Si alguna cosa en el empaque de un alimento no parece tener un propósito práctico, lo más probable es que se trate de alguna estrategia de marketing. Un claro ejemplo son las tradicionales bolsas de malla llenas de naranjas que se pueden ver en las secciones de frutas de los supermercados.
Cuando las naranjas no se encuentran sueltas en el estante, generalmente se exhiben en estas bolsas rojas de malla. El empaque parece no tener relevancia, pero según señalan desde Reader’s Digest, está intencionalmente diseñado para que a los compradores les apetezca llevar el producto.
¿Por qué la bolsa de malla roja?
Resulta que es una táctica sigilosa utilizada por las tiendas de alimentos: las bolsas de malla rojas en realidad hacen que las naranjas se vean más anaranjadas. Eso quiere decir que cuando ves un montón de naranjas detrás de un patrón de red rojo, en tu cerebro se crea la idea de que son más naranjas (y asimismo más frescas y de mejor calidad).
Es la misma razón por la que se elige la malla roja en las bolsas para frutas como mandarinas o pomelos, que también son de color naranja.
Cuando se trata de empacar limones, el verde suele ser elegido para resaltar la corteza amarilla. Si estas frutas se vendieran en las mismas bolsas rojas que otros cítricos, la mezcla entre tono rojo y amarillo haría que los limones parecieran naranjas. También pueden venir en bolsas de malla amarillas, y el empaque para limas es casi siempre verde para que coincidan con su color.
Entonces ya sabes, la próxima vez que vayas al supermercado, intenta descubrir las muchas maneras en que la tienda está configurada para influir en tus decisiones de compra. Tal vez encuentres que los productos exhibidos a la altura de los ojos sean más caros que los ubicados encima y debajo de ellos, y que los artículos cerca de las cajas probablemente serán más baratos y más atractivos para compras por impulso.
