Como la mayoría de los padres, los progenitores de David Reimer solo querían hacer lo mejor para él.
Lo que se suponía que sería una sencilla circuncisión de rutina en 1965, terminó convirtiéndose en una pesadilla que transformó la vida de Reimer al ser quemado accidentalmente por el médico que le realizaba la cirugía cuando era tan solo un bebé.
El daño fue irreparable. Preocupados de que la lesión de su hijo pudiera ocasionarle trastornos mentales en su adultez, los padres de Reimer acudieron al famoso sexólogo John Money después de verlo en televisión.
Tras ser consultado, Money sugirió que Reimer se sometiera a una cirugía de reasignación de sexo y, en su lugar, fuera criado como mujer. Desesperados, los padres de Reimer siguieron su consejo y cambiaron el nombre de nacimiento de su hijo de “Bruce” a “Brenda”.
Aparentemente Reimer asimiló con facilidad su identidad de género impuesta como mujer, y su caso al comienzo fue admirado como una historia exitosa para médicos como Money, que estaba convencido que el género era un asunto de comportamiento aprendido o enseñado y no de la naturaleza.
Pero lo cierto es que Reimer tuvo que luchar desde niño con su identidad de género. Inmediatamente supo la verdad sobre su nacimiento siendo un adolescente, Reimer inició un complicado y doloroso proceso para regresar a su sexo bilógico.
Años más tarde, en 2004, el experimento del doctor Money terminó desatando un trágico final: con tan solo 38 años, Reimer de suicidó.
El futuro de David Reimer lo decide el sexólogo John Money
Según registra la BBC, David Reimer nació en 1965 como Bruce Reimer en Winnipeg (Canadá). Tenía un hermano gemelo llamado Brian, y los dos fueron los primeros hijos de una pareja de adolescentes rurales: Janet y Ron.
Los gemelos varones estaban sanos pero, alrededor de los ocho meses, mostraron signos de dificultad para orinar. Se les diagnosticó fimosis, una afección en la que el prepucio no se puede retraer.
Los Reimer llevaron a sus hijos a ser circuncidados en el hospital, pero después de que la cirugía de Bruce Reimer salió horriblemente mal porque el cirujano usó una aguja de electrocauterio en lugar de una cuchilla, Brian no fue sometido a la misma cirugía y su fimosis curó naturalmente.
Los padres de David Reimer buscaron desesperadamente soluciones para él hasta que vieron al psicólogo John Money hablar sobre su trabajo en la televisión.
El doctor Money era connsiderado uno de los mejores investigadores sexuales en Estados Unidos, y se especializó en las experiencias de niños intersexuales que, según la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, “no encajan en las definiciones típicas de cuerpos masculinos o femeninos”.
La madre de Reimer le escribió a Money explicando el horrible accidente que había sufrido su hijo. A las pocas semanas, los jóvenes padres estaban de camino a ver al médico en el Hospital Johns Hopkins en Baltimore, Maryland.
Money creía que la identidad de género de una persona era una construcción social y el resultado de su educación. Como tal, propuso que a alguien se le podría “enseñar” a identificarse de manera diferente a su sexo biológico.
Money pensó que los niños eran “neutrales en cuanto al género” hasta aproximadamente los dos años, y teorizó que los padres tenían un período de tiempo que él llamaba la “puerta de género”, lapso durante el cual podían influir en el comportamiento del sexo del niño.
Así entonces, el médico hizo la propuesta radical de reasignar quirúrgicamente el género de Bruce Reimer, lo que implicaría castrar su pene y darle una prótesis de vagina en su lugar. Luego sería criado como una niña y no se le hablaría de su identidad anterior. Los padres de Reimer aceptaron el procedimiento y la transición impuesta al bebé comenzó poco antes de su segundo cumpleaños en 1967.
Para Money, esta situación también le brindó la oportunidad de investigar su teoría sobre la identidad de género. Pero su consejo médico resultaría fatalmente equivocado en el caso de David Reimer.
La lucha por convertirse en David Reimer
Por recomendación de John Money, Bruce Reimer comenzó su vida como Brenda Reimer.
Además de su cirugía de reasignación de sexo, a Reimer se le administraron suplementos de estrógeno para ayudar a “feminizar” su cuerpo. Los Reimer regresaban a la oficina de Money todos los años para que el médico pudiera monitorear el crecimiento de Brian y Brenda como niño y niña.
Money señaló que Brenda era “mucho más ordenada” que su hermano gemelo Brian. También señaló que Brenda era la personalidad más obstinada y dominante, que él descartó como “rasgos marimachos”.
En 1975, cuando los gemelos cumplieron nueve años, Money publicó su estudio en un libro titulado Sexual Signatures donde describió la transición forzada de Reimer a Brenda como un éxito:
La niña ya prefería los vestidos a los pantalones, disfrutaba luciendo cintas para el cabello, pulseras y blusas con volantes, y le encantaba ser la pequeña novia de su papá. A lo largo de la infancia, su terquedad y la abundante energía física que comparte y gasta libremente con su hermano gemelo la han convertido en una niña poco femenina, pero no obstante una niña”.
