma, que se refiere a la acumulación de buenas o malas acciones que una persona realiza a lo largo de su vida. Las buenas acciones, como ser veraz, generoso, amable y recto, traen felicidad a largo plazo.
El Discurso Correcto es el compromiso de hablar de una manera veraz, amable y beneficiosa. Esto implica abstenerse de mentir, hablar de manera calumniosa, abusiva o divisiva; abstenerse de chismear y abstenerse de un discurso frívolo o de “relleno”.
El habla correcta nos ayuda a desarrollar la capacidad de comunicarnos con eficacia y amabilidad, y de expresarnos de una manera que sea honesta y beneficiosa para los demás. También ayuda a cultivar la atención plena y la autoconciencia, ya que nos acostumbra a pensar antes de hablar.
El cuarto paso del Sendero Óctuple en el Budismo es la Acción Correcta , también conocida como “Conducta Correcta”. Se refiere al comportamiento ético y moral, que incluye abstenerse de dañar a otros, robar o explotar a otros.
El Sustento Correcto es el compromiso de ganarse la vida de una manera que promueva la economía ética y moral. Esto significa abstenerse de involucrarse en industrias dañinas o destructivas, y evitar ocupaciones que impliquen explotación o daño ambiental. Medios de vida correctos significa dedicarse a un trabajo que apoye el bienestar de uno mismo y de los demás.
El sexto paso del camino Óctuple es el Esfuerzo Correcto , también conocido como “Diligencia Correcta”. Se refiere al compromiso de hacer un esfuerzo constante y sostenido para mejorar su desarrollo ético y mental. Esto significa deshacerse activamente de los patrones de pensamiento negativos. La atención plena y la autoconciencia están en el corazón del esfuerzo correcto. Comparable a las prácticas de recableado de la Terapia Cognitiva Conductual (TCC) , requiere una disciplina mental constante para forjar nuevos caminos mentales.
La Atención Plena Correcta , también conocida como «Atención Correcta», se refiere al compromiso de ser consciente de los pensamientos, las emociones y las acciones de uno en el momento presente. Esta atención plena lo abarca todo, incluidas las sensaciones y los movimientos físicos del cuerpo, y ayuda a cultivar la autoconciencia y la conexión a tierra en la realidad. Requiere prestar atención al momento presente en lugar de insistir en el pasado o preocuparse por el futuro.
La Concentración Correcta , también conocida como «Meditación Correcta», es el octavo y último paso del Camino Óctuple en el budismo. Se refiere al compromiso de desarrollar niveles profundos de concentración y enfoque mental a través de la meditación .
La Concentración Correcta incluye el desarrollo de la capacidad de enfocarse en una sola cosa, lo que lleva a niveles más profundos de concentración (e idealmente a una percepción de la naturaleza de la realidad), y requiere un esfuerzo constante y sostenido. Relacionado con la Atención Correcta, el Esfuerzo Correcto y la Comprensión Correcta, ayuda a cultivar la disciplina mental y el enfoque necesarios para lograr la paz interior y la iluminación.
Según el budismo, el camino hacia la liberación del sufrimiento y el logro de la felicidad duradera se encuentra dentro del reino de la mente. Mediante el cultivo de la sabiduría, la ética y la disciplina mental, podemos lograrlo. Al seguir el Camino Óctuple, desarrollar la atención plena y la compasión, y aceptar la impermanencia, podemos pensar en nuestro camino hacia la liberación del dolor existencial.
