Durante los últimos años, tanto la alimentación como un estilo de vida saludable se han vuelto temas clave en la vida moderna. Cada vez más personas se cuestionan cómo mejorar sus hábitos a través de la comida o el ejercicio físico. Sin embargo, en ocasiones, la cantidad de información contradictoria sobre un mismo producto dificulta saber si es beneficioso o perjudicial para la salud. No obstante, el ajo es uno de esos alimentos sobre los que no hay lugar a dudas, tal como lo sostiene la doctora Odile Fernández.
Así lo explica la doctora, quien también comenta que ella misma ya ha añadido este sencillo hábito a su dieta:
El consumo de un solo diente de ajo al día, en comparación con no ingerirlo nunca, puede reducir hasta un 10% el riesgo de padecer cáncer de próstata. Y si llegamos a cuatro dientes de ajo diarios, se ha comprobado que hasta un 50% de los tumores de próstata podrían evitarse.
Cómo consumir cuatro ajos diarios
Consciente de que el ajo tiene un sabor fuerte e intenso, lo cual lleva a muchas personas a no consumirlo regularmente, Odile Fernández sugiere diferentes formas de consumir este ingrediente, ajustadas a los gustos de cada persona:
Un truco que recomiendo a muchos es dejar un diente de ajo macerando en el aceite que usas para las tostadas. Así lo estás tomando cada día sin apenas notarlo. También puedes optar por el ajo negro, que es fermentado y mucho más fácil de comer. No se trata de tomar cuatro ajos crudos de una vez.
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Además del ajo, la autora de conocidos libros sobre alimentación y dietética, como Hábitos que te salvarán la vida y Mis recetas de cocina anticáncer, también aconseja incluir en la dieta alimentos como cebolla y frutos rojos, tales como fresas, moras, cerezas y arándanos.
En conclusión, incorporar el ajo a nuestra dieta diaria no solo puede ser un hábito sencillo, sino también una decisión poderosa para mejorar nuestra salud a largo plazo. Más allá de su intenso sabor, este alimento ofrece numerosos beneficios que han sido respaldados tanto por la tradición como por la ciencia moderna. Al final, lo que importa es hacer pequeños ajustes en nuestra alimentación que, como el caso del ajo, pueden marcar una gran diferencia en la prevención de enfermedades y el bienestar general. ¿Por qué no empezar hoy mismo a disfrutar de sus bondades?