Pero nada podría estar más lejos de la verdad. De hecho, Reimer recordó su infancia como mucho más angustiosa.
Esto dijo David Reimer en una entrevista de 2000 en Oprah:
Nunca encajé del todo. Construir fuertes, meterme en alguna pelea a puñetazos o trepar árboles, ese era el tipo de cosas que me gustaban, pero era inaceptable como niña.
Según el autor John Colapinto, quien trabajó con Reimer en su libro ‘As Nature Made Him: The Boy Who Was Crised as A Girl’, las frecuentes visitas que Reimer hacía a la oficina de Money también eran traumáticas.
A Reimer se le mostraron fotos de adultos desnudos para “reforzar la identidad de género de Brenda” y Money lo presionó para que soportara más cirugías que lo hicieran más femenino. Ambos gemelos acusarían más tarde a Money de hacerlos posar en distintas posiciones sexuales, lo que, según Money, era solo otro elemento de su teoría que involucraba “juegos de ensayo sexual”.
Según los informes, Janet Reimer tampoco estaba ciega ante la incomodidad de su hijo con su identidad de género femenina. Recordó la primera vez que a Reimer le pusieron un vestido y se lo arrancó con rabia. “Hubo dudas en el camino”, confesó Janet en Oprah . “Pero no podía permitirme el lujo de contemplarlos porque no podía permitirme equivocarme”.
Los problemas en el hogar se extendieron a la escuela. Reimer fue objeto de burlas por parte de sus compañeros de clase por su “paso masculino” y su postura para orinar en el baño de chicas. Cuando Reimer se quejó de sentirse como un niño, sus padres y otros adultos lo convencieron de que era solo una fase.
El secreto de Reimer perturbó a la familia. Su padre se hundió en el alcoholismo y su madre intentó suicidarse. El hermano gemelo de Reimer, Brian, más tarde se convirtió en adicto a las drogas y en delincuente.
No fue hasta que los gemelos entraron en la adolescencia que otros médicos convencieron a los Reimer de que era hora de decirles la verdad a sus hijos. Después de recoger a Brenda de una cita con el psicólogo en 1980, Ron Reimer llevó a sus dos hijos a una heladería donde les contó toda la historia.
“De repente, todo tuvo sentido por qué me sentía de la manera que me sentía”, dijo Reimer sobre la revelación. “No era una especie de bicho raro. No estaba loco “.
El final trágico de David Reimer
Tras descubrir la verdad, Reimer decidió vivir como varón y asumió el nombre de “David”.
Se sometió a múltiples cirugías para restaurar su género al masculino, incluida una doble mastectomía para extirpar los senos que habían crecido después de años de terapia con estrógenos y colocar un pene artificial en lugar de su vagina artificial. También tomó suplementos de testosterona.
Pero el estrés físico afectó su salud mental. A los 20 años, Reimer había intentado suicidarse dos veces y permaneció profundamente deprimido durante años.
Sin embargo, a pesar de su angustia, Reimer encontró el amor y se casó con una mujer llamada Jane. Estuvieron juntos durante 14 años. Fue padrastro de sus tres hijos y desarrolló pasatiempos como acampar, pescar y coleccionar monedas antiguas.
Más tarde, Reimer aceptó trabajar con un segundo sexólogo llamado Milton Diamond con la expectativa de que hablar sobre su experiencia podría evitar que los médicos tomen decisiones similares para otros bebés.
Diamond criticó el estudio de Money por su falta de evidencia y trabajó con Reimer para desacreditar la teoría de Money de que la identidad de género se puede enseñar o aprender por completo. En 1997, cuando Reimer comenzó a hablar públicamente sobre su terrible experiencia infantil, el estudio de Diamond se publicó en Archives of Pediatrics and Adolescent Medicine .
El documento revolucionario sentó las bases contra la realización de una cirugía de reasignación de sexo en bebés intersexuales, que alguna vez se consideró una “solución” para su biología no conforme con el género.
Pero la validación del estudio no fue suficiente para que Reimer superara su traumática infancia. En mayo de 2004, dos años después de que su hermano gemelo sucumbiera a una sobredosis de drogas, David Reimer se suicidó. Tenía 38 años.
El caso de Reimer fue complejo. Su primera transición de género se basó en un accidente médico y una teoría científica. Como resultado, experimentó disforia de género, que es la sensación de que el sexo biológico de una persona difiere de su identidad de género. Las personas que se identifican como transgénero a menudo también experimentan disforia de género a una edad temprana.
Puede que Reimer ya no esté vivo, pero su viaje para recuperar su identidad de género contribuyó a una mejor comprensión de la relación entre género y sexo biológico.